¿Qué le motiva a presentarse a las elecciones municipales?

“La necesidad de abrir una nueva etapa en Barcelona en la que las políticas de izquierdas y ecologistas sean los pilares básicos de la acción del gobierno. Me motiva construir una Barcelona más social, más ecológica y más libre. Más social, que luche contra el paro y las desigualdades, y que se plante ante los recortes en sanidad y educación del gobierno de CIU. Más ecológica, preocupada por la salud de las personas y, por lo tanto, de la contaminación y el aire que respiramos; comprometida en la lucha contra el cambio climático, que apueste por las renovables y el reciclaje. Y más libre, en la que todas las opciones de vida tengan cabida y en la que todo el mundo tenga los mismos derechos”.

¿Cuál es el núcleo duro, las propuestas centrales del programa de Iniciativa?

“En la centralidad de nuestras propuestas queremos situar la estrategia basada en el desarrollo de la economía verde y las políticas sociales para crear ocupación y cambiar el modelo productivo: impulso de las energías renovables, la rehabilitación de viviendas con criterios sostenibles o el cuidado de la gente mayor y las personas dependientes. El proyecto de ICV-EUiA consiste en situar la transformación de Barcelona justo en medio de la vida cotidiana. Queremos una ciudad más luchadora y comprometida, que con confianza y optimismo construya un futuro distinto en el que las decisiones se toman en función de las necesidades de las personas para conseguir una ciudad más humana, ecológica y habitable”.

¿Cómo valora el mandato de Jordi Hereu? ¿Puede hacer una lista de aciertos, errores y cosas por mejorar?

“El acierto ha sido aumentar en un 40% la inversión en política social, definiendo claramente qué es una prioridad de izquierdas en tiempos de crisis. Hemos preservado íntegramente las inversiones en guarderías, equipamientos de inclusión, bibliotecas… Y sin olvidar el mantenimiento del espacio público y haciendo más fuertes las políticas de ocupación. Los errores han sido todas aquellas decisiones políticas que han supuesto un acercamiento del PSC a las posiciones de la derecha, y que no han contado con nuestro voto: la privatización de los servicios funerarios y la recalificación del Miniestadi (votadas por PSC, CIU y ERC), el endurecimiento de la ordenanza de civismo y la autorización para construir un puerto deportivo de lujo al lado del Hotel Vela. Hay que mejorar la política de movilidad sostenible. Todo el mundo plantea mejoras en el transporte público. Está muy bien y lo compartimos, pero nadie plantea que en Barcelona hay que reducir el tráfico para evitar la contaminación. Pero el tráfico no se debe reducir sólo cuando se producen episodios puntuales con exceso de contaminación en el aire. Sólo ICV-EUiA apuesta por una reducción estructural del tráfico, que nos permita aumentar el número de desplazamientos que se hacen en transporte público, bicicleta o a pie. Las personas sólo utilizarán más el transporte público si disminuimos la oferta para el vehículo privado y aumentamos la oferta para la movilidad sostenible. Proponemos no realizar ampliaciones ni construir nuevas entradas a la ciudad para el vehículo privado (ampliación de la Ronda Litoral, túnel de Montjuïc, doblar la capacidad de los túneles de Vallvidrera).

ICV-EUiA es un partido comprometido con las causas sociales, con las que la gente se puede identificar fácilmente pero nunca os habéis mojado mucho en temas identitarios, más bien habéis mostrado un catalanismo tibio, light, en cualquier caso secundario o anecdótico. Y ahora estamos en un momento en el que la causa soberanista e independentista está ganando adeptos. ¿Esto os puede perjudicar?

“No, porque tenemos una hoja de ruta nacional clara: una apuesta por el federalismo plurinacional que incorpore el derecho a la autodeterminación. En nuestro entorno hay personas que expresan su catalanismo de diferentes maneras y eso lo vivimos con la máxima normalidad. Además, no creemos que el discurso social sea incompatible con el discurso nacional, aunque hay fuerzas como CIU que utilicen la cuestión nacional para esconder sus políticas sociales”.

Desde fuera, puede parecer que Iniciativa es un partido que se siente más cómodo desde la oposición. ¿Qué le diría a alguien que opinara así?

