Dan Brokers creo en 1985 el Hash Marihuana & Hemp Museum de Amsterdam (Holanda) y ahora después de comprar por un millón de euros este palacio, lo ha rehabilitado y convertido en museo para informar y acercar a los visitantes la cultura del cannabis, una visión del pasado, del presente y del futuro de esta planta, que tiene muchas cualidades aparte de las psicotrópicas, una hierba que se utiliza para fines industriales, nutricionales, medicinales, religiosas y como no, lúdico recreativas.

La recuperación de este espacio ha sorprendido gratamente a los vecinos, que fueron invitados a recorrer las instalaciones antes de la inauguración, cuando nosotros hicimos la visita, desde uno de los balcones al lado de dos bellas plantas de cáñamo, vimos en un balcón enfrente del museo una pancarta que exigía un barrio digno, ignoramos si era un alegato en contra de este museo.

Una gran puerta nos da paso a unas taquillas con un bello mueble de madera y al fondo a la izquierda, la tienda del museo, con el folleto en la mano realizado en diferentes idiomas (con un diseño bastante artesanal y antiguo) subimos unas escaleras situadas a la derecha que nos llevan a la entrada superior del museo, mientras subimos miramos al techo, vemos una vidriera plomada restaurada, una vez arriba, entramos en contacto con el primero de los espacios de exposición, unas vitrinas y las paredes nos muestran imágenes y documentos sobre la historia y arquitectura del palacio Mornau, sus diferentes rehabilitaciones a través del tiempo y su importancia en la vida barcelonesa del siglo XIX y principios del siglo XX.

Veremos luego la historia del cáñamo, una ilustración del cannabis del famoso libro de Discórides, el manuscrito iluminado más antiguo de botánica y farmacología, imágenes de la Marihuana, Cannabis sativa L, Cannabis indica L, y conoceremos las palabras antiguas para denominar la planta, Cannabis, Shadanaj, Kaneh bosem, Ma, Bhang, Azallú, A.zal.la, Shemshemet, después de esta clase de botánica y de la elaboración y fabricación del hachís, pasaremos a la sala donde una vitrina exhibe una gran cantidad de pipas y utensilios diversos para fumar el cáñamo, sólo o con tabaco, pipas de agua, pipas africanas con una decoración exquisita, en las paredes pinturas originales de artistas del siglo XVII, de fumadores y consumidores de cáñamo y tabaco, en unos locales llamadas, casas de fumar”, los «coffeeshops¨» de la edad de Oro. También podemos ver un traje de Samurai hecho con cáñamo, escondido entre balcón y balcón.

Pasamos a otra zona dentro del espacio más antiguo del Palacio, vemos el uso industrial del cáñamo, producto que se ha usado desde siglos en los diferentes territorios de Europa y del mundo, grabados y muestras del producto, su elaboración, usos y productos manufacturados, una proyección nos muestra las técnicas para la elaboración de la fibra para conseguir productos como cuerdas, maromas, redes y aparejos, velas de lona, una bella maqueta de barco y la importancia del calafateo, donde el cáñamo era imprescindible.

La elaboración de cuerdas, la cordelería, grabados y fotos nos muestran su elaboración; en los años sesenta en el pueblo donde nací todavía se hacían la cuerdas igual que muestran esas imágenes, el nylon y otros materiales acabaron con esa pequeña indústria artesana, imágenes y cuadros de hilanderas  que crean los hilos de cáñamo y luego tejen creando prendas de vestir, zapatos, un kimono, demostrando que esta planta es mucho mejor y más económica que el algodón, el lino o cualquier fibra sintética.

Por favor, a la vez que miran la exposición observen las salas, techos y paredes, ventanas, vidrieras, sillas y otros espacios del palacio-museo, todo forma parte de la exhibición, por eso pagaran 9 €, durante el primer mes 5 € euros la visita.

