El plan de sábado tarde empieza a repetirse cada fin de semana en la ciudad condal. Esta vez les toca el turno a los profesores, padres, madres, alumnos y sindicatos. El motivo también se repite, los recortes en la educación pública. No es que Barcelona no ofrezca planes alternativos en los que invertir el tiempo, es que la Generalitat se empeña en anunciar medidas por las que nadie está dispuesto a pasar.
La protesta que además coincidió con la celebración de las fiestas de invierno de Santa Eulalia, congregó en la plaza Sant Jaume a unas 2.000 personas. La marea amarilla se camuflaba entre el ambiente festivo en el que se mezclaban pancartas y proclamas con tambores y gigantes. Todo es válido cuando se trata de hacerse escuchar y mostrar una vez más su rechazo frente al tijeretazo del gobierno de Artur Mas. Según la comunidad educativa, estos recortes perjudicarán seriamente la calidad de la formación en escuelas e institutos, pese a que la Generalitat lo niega reiteradamente y se escuda en la herencia recibida de la izquierda.
Los recortes en la educación pública supondrán mayor desigualdad social y las personas con rentas menores saldrán perjudicadas una vez más. El secretario general de CCOO en Cataluña, Joan Carles Gallego se ha pronunciado en contra de los recortes añadiendo que se trata de medidas “enormemente injustas”. Rosa Cañadell, representante del sindicato USTEC ha advertido que la comunidad educativa reivindicará una escuela pública de todos. “No estamos dispuestos a que nos la roben”, ha informado.
El presupuesto del Departamento de Enseñanza para 2012 es de 4.595,9 millones de euros, 238,5 millones menos que el del pasado 2011. esto significa que en dos años CiU ha recortado el presupuesto destinado a educación un 12% a pesar de contar con unos 100.000 alumnos más, según reconoció Irene Rigau, consejera de educación de la Generalitat. Sin embargo, parece que ya están pensando en qué invertir el dinero que se ahorre con la reducción de sueldos de los docentes. Pretenden emplearlo en combatir el fracaso escolar, que en Cataluña ronda el 30%.
Esto es lo que Artur Mas denomina “optimizar recursos” y lo que el resto de población llamamos vulgarmente “absurdez”. Si se trata de privatizar, estaremos aumentando las desigualdades, lo que supone marginación y es precisamente ese distanciamiento el que lleva al fracaso escolar. ¿No resulta contradictorio que Mas esté pensando invertir en algo que está generando él mismo?. Contradi
Maitane Reguero
Licenciada en Periodismo por la UPV/EHU. Posgrado en Fotoperiodismo por la UAB.