“Le diría que en este mandato firmamos un acuerdo de gobierno con el PSC, traducido en un Programa de Actuación Municipal (PAM), del que nos sentimos plenamente corresponsables. Ahora bien, cuando se han tomado decisiones no compartidas al margen de este PAM (recalificación del Miniestadi, hotel Vela, ordenanza de civismo o privatización de servicios funerarios) hemos expresado con claridad y libertad nuestra postura discrepante”.

¿Qué hay que hacer para recuperar el protagonismo de su partido a nivel estatal y de esta forma romper, o como mínimo, amenazar el bipartidismo?

“En el Estado español hay una ley electoral que facilita el bipartidismo, porque fragmenta por provincias el voto a las opciones minoritarias, con lo cual se limitan los avances electorales de IU. Es necesaria una reforma de esta ley electoral estatal para facilitar la pluralidad de las ideas existentes”.

Un tema de actualidad es el de la preparación de los políticos y en este sentido Artur Mas se planteó hacer un ‘gobierno de los mejores’. Usted tiene un doctorado y dos másters y sería un ejemplo de lo que tendrían que ser los políticos del futuro, es decir, especialistas con experiencia en sus respectivas áreas. ¿Ese aumento en la preparación puede mejorar la calidad del servicio que ofrecen los políticos?

“CIU, bajo la etiqueta del ‘gobierno de los mejores’, quería hacernos creer que no había ninguna ideología. Ahora todo el mundo puede ver claramente que detrás se esconde un gobierno que sólo piensa en políticas neoliberales. Valoro mucho la formación, para hacer política y en cualquier actividad en la vida, pero creo que lo más importante para hacer política es tener unos valores, explicarlos a la ciudadanía y llevar a cabo unas propuestas coherentes con estos valores”.

Así como hay que mejorar la preparación (y también la ética) de los políticos, ¿no cree que también hay que incrementar la cultura política del ciudadano para que no se deje influir tanto por los medios?

“Seguro que sí, pero quiero destacar una realidad a la que muchas veces no se le da importancia. Estamos en una ciudad con una diversidad de personas, muchas de ellas con un alto grado de conocimiento político y una gran participación política en la ciudad. Por lo tanto, ya hay bastante gente que tiene cultura política con elementos para fijar una postura. De hecho, creo que el punto fuerte de Barcelona es que acumula un importante bagaje de prácticas de interacción entre el Ayuntamiento y el tejido asociativo, de implicación de las organizaciones y los movimientos sociales en la política municipal. Ésta es una realidad que, en tiempos de crisis económica, todavía adquiere más valor”.

A raíz de los casos de corrupción generalizada y del descrédito de la clase Política, ¿se plantean medidas concretas?

“Hoy la corrupción en España y Cataluña es fruto de un modelo económico que ha fomentado la especulación y el enriquecimiento rápido. De todas formas, quiero matizar que la inmensa mayoría de trabajadores y trabajadoras del sector público hacen su trabajo de forma honesta, y quiero defender la honestidad de la mayoría de personas que nos dedicamos a la política. Sería terriblemente injusto meter en el mismo saco a todo el mundo. Desde ICV-EUiA, proponemos políticas que van en sentido opuesto, y que defienden la redistribución de la riqueza, los impuestos sobre los ricos, el freno a la especulación urbanística y la protección del territorio y del medio ambiente, un cambio en el sistema económico basado en la equidad, la ecología y la ética. Defendemos una política transparente, con paredes de cristal para que toda la ciudadanía pueda estar permanentemente informada de lo que hacemos los políticos, una medida esencial para rehacer los vínculos de confianza. En este sentido, impulsaremos códigos de ética en todos los organismos públicos, así como la limitación del gasto electoral y medidas de control sobre la acción de los lobbies, y aprobaremos una normativa sobre el derecho de acceso a la información, que convierta en material de acceso público los expedientes administrativos y de contratación, las agendas de los cargos públicos y su patrimonio, cosa que yo ya he hecho en esta campaña”.

¿Le preocupa la más que posible abstención/desafección de la gente en estos comicios?

