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Joan Tardà, portavoz d’ERC-Rcat-CatSI en el Congreso de los diputados, lleva ocho años ejerciendo la política en Madrid. Hombre de honestidad discursiva, su sinceridad y espontaneidad le han acarreado más de un problema en los círculos políticos y mediáticos. Conocida es la exclamación de ¡Viva la República, muera el Borbón! Sin embargo, más allá de anécdotas, Tardà las ha visto de todos los colores en el Congreso. Desde un Zapatero que flirteaba con el federalismo y las izquierdas nacionales hasta un Rajoy que ha tensado como nunca la cuerda de las relaciones con Catalunya. En este momento de auge soberanista y con las elecciones catalanas a la vuelta de la esquina hablamos con él para preguntarle por su paso por Madrid y por cómo ve la situación en Catalunya.

En el año 2004, tras el apogeo electoral d’ERC, usted se fue con otros compañeros hacia Madrid. ¿Qué ambiente se encontraron? ¿Ha cambiado? ¿Cómo es la experiencia madrileña para un independentista?

Bueno, el Parlamento catalán parece el Liceo comparado con el Congreso, que parece una plaza de toros. Es muy duro, te pican, te insultan te llaman freak… es duro. Y también es dura la calle, nosotros hemos tenido muchos problemas por la calle. Allí los fachas no se cortan. Incluso hemos tenido que ir vigilados. Yo lo pasé muy mal cuando lo de ¡mori el Borbó! El sustrato catalanofóbico es brutal y ha estado bien alimentado durante años. Un mitin de Alfonso Guerra no era un buen mitin si no había un chiste de catalanes. Y luego está la caverna mediática. Cuando llegamos era la época en la que Jiménez Losantos hablaba a través de la COPE destilando una catalanofobia muy agresiva. Hay un gran desconocimiento y una falta de interés por la realidad de Catalunya. La derecha ha ganado la batalla ideológica. Los fachas no se cortan un pelo por la calle. A mí me llaman de todo; hijo de puta, terrorista, cabrón…

Debe ser doloroso.

A mí cuando me duele es cuando el que te insulta es una persona joven. Una vez estaba esperando en un paso de cebra al lado de un abuelo que acompañaba a un niño a la escuela. El hombre estuvo los 40 segundos que duró el rojo repitiéndome -España, España, España, España…- En estos casos haces oídos sordos y punto. Pero cuando te encuentras a un tío de veinte y pocos años que te llama hijo de puta, separatista… eso te deja más tocado. Si un tío con esa edad desprende esa bilis entonces quiere decir que hay un problema.

¿Hay alguien en Madrid que esté dispuesto a acercar posturas respecto a Catalunya? ¿Que posibilite de alguna forma una alternativa política?

Difícil. Mira, más allá de los errores cometidos por el tripartido, un elemento que nos provocó muchas dificultades fue la política del PSOE. Ellos nunca se creyeron el proyecto. De hecho, el segundo tripartido lo pactamos un domingo aprovechando que Zapatero estaba de viaje en Chile. Si una cosa no querían los socialistas es que hubiera otro tripartido. Nos machacaron. Fueron ellos mismos quienes, con los pactos con CiU y la abdicación de sus compromisos, segaron la hierba bajo los pies a Montilla. Dentro del PSOE no existe el federalismo, hay algún federalista, pero es un núcleo muy reducido y está vinculado al ámbito universitario.

IU es otra cosa. Pero su federalismo es un poco rígido. Ellos están a favor del ejercicio del derecho a la autodeterminación pero no es lo mismo hablar con Gaspar Llamazares que con Cayo Lara. Hay culturas diferentes en el seno de Izquierda Unida. Aunque es evidente que son los que más nos entienden. Ahora bien, cuando hablas de la autodeterminación de todos los pueblos del mundo siempre están de acuerdo pero a medida que te acercas a Catalunya van saliendo peros, jaja. No obstante nuestra experiencia con IU es buena y con ICV mejor.

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¿Y del ámbito de las izquierdas podrían surgir entendimientos hacia Catalunya?

Hombre lo que está pasando aquí es un catalizador. Creo que hay cierta preocupación porque no saben cómo reaccionar. Lo que está pasando ahora pone en jaque el edificio construido por las clases dominantes a través del miserable pacto de la transición. ¿Qué harán si realmente Catalunya acaba proclamando la república catalana?

El Estado español podría implosionar, al menos tal como se la ha concebido hasta ahora.

