Desde tiempos inmemoriables, una vez cerrado el periodo de caza en España con el mes de febrero, se abre una estela de infinita crueldad por parte de muchos cazadores con los animales que han utilizado como instrumentos en su actividad cinegética aún siendo, por encima del cañón de la propia escopeta, los que les proporcionan sus máximos trofeos.

Brutalmente apaleados o asesinados, ahorcados, tirados a cunetas o pozos, abandonados en el mejor de los casos. Así son encontrados sistemáticamente, temporada tras temporada, muchos perros cuando su rendimiento tiende a descender o, simplemente, son demasiado caros de mantener hasta el próximo ejercicio. Son víctimas especialmente los pertenecientes a la raza del galgo, el más apreciado para «el arte de la caza» ya que por su constitución natural -de talla alta, aspecto esbelto, cabeza alargada, hocico largo y pecho estrecho y profundo- le convierte en el can más veloz. De hecho, la definición del galgo como «lebrero» atiende obviamente a su capacidad de ser el animal más rápido en atrapar una liebre. De ahí su explotación también en juegos de carreras en canódromos o luchas ya prohibidas oficialmente aunque, por desgracia, no extinguidas en la esfera de las mafias a nivel internacional.

Y ¿qué es, si no mafiosa, tal manera de proceder con estos animales y sus semejantes en nuestro país a la que se suma el ineludible tráfico de ejemplares en el mercado negro? A pesar de que el artículo 337 del Código Penal relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, en su vertiente de maltrato animal, castiga al agresor con penas de 6 hasta 18 meses, todo indica que en España esta escabrosa tradición -extensible a otros tipos de prácticas crueles con animales en fiestas populares- pesan más en la balanza de la ley en el sentido de que son difíciles de erradicar. Se da la circunstancia de que España es el único país que utiliza a los galgos en la caza y que acaban siendo víctimas de estas lamentables agresiones. Europa, especialmente Holanda, ha manifestado su repulsa al respecto. Y es cierto que la intervención de las fuerzas policiales están trabajando activamente para paliar esta lacra con resultados positivos. Recientemente, la Guardia Civil desarticulaba en Cáceres a una organización criminal dedicada al robo de galgos. La operación, denominada «Ñarras» y que ha contado con la colaboración del Servicio de Protección de la Naturaleza, se inició en 2016 ante diferentes denuncias sobre robo de perros. Dichos hurtos se producían, en su mayoría, durante los meses previos a la veda de caza ya que potencialmente tenían venta en el mercado negro. La investigación continúa abierta porque se sospecha que puede tener ramificaciones a nivel nacional.

Afortunadamente, ante este panorama, existen personas concienciadas que no dudan en sacrificar su tiempo y esfuerzo para paliar la situación. Es el caso de SOS Galgos Asociación con sede en Esplugues de Llobregat (Barcelona). Se definen como «una agrupación sin ánimo de lucro, cuyo objetivo es rescatar a galgos españoles desamparados brindándoles la posibilidad de iniciar una nueva vida, formando parte de una familia que los quieran y los protejan como animal de compañía». Aparte, desarrollan programas educativos enfocados a niños- porque, desde su perspectiva, ahí radica la solución- y trabajan a nivel logístico con la finalidad de salvaguardar la seguridad y supervivencia de estos animales. Para desglosar más ampliamente su encomiable labor, hemos mantenido la siguiente entrevista con Anna Clements, directora de SOS Galgos Asociación.

Anna Clements y un grupo de galgos

Cuál fue el detonante que marcó el inicio de vuestra actividad como SOS GALGOS ASOCIACIÓN en esta lucha y en qué consiste vuestra labor.

SOS Galgos se fundó como Asociación en el año 2000 con la finalidad inmediata de provocar el cierre del último canódromo que quedaba activo en Barcelona, el de la Avenida Meridiana.

Desde entonces nuestra labor ha sido en esencia el rescate de galgos abandonados o maltratados y la búsqueda de familias adoptivas adecuadas a cada animal, una vez pasado el período de adaptación en casas de acogida. Paralelamente hemos ido trabajando a lo largo de estos años en la propagación de la información del maltrato de los galgos en España a través de todos los medios posibles.

La Asociación SOS Galgos ¿es una organización 100% altruista? ¿ se podría incluir dentro del baremo de una ONG? ¿Percibe algún tipo de apoyo económico a través de organismos sociales o empresariales al margen de la solidaridad de los ciudadanos que adoptan?

