La clásica obra de Tennessee Williams, “Un tramvia llamado deseo” llega a la Sala Muntaner bajo la dirección de Oriol Tarrasón, director y componente de Les Antonietes, compañía que anteriormente triunfó con sus espectáculos Vània i Stockmann.

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El nuevo reto de Tarrasón se caracteriza por el resalte que se hace de los sentimientos humanos más bajos, como la envidia, el odio y la imposibilidad de acercarse emocionalmente a otra persona que siente y vive diferente. Falta de empatía es lo que caracteriza a los cuatro personajes principales: Blanche i Stela DuBois, Stanley Kowalski i Harold Mitchell, interpretados per Annabel Castan, Mireia Illamola, Jorge Albuerne y Pepo Blasco, respectivamente.

Cada uno de ellos tiene una trayectoria vital diferente, incluso las dos hermanas, Blanche i Stela, que a pesar de provenir ambas de una familia bien aposentada que acaba en la ruina, sus prioridades y sus principios les han hecho vivir diferente. Blanche huyó de su ciudad natal cuando ya no tuvo más remedio al verse desposeída de todo cuanto tenía, mientras que Stela renunció a una vida cómoda por amor. Se enamoró de Stanley Kovalski, un hombre polaco, rudo y tosco al que parece que la evolución humana dejó al margen. Por último está Mitch, amigo de Stanley, un hombre apocado y sin personalidad que vive bajo la sombra gris de una madre enferma y controladora que no le ha permitido encontrar la felicidad.

Esta amalgama de personajes se encuentran cuándo Blanche, arrogante y mimosa se presenta un buen día, o quizá uno malo, en casa de su hermana, en Nueva Orleans, haciéndole creer que está de visita, y se acaba quedando una temporada, ya que no tiene otro sitio al que acudir. Ahí es donde se encuentra con Stanley, el cual no es capaz de entender la desesperación y la soledad que siente Blanche. Esta falta de empatía les ocasiona una convivencia difícil que acaba crispando el ambiente. Por su parte Mitch muestra un vaivén emocional y de comportamiento que añade el ingrediente que faltaba, para hacer girar todo el engranaje emocional del reparto.

Estamos ante una obra que reflexiona sobre la condición humana y deja patente que por muchos años que hayan pasado entre la época en la que fue escrita y la actualidad, el comportamiento humano es tan parecido en cuanto al rechazo y la falta de empatía entre unos y otros que asusta.

Cabe destacar la magnífica interpretación de cada uno de los actores, que consiguen meterse en la piel y la complejidad emocional de sus personajes, convirtiendo la hora y media que dura la función en un abrir y cerrar de ojos. En cuanto a la escenografía es sencilla y tal vez escasa. Resalta el detalle de la bañera como único elemento real y significativo.

Para quienes no hayan visto la película ni hayan leído el libro, la obra les despertará las ganas de saber más sobre la historia de estos cuatro personajes atormentados.

Dirección: Oriol Tarrasón

Autor: Tennessee Williams

Intérpretes: Annable Casta, Mireia Illamola, Pepo Blasco y Jorge Albuerne

Género: Drama

Sala Muntaner hasta el 21 de febrero

Redactora en Revista Rambla | Web

Profesional de la comunicación audiovisual con gran interés por el mundo cultural. Siempre creativa, capaz de tejer una historia con tan sólo dos palabras.

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