Hace ya dos semanas que la población egipcia se ha echado a la calle para decir basta a un gobierno dictatorial y corrupto que lleva en el poder treinta años para reclamar una democracia real en Egipto. De momento parece que, a pesar de las protestas, Hosni Mubarak se resiste a abandonar su mandato y delega funciones en el vicepresidente Omar Suleiman, quien mantiene las negociaciones con el resto de fuerzas políticas.

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Pero los manifestantes están decididos a resistir en la Plaza Tahrir hasta la renuncia definitiva del dictador. Según los datos de Naciones Unidas, desde el pasado 25 de enero han podido morir alrededor de 300 personas a causa de los ataques de las fuerzas de seguridad y de los partidarios del presidente. El joven Amir Alaa Hamed es el vicepresidente de la Casa Egipcia de Barcelona y nos explica cómo se están viviendo estas jornadas tan duras para conseguir una democracia real en Egipto.

¿Cómo se ha desencadenado todo este proceso, teniendo en cuenta que no hay un líder ni un partido político que encabece la revuelta?

El factor Túnez es importantísimo, pero es bastante más importante el factor miedo, la gente ha perdido el miedo. Llevamos 30 años con Mubarak y una dictadura muy fuerte, que ha llegado a tener a todos los egipcios bajo su mando gracias a las fuerzas de seguridad. Ha llegado el momento en que la gente ha dicho que no, y el factor Túnez ha ayudado mucho. También ha sido decisivo el caso del chico asesinado en Alejandría por las fuerzas de seguridad del gobierno, aunque desgraciadamente es uno más de muchos otros asesinatos y torturas que llevan haciendo Mubarak y su gente desde hace treinta años. Del mismo modo hay que tener en cuenta que todo esto empezó gracias a redes como facebook y twitter. Curiosamente, quien ha comenzado esta revuelta han sido los jóvenes para conseguir una democracia real en Egipto.

Egipto tiene una población muy joven.

Cierto. Pero la mayoría de los que han iniciado esta revolución son gente de la clase media o media alta. Estos jóvenes de clase media han salido a la calle porque quieren libertad; incluso una buena parte de ellos tienen trabajo, coche… lo que buscan es libertad nada más. No hay ninguna figura política importante detrás de esto, solo jóvenes.

¿Crees que la ola de insurgencias se extenderá a Siria y a Jordania?

Lo más parecido a nuestro caso es el del rey jordano, que en tres días ha hecho un cambio de gobierno, pero esto no sirve. Ahora mismo su régimen es muy débil ya que el 50% de los jordanos son de origen palestino y no están nada de acuerdo con lo que hace su rey. La nueva fuerza es muy rebelde y por eso Abdalá II ha intentado hacer cambios pero en realidad se deberían hacer reformas totales.

Pero parece que el país que más preocupa a Israel y Estados Unidos es Egipto.

De entrada nuestra población es de más de 80 millones de habitantes. A parte de su posición estratégica y su ejército, que también son factores muy importantes. Independientemente de quien se preocupe, lo que más nos importa ahora es Egipto y el cambio. Queremos una democracia real en Egipto. Y eso es lo único que preocupa ahora a cualquier egipcio, sea cual sea su color político o religión. En la plaza de Tahrir hay cristianos, comunistas, musulmanes y están todos unidos por la misma causa.

¿Y qué hacen los partidos de la oposición?

Intentan negociar con el gobierno utilizando como forma de presión lo que esta sucediendo estos días. Pero realmente no es necesario negociar porque lo que queremos ya se sabe, un gobierno de sabios, la marcha de Mubarak y la democracia.

Desde Occidente no se ve con muy buenos ojos la participación de los Hermanos Musulmanes en las negociaciones…

Los Hermanos son fuertes pero no son todos, representan entre el 15% y el 20% de la vida política egipcia. El resto están divididos entre musulmanes, cristianos, laicos, comunistas, etc. La tarta política egipcia no consta de un solo trozo.

Mubarak ha podido aguantar mucho tiempo en el poder, gracias en parte, a esta excusa. Siempre ha dicho que si él se marchaba llegarían los Hermanos al poder y también el caos, ganándose así el visto bueno de Occidente. Por otro lado, los Hermanos también han sufrido penas de cárcel y torturas. Su sentido verdadero, ahora mismo, es el de ser gente pacífica; han dejado las armas hace 25 años y llevan mucho tiempo realizando labores sociales. Por eso no constituyen ningún peligro, al contrario, son imprescindibles para conseguir una democracia real en Egipto, que es lo que verdaderamente importa.

Eso se traduce en formar un gobierno de sabios. ¿Qué pasos hay que seguir?