SOS Galgos es, en efecto, una ONG que no recibe ninguna ayuda económica oficial y que, para poder afrontar los costes de cada rescate de galgo, se debe valer de las cuotas de sus socios, las donaciones concretas y las campañas de merchandising.

¿Es considerable o, más bien, escaso este tipo de colaboraciones?¿Cuál ha sido la última?

Recibimos donaciones privadas, a veces cuantiosas, bien de personas generosas que comparten el horror de alguno de los rescates, bien de asociaciones privadas como una de Estados Unidos con la que estamos hermanados.

¿Cuántas personas conformáis el equipo y cuál es el perfil medio de un miembro de SOS Galgos?

La Junta de gobierno se compone de presidente, vicepresidente, tesorero, secretaria, directora y vocales.

¿Cómo os distribuís el trabajo y cómo es el día a día de vuestra labor en la asociación?

El trabajo diario lo solemos evacuar entre la secretaria y yo misma, directora general de la asociación, pero contamos con colaboradores voluntarios aquí y dislocados por varias zonas del País.

¿Cuál es la procedencia de los galgos que acogéis en la asociación y cómo os llega el grito de socorro?

Generalmente recibimos una llamada de avistamiento de algún galgo abandonado o maltratado. Apenas salvado organizamos el transporte a nuestra sede en Esplugues de Llobregat mediante una compañía con aptitud para el transporte animal. Estas llamadas suelen llegar de la zona centro del País (Castilla-La Mancha, Extremadura) y del Sur (Andalucía).

En cuanto a las dependencias de acogida de que disponéis ¿se os quedan pequeñas en ocasiones, sobre todo tras el cierre de la temporada de caza? ¿Cómo actuáis en tal caso?

Nosotros no trabajamos con jaulas o espacios de estancia de animales. Nuestra filosofía se basa en conseguirles casa de acogida una vez recibidos, visitados por el Veterinario, desparasitados, vacunados, lavados, etc. Normalmente programamos la operación de esterilización (si es que no lo están ya) para dicho período de acogida.

¿Existen otras asociaciones homólogas en España?

Sí. Por suerte existen otras que, con medios más o menos parecidos, persiguen los mismos fines.

Ahorcados, golpeados, tirados a un pozo… Aunque sea cruel incluso hablar de ello pero necesario, por otro lado, para concienciar a la sociedad sobre este tipo de aberrantes acciones de maltrato animal con resultado de tortura extrema hasta la muerte en muchos casos ( el abandono es lo más light), ¿qué tipo de procedimientos llevan a cabo exactamente esos cazadores sin escrúpulos tras utilizar a los perros y sacado su máximo partido? Una vez que los animales se les quedan obsoletos de cara a una nueva temporada. Como es sabido, en 1977 se proclamó la Declaración Universal de los Derechos del Animal. Sus 14 artículos se refieren fundamentalmente al derecho de la existencia, a la libertad, a no sufrir malos tratos y a morir sin dolor.

Los cazadores sin escrúpulos hacen criar indiscriminadamente a sus galgos con la finalidad de obtener los mejores ejemplares. Una vez entrenados al efecto, con medios a veces crueles para los perros, compiten con compañeros en la caza a la liebre. El galgo más rápido y mejor lo conservan hasta que empieza a decaer en sus prestaciones; ésto suele ocurrir a los 3-4 años, momento en que deja de ser el campeón y por consiguiente empieza a ser una carga para el cazador. A partir de entonces los métodos para deshacerse del animal son de vario tipo, desde los más “humanos”, como es llevarlo a una perrera, a los más crueles. El mes de Febrero es cuando concluye la temporada legal de caza y coincide con el mes de máximo número de abandonos, etc., y también obviamente de rescates.

Sin embargo, este tipo de práctica salvaje del cazador con el perro, una vez lo ha utilizado y ha consumado su explotación a final de temporada, se remonta a tiempos casi inmemoriales en España. ¿Qué datos tenéis al respecto en SOS Galgos?

Como bien dices se trata de una práctica ancestral y es muy difícil remontarse con datos fiables al momento histórico de su inicio. Lo cierto es que es una práctica arraigada en la cultura de algunas zonas de España y que para contrarrestarla requiere de un largo y profundo cambio en la cultura, la educación e incluso en la empatía de las personas, cambio que para que sea efectivo ha de producirse desde su primera infancia.