Sí. Nosotros creemos que el posfranquismo no es más que la relación armónica entre el partido español de turno (como cuando se alternaban Cánovas y Sagasta en el poder) y el pacto con la burguesía vasca o catalana. Hay que recordar que tanto Arzalluz como Pujol apoyaron a Aznar. Sólo ha habido un paréntesis en esta dinámica, pero éste apenas duró un año y medio. De pronto la izquierda española se pretendía renovada y buscaba a las izquierdas nacionales. (exceptuando a la vasca) Parecía que se rompía el status quo y se abría una fase diferente. Pero esto no alcanzó ni hasta el final de la primera legislatura de Zapatero porque éste se reorientó y pactó con Mas el recorte del Estatuto.

Por eso están tan sorprendidos ahora. Resulta que CiU se les ha girado en contra y no lo entienden. El otro día un ex ministro me decía – Claro Joan, nosotros ya sabemos lo que sois vosotros; republicanos e independentistas. Pero estos, ¡estos! ¡que nos jodan estos!-

 Volviendo a la izquierda española ¿hay posibilidades de entendimiento? ¿Cómo crees que lo gestionarán?

La cosa es complicada. El otro día di una conferencia en el Ateneo de Izquierdas de Aranjuez y les expuse el problema. Vosotros como demócratas de izquierdas ¿qué haréis con este proceso? Parece que tienen cuatro opciones; una es ser cómplices del proceso, otra es que se pongan de perfil y se laven las manos, otra es avalar la posible represión y la última es aprovechar la situación para provocar un proceso constituyente y la proclamación de una o varias repúblicas. Pero inevitablemente tendrán que hacer una de las cuatro cosas.

En este sentido, el proceso soberanista de Catalunya puede ser tanto una oportunidad para ellos como su hundimiento como sociedad democrática. Y ¡ojo! que Rosa Diez ya está pidiendo la derogación del artículo 145, es decir, la derogación de la autonomía como el 6 de octubre de 1934.

Es un reto para todos los demócratas y los es más para los de izquierda. Si se acaba convocando un referéndum de autodeterminación (cosa que si depende de CiU no creo que pase porque todavía tienen metido a Cambó en la sesera) si acabamos llegando al conflicto entre la legitimidad catalana y la legalidad española, la administración española tendrá que hacer algo.

¿Se puede agudizar la represión?

Las dificultades serán muchas pero hay muchas maneras de obstaculizar el proceso y no todas pasan por enviar a la Guardia Civil o el ejército. Hay maneras más sutiles. Mira, en la democracia española la separación de poderes no existe. CiU está hasta aquí arriba de corrupción. Eso quiere decir que pueden airear la mierda de Convergencia, y no en nombre de la transparencia, sino para emponzoñar el proceso. Estoy convencido de que pronto volverán a salir sus casos de corrupción.

En ese sentido, nosotros le hemos planteado a CiU que si quieren el soporte de ERC han de cumplir tres condiciones: Poner fecha al referéndum ya, cambiar el modelo impositivo para aumentar la presión fiscal a las rentas altas y, finalmente, la regeneración política. Ustedes han de depurar políticamente los casos de corrupción.

Ha hablado de CiU. Qué opinión le merece la dirección que han tomado. ¿Cree que ya no tenían nada más que vender?

Sin duda. Convergència i Unió ha llegado a un callejón sin salida. Piensa que la Generalitat de aquí a cuatro días tendrá menos recursos que la diputación de Barcelona. Qué sentido le puede dar un partido nacionalista a su política si no tiene recursos. Es un proyecto acabado. O dan el paso hacia delante o ya me dirás. Ahora bien ¿quién se acuerda de que Mas fue a pactar los recortes del Estatut a la Moncloa?

¿Qué peligros tiene que CiU abandere este proceso?

A nivel social, CiU está haciendo lo que Esperanza Aguirre hizo hace tiempo con el estado de bienestar en Madrid. Lo que pasa es que la República catalana siempre será mejor que la monarquía española. Aquí hay la posibilidad de intentar algo diferente. Lo importante es la correlación de fuerzas. Nuestra tarea es provocar el parto y tener al menos un bolígrafo a la hora de redactar la nueva  constitución. En este sentido, nosotros esperamos que esto suceda cuanto antes porque el país se está yendo a la mierda.  De aquí a cuatro días no quedará nada del estado de bienestar. Ten en cuenta que las tres condiciones de un posible rescate serán; volver a tocar las pensiones, la prestación del paro y echar a centenares de miles de trabajadores públicos a la calle. Yo tengo la esperanza de que el proceso sea acelerado, exceptuando, eso sí, que CiU saque mayoría absoluta. Aunque lo van a tener difícil para desinflar el globo.

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Usted se refería a la situación económica del país. En este sentido, la posibilidad de que las CUP puedan entrar al Parlament ¿no pone en evidencia la política realizada por la izquierda parlamentaria respecto a la crisis?