“Me preocupa, más allá de estas elecciones, la desconfianza y desafección de la ciudadanía hacia la política, porque afecta a nuestra ciudad y a nuestra capacidad de transformación. La grave crisis que sufrimos no ha hecho más que acentuar esta tendencia. Queremos hacer un llamamiento a pasar de la movilización social contra los recortes en política social a una movilización electoral el 22 de mayo. Si no hacemos este paso, las movilizaciones habrán sido útiles pero no tendrán continuidad en las administraciones y es en los órganos de gobierno donde hay que evitar que se instauren retrocesos sociales”.

Usted está especializado en políticas sociales y en el Estado del Bienestar, actualmente en peligro. ¿Algunas medidas para salir de esta crisis?

“La defensa del Estado del Bienestar es, para ICV-EUiA un elemento de combate político prioritario. Un Estado de Bienestar que queremos fortalecer, pero que también queremos hacer distinto. Más próximo y cálido, más humano y participativo. Para profundizar en los derechos sociales y generar algunos nuevos, vinculados a los barrios y a la cotidianidad. Eso implica el compromiso con las escuelas públicas de barrio, la defensa de los equipamientos sociales y de salud pública, el impulso a las promociones públicas de vivienda, los programas de ocupación, la defensa total de las pensiones y las prestaciones de desempleo como garantía de ingresos a miles de personas humildes, la apuesta por la ampliación del transporte público a todos los barrios y por su tarifación social. En definitiva, un Estado del Bienestar fuerte como garantía esencial de cohesión social en el día a día de la ciudad. Ante  la ilógica de los recortes, nosotros defendemos el Estado del Bienestar y el impulso a dos dinámicas: la innovación social y la ampliación de derechos, ambas lideradas desde la proximidad, desde el compromiso por una Barcelona inclusiva y socialmente cohesionada”.

Usted también tiene mucha experiencia en el ámbito docente, y la educación es otro de los pilares del Estado del Bienestar en situación grave, con unos profesionales que acumulan bajas por estrés, reducción de horas, un fracaso escolar cada vez mayor, una ESO que ha reducido drásticamente el nivel de exigencia… ¿Qué se puede hacer en este sector?

“Los cambios sociales, los cambios en las tipologías familiares, la crisis económica, los índices de fracaso escolar y la necesidad de hacer una educación más equitativa hacen que sea necesario mantener la educación como una prioridad de primer orden en la ciudad. Desde ICV-EUiA seguimos apostando con firmeza por un modelo educativo para la ciudad basado en la calidad, la proximidad, el conocimiento, la equidad y la participación, con una defensa clara de la escuela pública y su credibilidad política y social. Queremos potenciar un proyecto educativo de ciudad como herramienta estratégica para la construcción de la ciudadanía, con participación e implicación de la comunidad educativa y el trabajo en red. Tenemos que conseguir una educación inclusiva de calidad en todos los centros. Hay que incrementar el número de plazas públicas de guarderías y garantizar la equidad en el acceso. Mejorar también la equidad en el acceso y durante la escolarización como elementos potenciadores del éxito escolar. Asegurar la calidad de la orientación educativa al terminar la ESO, de la oferta educativa de la transición escuela-trabajo y de la formación profesional”.

¿Cómo valora el conflicto existente en el ámbito de la sanidad?

“La situación de crisis económica es la excusa que CIU utiliza para aplicar su modelo político, que supone un desmantelamiento de los derechos sociales, un claro recorte del Estado del Bienestar y la pérdida de protección social, mercantilizando los servicios a las personas. Desde el gobierno del Ayuntamiento hemos demostrado que hay formas de luchar contra la crisis radicalmente diferentes a las que está empleando CIU desde que está en el gobierno de la Generalitat. Queremos profundizar en las políticas basadas en el diálogo y la concertación con los agentes sociales. Hemos demostrado que es compatible una política de austeridad y de rigor en el gasto con el crecimiento de las políticas sociales y de ocupación y el mantenimiento de la inversión pública. ICV-EUiA somos los garantes más coherentes del Estado del bienestar, ante los que prometen mucho pero recortan la sanidad y la educación, o los que desde el Gobierno central intentan desmantelar las pensiones públicas, perjudicando injustamente a los que menos tienen en un contexto de crisis, y damos nuestro apoyo y participamos activamente en las protestas en este sentido”.

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