Es posible que si digo CIFB nadie sepa de lo que estoy hablando, pero y si dijera ¿Centro Internacional de Fotografía Barcelona?. Este ingenioso proyecto de corta duración 1978-1983 y menor repercusión en la historia de la fotografía, vuelve a cobrar vida. El MACBA recupera ahora con una exposición de 600 imágenes y un libro la experiencia truncada de este particular centro.
El CIFB creado por Albert Guspi fue la primera institución española en impulsar la cultura fotográfica en plena transición. El centro prometía y mucho, escuela de fotografía, sala de exposiciones, biblioteca, videoclub y bar, todo en un edificio de tres plantas y en el corazón del Raval. Según confesaba Jesús Atienza a R@mbla, la idea era crecer y aprovechar el edificio que tenían en frente para hacer una residencia de estudiantes internacionales.
La escuela tenía vinculación directa con Spectrum, la primera galería fotográfica abierta en España que combinaba la presentación de fotógrafos históricos con fotógrafos contemporáneos y que se convirtió enseguida en un punto de encuentro de la nueva generación de fotógrafos. Pero lo bueno dura poco y los nuevos espacios fotográficos, las galerías y las escuelas empezaron a tomar fuerza en la ciudad y comenzó el declive. La retirada de la política de subvenciones a las galerías a partir de los 80 por parte de Canon fue el punto clave para determinar el cierre del centro. Dos años más tarde Guspi muere de un infarto.
Lo único que queda de aquel momento dorado de Guspi es la fachada que fue restaurada en 1997 y decorada con un mural realizado por Arranz Bravo y Bartolozzi. En ella se puede ver un resumen cronológico de la historia de la fotografía a través de retratos de algunos de los autores más célebres como Daguerre, Robert Frank, Oriol Maspons o Xavier Miserachs. Esta fachada del barrio Chino de Barcelona ubicada en la calle Aurora 11bis se ha convertido en Patrimonio de la ciudad.
En la exposición se pueden ver las obras de 22 autores que en su día formaban parte de CIFB, tanto profesores como alumnos y otros que apenas colaboraron pero que también se han visto beneficiados con la iniciativa del MACBA. Destacan nombres como Enric Aguilera, Miquel Arnal, Anna Boyé o Manolo Laguillo entre otros. Atienza, que se declara mano derecha de Guspi durante la construcción del centro, confiesa no estar del todo de acuerdo con el planteamiento de la exposición, ya que a su parecer algunos autores se han incluido con el único fin de dar renombre al proyecto.
La exposición se articula entorno al proyecto documental sobre la Barcelona cotidiana y la vida en los barrios. Plasma la realidad de muchos años de dictadura, la represión colectiva y a su vez las ganas de una renovación urbana y la reconquista de espacios públicos. Todo ello queda recogido en tres ámbitos, por un lado hace referencia a la vida cotidiana en los barrios y en las calles de Barcelona, por otro una proyección de tres reportajes acompañados con música y por último un espacio orientado a espectáculos.
Más allá del trabajo visual se encuentra todo el trabajo de investigación recogido en el libro, que incluye la trayectoria de Guspi y el CIFB a través de entrevistas realizadas a personas cercanas al proyecto. La iniciativa pretende que se amplíe esta investigación para que en un futuro pueda ser utilizada en posteriores proyectos. La exposición podrá visitarse del 27 de Enero al 20 de mayo.
Sin duda lo que más llama la atención de esta información son los más de 30 años que han tardado en ver la luz los trabajos de todos estos autores. Cómo algo que pretendía potenciar la creatividad de nuevos fotógrafos y la creación de un espacio en el que aprender la cultura fotográfica cayó en el olvido tan fácilmente. Hay quien cree que la historia del CIFB ya está escrita y quien piensa que aún quedan muchas historias por descubrir.
Maitane Reguero
Licenciada en Periodismo por la UPV/EHU. Posgrado en Fotoperiodismo por la UAB.