Creo que en la izquierda hay cierta desorientación porque en definitiva esta crisis lo es también de la socialdemocracia. Lo que es evidente es que la socialdemocracia funciona cuando hay beneficios que repartir. Ésta no es una alternativa al capitalismo, es un edulcorante del capitalismo. Lo que pretende es hacer habitable una sociedad bajo el régimen económico capitalista. Es decir, garantizar un Estado de libertades democráticas, una sanidad pública, una educación pública y un sistema público de pensiones además de una política de vivienda protegida suficiente para que la gente por el mero hecho de ser ciudadano pueda tener cobijo. ¿Qué pasa? En este momento el capitalismo se ha globalizado y se ha vuelto más competitivo que nunca. Se está convirtiendo en un monstruo que está devorando los pactos alcanzados durante los últimos cuarenta años con la socialdemocracia. Esto es producto de una progresiva dejadez de las izquierdas que han ido abandonando su discurso ideológico. De ahí el crecimiento de izquierdas alternativas. El 15M es sintomático. Estamos al comienzo de un proceso.

¿Y respecto a las CUP?

Oye, ojalá salga la CUP. Sería importantísimo que salieran. En primer lugar no se malgastarían votos independentistas de izquierdas y, en segundo lugar, empujaría a ERC. Esquerra no es un partido revolucionario, es un partido socialdemócrata radical, de una izquierda muy poco dogmática, sobretodo gracias a las aportaciones del anarcosindicalismo en el momento de su fundación. Pero es un partido socialdemócrata radical. Ni ERC ha de hacer de CUP ni la CUP de izquierda. Ahora bien, que las CUP estuvieran representadas en el Parlamento de Catalunya creo que sería positivo para el independentismo y las izquierdas. Aunque también hay que decir que es difícil que entren. Entre otras cosas porque la ley electoral es muy punitiva para las minorías.

Volviendo a la cuestión nacional ¿El llamado independentismo de cartera puede ser un arma de doble filo para este proceso?

Creo que las sociedades como las nuestras son sociedades muy líquidas. Es posible que del mismo modo que hay personas que a día de hoy ven en el soberanismo una solución mañana cambien de idea, pero creo que se ha llegado tarde. Primero porque objetivamente es muy difícil que pueda haber un retorno. Yo creo que se agudizarán las contradicciones. Si nos hubieran aprobado el estatuto de autonomía tal como salió del Parlamento y nos hubiesen dado la posibilidad de tener selecciones catalanas la situación ahora sería muy distinta. Pero ahora.

¡Es que nunca nos van a dar el pacto fiscal! Si el PSOE no lo puede admitir por presiones de Griñán imagínate el PP que tiene el aliento de la FAES y Aznar en el cogote. Rajoy tiene poca voluntad pero es que además tiene a la ultraderecha dentro. Si nos lo dan se les descuadran los números, somos demasiados. Su visión es diametralmente distinta. Además, la manifestación del 11S lo ha cambiado todo. Después de esta manifestación hay debates que han quedado superados.

La radicalización del españolismo puede producir como reacción una deriva hacia un nacionalismo catalán excluyente ¿Cómo puede gestionar esto un partido de izquierda como el suyo?

Bueno desde la defensa a ultranza de los derechos sociales, del estado de bienestar, la apuesta por la intensificación de la democracia y que sea el catalanismo inclusivo el que gane la batalla ideológica. Con la cooficialidad de la lengua castellana junto a la catalana por ejemplo. Yo siempre empiezo los mítines diciendo -maldita la patria si excluye a una parte de sus hijos-. Nuestro concepto es el de la patria republicana no el de la nacionalista. Aquí tenemos mucho que ganar porque esto no viene de ahora. La mayoría de los padres de los dirigentes de ERC son de fuera ¡hombre!

Y ya para acabar. ¿Están de acuerdo en que en un posible referéndum sobre la independencia la pregunta planteada incluya la palabra Europa? Es decir ¿las posibilidades de independencia pasan por Europa?

Sí, sí, es evidente que sí. Aún asumiendo las grandes trampas de la Unión Europea creemos que los primeros años de la República catalana sólo pueden ser viables en el marco europeo. La tarea de independizarnos es titánica pero sin la U.E. es más que titánica. Ni nos lo planteamos. La U.E. nació para crecer y en este sentido estamos convencidos que Europa nos será favorable. Entre otras cosas porque la U.E. es un mercado y qué mercado expulsaría a siete millones y medio de clientes.

Una cosa es que últimamente la Unión Europea tenga mala salud democrática pero en su ADN está el ir metabolizando la herencia del pasado. Un pasado que tratándose de Europa es muy duro, dos guerras mundiales en 100 años no es baladí.

Licenciado en Periodismo y Filosofía con experiencia en medios de comunicación tanto en el campo de la redacción como en el de la cobertura audiovisual.

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