alt

Como cada año, una semana de agosto, es la escogida para dar a conocer el barrio barcelonés de Gracia desde otra perspectiva, de la cual todos los ciudadanos vamos conociendo más y mejor. Durante los días 15 y 21, del mes más caluroso del año, tiene lugar la “Festa de Gràcia”, Fiesta Tradicional de Interés Nacional. Las estrechas y desordenadas calles del barrio reciben a multitudes de curiosos y curiosas, entre ellos también aquellos turistas que vienen a visitar la ciudad, con sus mejores galas, olvidando por siete días el color gris del cemento de los edificios. Variopintos decorados dan color a las diferentes calles de este barrio tan pintoresco, juvenil y con tanta vida.

El primer indicio de la “Festa Major de Gràcia” data del 1817, según el documentalista Josep María Contel. Debido a los altos y bajos de la historia de la ciudad, las celebraciones de la fiesta se ha visto afectada, y por tanto, cancelada; como fue en el caso de la “Setmana Tràgica” o la Guerra Civil. La “Festa Major” tiene un aspecto cultural y popular, pero también uno de religioso y confesional. Cabe recordar, que las fiestas mayores se hacen en honor a una Madre de Dios o a un santo. En el caso de Gràcia hay una cierta discusión en el patronaje. Algunos atribuyen las fiestas a la Madre de Dios de agosto y otros a “Sant Roc”.

En los años de postguerra, las autoridades franquistas crearon una Comisión Oficial de Fiestas, la cual organizaba algunas actividades entre las que destacaba el concurso de calles decoradas con premios de una dotación económica de mil pesetas. Des del año 1976, los premios son simplemente honoríficos, eso quiere decir que la o las calles ganadoras no son beneficiarias económicamente por sus laboriosos y originales decorados.

De los orígenes de “Les Festes de Gràcia” hasta hoy en día ha habido notables cambios en los decorados y cada año el tema de la guarnición de las calles es completamente nuevo. Como es el caso de la “plaça de la Vila”, donde un castillo encantado lleno de fantasmas y tenebrosas representaciones gráficas reciben a los ciudadanos; de la calle Mozart, que con el título “Invasió a Mozart”, la calle alberga marcianos verdes y extraterrestres; de la calle “Progrès”, toda ella ambientada en los dibujos animados “Bola de Drac”, muy conocidos durante la década de los 90; de la calle “Llibertat”, donde unos divertidos robots de plástico y cartón reciben a los paseantes; de la calle “Fraternitat (EFIT)”, donde una cascada de agua y un castillo de arena delimitan la entrada y salida de la calle e invitan a entrar, representando durante todo el tramo de la calle, las cuatros estaciones del año: primavera, verano, otoño e invierno; de la calle “Verdi del Mig”, que con el lema “De tots o de ningú” representan un bosque hecho de arboles originados con más de 4.000 cajas de madera, donde muestran que la madera, que se extrajo del árbol vuelve a él con la creación de esta representación, dando las formas de esta naturaleza. En la calle “Providència”, con una extensión mayor, se representan multitudes de representaciones plásticas, que así es el tema de la calle, la mayoría realizadas como su lema indica, de plástico reciclado.

Las diferentes asociaciones de vecinos de las calles del barrio siguen un procedimiento parecido a la hora de escoger el tema para decorar su tramo de calle. Cuando finaliza la fiesta, ya empiezan a darle vueltas a la cabeza para pensar en posibles ideas para defender su calle para el próximo año. Los temas son completamente libres. Y no es necesario darlo a conocer hasta la noche antes de que empiecen las fiestas. Los vecinos dedican muchas horas de su tiempo libre para realizar los decorados. Para hacer cada uno de éstos, el Ayuntamiento de Barcelona pone a disposición de los vecinos diversos locales para llevar a cabo los grandes decorados. No obstante, hay quien los alquila para poder realizar mejor el trabajo. A parte de todo el tiempo que se precisa para llevar a cabo esta entretenida tarea, el Ayuntamiento da unas subvenciones de siete mil u ocho mil euros por calle para que hagan frente a sus gastos materiales para vestir las calles. Pero en ningún caso, esta ayuda económica es suficiente, así que los vecinos de las distintas calles durante el año hacen comidas, meriendas, realizan fiestas para “Sant Jordi” y “Sant Joan” para obtener algún beneficio con los ojos puestos en el desarrollo de “Les Festes de Gràcia”.

Los materiales utilizados como: el plástico reciclado (para hacer los robots de la calle “Llibertat, el techo de la calle “Fraternitat”, los diferentes objetos de la calle “Providència”; el porexspán para toda la cola del dragón de los dibujos de “Bola de Drac”; madera, para los árboles de la calle “Verdi del Mig”; latas de refrescos, tela de gallinero, papel de periódico, todos comunes en la mayoría de las calles.

La asociación de vecinos de la calle “Verdi del Mig” han propuesto la iniciativa: “Respectem els guarniments, la nostra identitat i el nostre origen” con el fin de que los ciudadanos y paseantes curiosos sólo se dediquen a observar sin ocasionar ningún desperfecto a unos decorados que tienen muchas horas de trabajo en sus espaldas.

Agradecimientos a: Clara Guiu, Dani Vàzquez, Joana Ventura, Manolita Domínguez, Elena Cañada, Rosabel Gutiérrez y Sergi Font.

Periodista especializada en cultura, arte, música y viajes.

Comparte:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.