Prensando las semillas podemos crear aceite, como el aceite para lámparas. El papel que se produjo por primera vez en China utilizó la pulpa del cáñamo. En 1943 el gobierno de los Estados unidos pidió a los agricultores ¡Cultivad Cáñamo!, se legalizó su cultivo, para volver a ilegalizarlo después de la guerra, veremos la película llamada Hemp for Victory (Cáñamo para la victoria http://www.youtube.com/watch?v=ejrCaC-52-s).

Las semillas diversas, la raíz, la madera, la fibra de cáñamo nos muestra las posibilidades del uso industrial, telas para pintores, bolsas de agua, pantalones tejanos Levi Strauss. Dando paso a la versatilidad del cáñamo, carrocerías para coches (mezclados con resinas y otros materiales), etc. En 1993, Ben Dronkers, el creador del museo fundó la empresa HempFlax, después de cincuenta años el cáñamo se volvió a cultivar en los Países Bajos, esta empresa hace paneles para puertas, materiales aislantes, lechos para gatos y otros animales, Hempcrete, sustituto de ladrillos y tochos, aceites desinfectantes y suavizantes para cuero, protectores de raíces para impulsar el crecimiento, biocarbón, fibra textil, madera contrachapada, cosmética y alimentación. Este apartado es instructivo, útil y muy didáctico .

Entramos en la zona mística, el uso del cannabis desde el punto de vista religioso, diferentes culturas donde la religión ha usado el aceite, los vapores y humos del cáñamo, desde la antigüedad pasando por la el nuevo testamento, un inciso sobre los rastafaris y el uso del cannabis como un sacramento para purificar el cuerpo y el espiritu. Diversos ejemplos del uso del cannabis como psicoactivo en diferentes civilizaciones, posiblemente como medicina.

El cannabis y la cultura, escritores como Rabelais o Shakespeare ya tenian conocimiento de las propiedades estimulantes del cannabis.Theophile Gautier organizó el Club des Hachichins, donde la élite del mundo artístico y literario francés se reunía con Charles Baudelaire, Honoré Daumier, Gérard de Nerval, Gustave Flaubert, Alexandre Dumas, Honoré de Balzac y Victor Hugo entre otros para consumir el hachis y experimentar sus efectos psicotrópicos en grupo.

En los años 30 del siglo XX, las autoridades americanas utilizaron la propaganda mediante películas, libros, panfletos y carteles que mostraban la marihuana como el producto más nocivo para la juventud. Pasamos luego al uso de cannabis y la contracultura; a partir de los años 60 el movimiento hippy y su lema “paz, amor y felicidad” recuperó el consumo del cannabis, y eso se refleja en el arte, la música, la literatura, el comic y el cine. Se puede escuchar música y ver fragmentos de películas. Empiezan las campañas a favor de la Marihuana, veremos un cartel anunciando una manifestación favorable a su legalización. Se extiende su uso y también se penaliza brutalmente su consumo. Diversos materiales como carteles de cine, insignias de la policia (con el símbolo de la hoja de «maría»), pruebas de drogas, sellos de impuestos de marihuana, carteles, litografias artísticas, posters, etc. configuran este espacio.

Después de recorrer las salas repletas de materiales y objetos curiosos y de cultivarse con esta clase magistral sobre el cáñamo, llegamos al uso medicinal del cannabis, es la parte final, la aspirina del siglo XXI, el uso compasivo de la hierba, aceites medicinales, aerosoles, vaporizadores que sustituyen el humo por vapor, y por último la proposición 215, una ley de California de 1996 que regula el uso del cannabis medicinal.

Es un viaje al conocimiento, que nos lleva a la salida, descendemos las escaleras pisando una alfombra plagada de hojas de «maria», salimos a la calle y a unos metros en papabubble nos compramos unos caramelos.

Evelio Gómez

Ilustrador y Redactor en Revista Rambla | Web

Editor, diseñador e ilustrador.

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