La figura principal del gobierno de sabios esMuhammad al Baradeí, pero en Egipto hay muchos como él que llevan luchando muchos años y han sufrido la cárcel. Él está ahí porque recibe el apoyo de la comunidad internacional pero no es el único. Sabios no nos faltan. Baradeí es importante porque representa muy bien las ideas de los jóvenes, pero tendrá que ser uno más en el gobierno de sabios. Este gobierno será solo un gobierno de transición que dure un año o dos para hacer las reformas necesarias y luego poder convocar elecciones de verdad.

El gobierno de sabios tiene que enseñar a la gente la cultura de la vida política, que es algo que llevamos mucho tiempo sin practicar. Con lo cual, a parte de las reformas sociales y políticas, hay que hacer reformas culturales. Hay mucho trabajo por hacer y nos llevará muchos años.

¿Crees que Israel y Estados Unidos van a dejar que se produzcan los cambios libremente y se alcance una democracia real en Egipto?

Lo que hay entre unos países y otros son intereses, pero al final, lo que va a importar es lo que quiera Egipto. Sí que es cierto que al final, cualquier gobierno, sea del color que sea, estará obligado a entenderse con Estados Unidos. Esto es algo que debemos tener claro porque Egipto recibe mucha ayuda de este país. De todas formas, EEUU ha cambiado su tono y ha pasado a decir que es conveniente que nuestro país se dirija hacia la democracia. Lo importante es que, dejando de lado los asuntos exteriores, el nuevo gobierno sea escogido por los egipcios, luego ya se entrará en negociaciones con otros países.

¿Existe algún riesgo de guerra civil, tal y como han apuntado algunos medios?

Guerra civil significa guerra de civiles contra civiles. Y en este caso estaríamos hablando de civiles contra militares; porque la inmensa mayoría de la población está de acuerdo en que se vaya Mubarak. Los únicos conflictos que se han podido ver son las acciones del ejército y las milicias de Mubarak que han atacado a la población con armas blancas. Pero éstos solo son mercenarios sin ideas que cobran por estar allí y hacer lo que les ordenen. Si no hay dinero de por medio estas milicias no actúan, y la prueba de esto es que ya no están. En Egipto son conocidos como “los matones del partido”. Cuando hace falta se les llama, cobran y hacen el trabajo que se les ordena, que es sobretodo asustar y agredir a la gente, llegando a asesinar si hace falta. Por tanto, guerra civil no puede haber. Otra cosa es como el ejército actúe contra los civiles, pero en este caso no podríamos hablar de guerra civil.

Pero alguien tiene que haber que apoye a Mubarak…

Seguramente, y si alguien quiere apoyarle sería lícito que formaran un partido y se presentaran a unas elecciones democráticas, junto con las otras fuerzas. Es más, podrían ser unos más participando en el proceso de cambio, pero de forma democrática siempre.

Cuando se dé el cambio, ¿habrá partidos que tengan la fuerza necesaria para realizarlo?

Actualmente los partidos existentes están por estar y para dar una imagen falsa de legalidad al sistema político de Mubarak. Lamentablemente los partidos no han podido hacer nada hasta el momento por miedo de sus miembros a ser encarcelados, otros se encontraban en el exilio… Mubarak los tenía a todos muy reprimidos.

Hasta ahora en Egipto no se podía montar un partido así como así. Era necesario que el gobierno de Mubarak diera permiso a su creación, de manera que la corrupción en cuanto a este tema era enorme. Por este motivo, aparte de los partidos legalizados, en su mayoría corruptos, existen muchos partidos que todavía ahora están en la ilegalidad pero que tienen mucha fuerza. Es cuestión de que se disuelva el actual gobierno para que existan más partidos con fuerza real. Lo mismo pasa con los sindicatos, las agrupaciones y la prensa. Cuando Mubarak se vaya, por fin la gente podrá expresarse y movilizarse sin miedo.

¿Y que pasara con el ejército?

Las tropas egipcias llevan muchos días sin hacer nada. El ejército de Egipto tiene muchos contactos con EEUU y respetan más las órdenes que llegan de Washington que las que llegan desde dentro, por eso, es muy difícil que ordenen que disparen contra civiles.

Y por último: ¿Cómo crees que acabará la revuelta?

Mubarak se va a ir. Y aunque se quede hasta septiembre, será solo de forma simbólica, para darle una salida fácil, y quien realmente tomará las decisiones será Omar Suleiman. Además, si se marcha Mubarak tampoco queremos que nos deje a su comitiva, porque queremos que haya un cambio real en el país. Si Mubarak se va pero nos deja a todos estos políticos y empresarios, la mayoría ex militares, que llevan años chupando la sangre de Egipto no conseguiremos nada. Necesitamos que se vayan todos para que haya cambios de verdad. Si hay democracia será bueno para todos los egipcios, aunque haya a otros que no les guste, lo que importa es el cambio y el interés de Egipto.

Licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y especializada en periodismo y comunicación digital.

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