altEn 1960, Fernando Fernán Gómez tenia 39 años y era una estrella del cine español, industria boyante en ese momento, o al menos, mas que ahora. Con distintos presupuestos, se hacían multitud de películas

 

 

 

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En 1960, Fernando Fernán Gómez tenia 39 años y era una estrella del cine español, industria boyante en ese momento, o al menos, mas que ahora. Con distintos presupuestos, se hacían multitud de películas, para alimentar (junto con la importación americana y de otros paises) el insaciable apetito fílmico  del público de los numerosos cines de sesión continua y doble! que proliferaban por el país. Era la diversión mas popular y accesible: un cine rancio que sobre todo se caracterizaba por estar lejos del dia a dia de los ciudadanos, asfixiados todavía, policial, moral y económicamente, por la dictadura de Franco; podían ser películas del oeste, de teléfonos blancos o dramas históricos, religiosos, de la guerra mundial o cualquier otro género, siempre y cuando obviaran, si surgia el tema, la felicidad de los españoles gracias al régimen que el dios de los católicos les había concedido.

 

Y ese era el problema de FFG: aspiraba a hacer un cine con mas ambición que las peliculas, mas o menos zafias con las que triunfaba como actor. Berlanga, Bardem, Ferreri, demostraban que existía un neorrealismo español en los márgenes, y que podían hacer un cine que se podía exhibir sin vergüenza. Tambien tenia experiencia como director de éxito (“La vida alrededor”, “La vida sigue”), y ganando mucho dinero. Pero siempre haciendo comedia, y en la novela “El mundo sigue”(1960) de JA de Zunzunegui, encuentra una historia que puede servir a sus propósitos: se trata de un dramón costumbrista, muy castizo, con un toque desgarrado, que se encuadraba en la tradición realista identificada con don Pio Baroja, “de mesa camilla”, según los maledicentes.

 

En escasos 5 años FFG  enfrenta y culmina un ambicioso proyecto, lleno de obstáculos, con el que finalmente conseguirá arruinarse. El guion, del propio FFG a partir de la novela, tiene problemas con la censura. Tras un tira y afloja, sale retocado; siguiendo adelante, se filma la película, lista en 1963. Seguia sin convencer ni desde el punto de vista  comercial ni del de los censores y no se estrena hasta 1965, en un cine de Bilbao durante escasos días (seguramente cinco, como era preceptivo para cobrar las ayudas estatales, y gracias al falangista Zunzunegui).  Al cabo de dos semanas todo estaba olvidado y “El mundo sigue” entraba en el territorio de los mitos, película de la que se hablaba, pero casi nadie había visto.

 

Una feliz iniciativa ha llevado a la restauración y nos permite ver hoy (en los cines VERDI de Madrid y Barcelona y en otros 11 cines del país) una extraordinaria película de unas dos horas. Al parecer se lo debemos a Juan Estelrich hijo, o su entorno, que aquí actuó como “production manager” (la productora fue Ada films). Juan Estelrich fue amigo y colaborador de FFG, a quien incluso dirigió en El anacoreta (1976), película premiada en Berlin. 

 

No puedo asegurar que este “El mundo sigue” sea la misma película que se pudo ver en Bilbao hace 50 años, pero si entender que sea considerada una de las cumbres del cine español del sXX, comparable a “Rocco y sus hermanos” (1960) de Luchino Visconti, otro aristócrata del cine (este en mas de un sentido). La duración, extraordinaria para la época, nos da una pista sobre la ambición narrativa de FFG, que nos cuenta la dramática historia de una familia madrileña, a través de la cual radiografia la sociedad de la época, autoritaria y mediocre, como enfangada“siguiendo” como en el titulo de la pelicula, pero sin vislumbrar nada mas, como no toque una quiniela “de 14”, ilusoria esperanza del personaje interpretado por FFG, a quien el ruin premio supone una tragedia mas.

 

Y es que el tono general está totalmente alejado de la comedia, sino mas bien escorado hacia situaciones tensas, enfrentamientos que terminan en crisis trágicas. FFG lo consigue con un tratamiento naturalista, a menudo documental, con una extraordinaria fotografía del Madrid de la época: la cámara recorre las calles siguiendo los pasos de los personajes, o las intenciones del director, desde el centro mas o menos burgués, hasta los barrios populares o el extrarradio miserable y atrasado. Otros recursos, como el flash back, montaje paralelo, multiplicidad del punto de vista…, aparecen siempre en función de la historia, que fluye hasta el desesperanzado final, marcado por la tragedia, en un crescendo dramático  llevado con buen pulso por FFG, dosificando la intensidad  hasta conseguir  intrigarnos por el destino de los personajes

 

Y aquí hay que detenerse y rendirse ante el extraordinario grupo de actores que interpretan el film. Procedentes del teatro (que simultaneaban con el cine), se prestan a papeles cortos, episódicos, como Agustin Gonzalez, el vecino plumilla crítico periodístico de teatro, enamorado de una de las hijas; Fernando Guillen, señorito de la corte de la hermana casquivana; JM Cafarell, rico viajante catalán y consentidor; ML Ponte, componiendo el personaje en dos líneas de guión; José Calvo, contenido y magnético patrón del bar; José Morales, el hermano beato constantemente despreciado; los padres, sobre todo la madre, la gran dama del teatro Aurora Leal, sufriente y subordinada a su marido, Francisco Pierrá, nada menos que de profesión guardia urbano, autoridad apenas doméstica; inolvidable la secuencia en que sus preferencias paternas pasan de la hija decente, desgraciada y pobre, a la deshonrada pero con rumbo y posibles, tragándose el orgullo ante el vil metal;  y tantos actores mas que en sus cortas apariciones dan solvencia y densidad a la película, dotando a los personajes de un fondo moral que sobrepasa  su condición un tanto arquetípica

 

Comentario aparte merecen las protagonistas: Las hermanas, las grandes Lina Canalejas y Gemma Cuervo, aparecen en constante tour de force: cada vez que se encuentran en casa de los padres (una para dar y la otra para pedir) pelean hasta el cuerpo a cuerpo; componen personajes opuestos: la decente y la frescaidóneas en sus respectivos papeles.

 

Finalmente el protagonista: un chulo gandul, violento con su mujer y cobarde con quienes le humillan, ignorante. FFG está mayúsculo en un papel, este, que creo es la única vez que interpretó. En las fotos de esa y casi todas las épocas, FFG aparece como un hombre elegante y digno, y hay que verlo en “El mundo sigue” recorrer Madrid, como un gañan sucio y despreciable hasta el alma. Tal vez ahí está uno de los motivos del fracaso de la película en su momento: devolvía una imagen de la realidad demasiado insoportable

 

Y es posible que hoy el momento ha pasado, aunque no puedo dejar de sentirme un privilegiado por haberla visto.

 

(re) Estreno 10 de julio de 2015

 

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Dirección Fernando Fernán Gómez

Guión: Fernando Fernan Gómezbasado en la novela del mismo título de Juan Antonio de Zunzunegui 

Reparto: Lina Canalejas, Fernando Fernán Gómez, Gemma Cuervo, Milagros Leal, Francisco Pierrá, Fernando Guillem, José Calvo,Agustín González, José María Caffarel, Pilar Bardem

 

 

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