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Tus inicios…

Soy fotógrafo por accidente creo, porque no se hacer otra cosa. Yo pintaba graffitis y les hacía fotos. Vivía en Santa Coloma, veía que pasaban cosas, había gitanos, okupas…

¿Qué te movió a salir de España?

Con 19 años ya hice mi primer viaje a Palestina. Estuve en Gaza como freelance, bueno como turista casi porque no vendí nada. Pero en 2002 volví a Gaza, Toni Albir me consiguió el contacto con EFE, trabajé con ellos medio año y ya me hicieron la oferta para France Press. Empecé a trabajar en Palestina y cuando llegué a Madrid me dieron  las pateras en canarias.

¿Cómo recuerdas aquello?

Fue duro por el contacto con la gente, muchas historias personales y mucha más implicación. Pero pronto volví a Jerusalén, hice la guerra del Líbano y luego estuve en Gaza como un año.

Y de allí al New York Times…

Sí, el director de fotografía del New York Times es un amigo al que ayude a entrar como colaborador cuando yo estaba en Jerusalén. Después él llegó a director de fotografía y cuando yo me quedé colgado sin trabajo me echó un cable.

¿Cómo es trabajar para un diario estadounidense?

Funciona todo de manera muy dinámica. Primero trabajé con ellos haciendo la revolución de Túnez, luego Egipto y Libia.

Llegar a Yemen…

Estaban buscando la manera de entrar en Yemen porue llevaban un montón de tiempo intentándolo y no lo conseguían.

Y…

Les pregunté si me dejaban intentarlo y me dijeron que me daban un mes. ¡Me dieron un mes de sueldo solo para que intentara entrar!.

Increíble

Sí, busqué las formas de entrar, fue un poco complicado. Me hice pasar por estudiante y conseguimos dar con un tipo que trabajaba para la CIA. Le pagábamos 2000€ al mes para que mantuviera la boca cerrada.

¿Una vez dentro?

La primera semana estaba cagado. Había controles policiales en todos los puntos de la ciudad. Al principio iba sin cámara, intentando ver como moverme por la calle. Luego me compré ropa local, era una ropa bastante larga y me dí cuenta que no paraban a las motos en los controles policiales. Contraté a un tipo que tenía una moto y hablaba inglés y él me movía por la ciudad.

¿Cuándo trabajabas?

La ciudad estaba dividida en dos yo vivía en la zona controlada por el gobierno porque la zona controlada por la oposición la bombardeaban todas las noches. Por la mañana cruzaba hacía fotos y por la tarde volvía. Y así durante tres meses.

¿Cómo llegaste a hacer la foto del premio?

La foto la hice el primer día que salía con la cámara. Yo llegué a Yemen el 7 de octubre y la foto la hice el 15.

Cómo fue…

Llegué a la plaza, estaba todo muy tranquilo, empezó la manifestación y un poco más arriba estaban disparando. Salieron corriendo y cuando volvieron empezaron a bombardear la plaza. Nos metimos dentro de la mezquita buscando refugio y ahí estaba la mujer (Fátima) muy tranquila con su hijo.

No sabías que era su hijo…

No, yo sabía que era un familiar, la duda era si era su marido o su hijo, pero sabía que se trataba de un familiar por lo cercana que era.

¿Como fue el reencuentro?

Muy bien, volví hace tres semanas con un compañero de La Vanguardia y los encontramos bastante fácil. Todo el mundo había visto la foto y los habían entrevistado en periódicos locales allí en Yemen. Vivían en una casa muy grande  de unas 128 personas y nos recibieron en plan recepción oficial, vestidos de fiesta. Fueron muy agradecidos, yo con ellos y ellos conmigo.

¿Y ahora que?

Estoy esperando una respuesta para hacer un libro que consiste en volver a los países en los que he estado este año, Egipto, Túnez Yemen, Libia y El Cairo. Quiero hacer la vida normal de estos sitios, fotografiar la gente en la calle y mostrar algo positivo de cada lugar. El proyecto se llama “We want the same that you”.

No volverás a España…

Aquí no se puede conseguir lo mismo que se consigue en Estados Unidos, nadie apuesta por buenos reportajes o buenos temas. En España ni siquiera tenemos agencia, no hemos sido capaces de plantarnos todos y hacer presión.

¿Qué hay después de ganar un World Press Photo?

Ahora haremos promoción conjuntamente con New York Times y World Press Photo. Lo llevaremos por las ciudades, haremos entrevistas y luego me compraré una casita en el campo para poder disfrutarla a los 40.

¿Un consejo?

Lo importante es disfrutar cada día de lo que te guste, moda, publicidad, viaje…lo que sea pero intentarlo.

Maitane Reguero

Redactora en Revista Rambla | Otros artículos del autor

Licenciada en Periodismo por la UPV/EHU. Posgrado en Fotoperiodismo por la UAB.

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