Recientemente saltaba a la prensa el hallazgo de un galgo en Extremadura en estado agonizante, tras haber sido golpeado en la cabeza con un objeto contundente. Los veterinarios del Refugio San Jorge de Cáceres no pudieron salvarle. Previamente, sus torturadores le habían extraído el microchip para evitar descubrir la identidad de su propietario. Sin pensar que, obviamente, este hecho le va a implicar, directa o indirectamente, en la brutal agresión al can. ¿Es éste un claro ejemplo con el que os enfrentáis a diario. Sobre todo, al final de la temporada de caza?

Sí. Desafortunadamente este caso de Extremadura no nos coge de sorpresa, lo cual no impide que cada vez nos produzca profunda desazón y repulsa.

Desde vuestro punto de vista, como asociación, ¿qué opinión os merece que en la actualidad, incluso existiendo una penalización legal por maltrato animal ( artículo 337 del Código Penal relativo a la protección de fauna y animales domésticos) continúen produciéndose estas acciones tan crueles, tan monstruosas, contra los galgos? En general, ¿por qué todavía tiene tanto peso en nuestro país mantener ese tipo de inhumanas tradiciones que atentan tan cruelmente contra los animales? Y aquí hacemos referencia también a las celebraciones populares de pueblos en las que » asesinan», esa es la palabra de rigor, a animales de diferentes especies como leitmotiv de las fiestas.

Siempre hemos pensado que la única forma seria y duradera de combatir contra el maltrato con los animales y contra las tradiciones que lo amparan, reside en la Educación. Educación entendida como una auténtica formación desde la infancia en todo lo que significan los derechos de los animales, amparados por leyes que al parecer cuesta de implementar, el respeto hacia sus vidas, la tenencia responsable de mascotas y en general la empatía hacia ellos. En ese sentido desde hace varios años vamos impartiendo talleres en escuelas de nuestro entorno y también en ocasiones en otras zonas del País, siendo nuestro objetivo inmediato la creación de un primer Centro educativo “piloto”, ya en estado de obras avanzado, que debería servir de ejemplo o prototipo para repetirse en todas las zonas de España posibles.

Nos consta que en vuestra asociación, aparte de recoger, auxiliar y acoger a estos animales, os implicáis también en la lucha legal por preservar su integridad ante el maltrato de que son víctimas. ¿Qué tipo de medidas tomáis?… ¿qué armas utilizáis en esa lucha?

Nuestra implicación en la lucha legal se materializa en diferentes frentes. Desde la organización de manifestaciones urbanas para propagar la denuncia de actividades contrarias a los derechos de los animales, a la participación en manifestaciones aquí y en otros Países con el mismo fin, pasando por campañas de recogida de firmas para apoyar ponencias ante la Administración, llegando incluso al Congreso de los Diputados. Somos, conjuntamente con las otras asociaciones, la voz de estos animales, como dicen varios lemas conocidos.

¿Cuál es el caso más escabroso que habéis atendido hasta ahora?

No es posible limitarse a un caso concreto; hemos atendido en nuestro centro a decenas de galgos con profundas lesiones originadas por el hombre, algunas irreversibles. La crueldad puede adquirir formas muy variadas.

¿Qué número de galgos lleváis atendidos hasta la fecha y cómo gestionáis su futuro?

Nuestro promedio de rescates y adopciones anual se puede cifrar en cerca de 500 galgos. Parece una cifra mínima frente a las decenas de miles de galgos abandonados cada año, pero esa es nuestra capacidad.

La Comunidad Europea ya se ha manifestado contra el trato que se le da en España a los galgos, una vez acabada la actividad de la caza. ¿Ha habido una reacción clara al respecto por parte de la Administración o continúa existiendo, en este sentido, una mirada hacia otro lado?

Creo que tu apreciación de “mirar hacia otro lado” describe muy bien la realidad de la actitud de nuestros gobernantes. Y, desde luego, no pueden esgrimir ignorancia de los hechos puesto que, como ya te he dicho antes, hemos llegado hasta el propio Congreso con ponencias firmadas por miles de ciudadanos. Posiblemente, legislar contra actividades que no dejan de ser fuentes rentables incluso bajo el punto de vista turístico, no debe ser tarea cómoda. Pero ello no debe impedir el progreso y la civilización.

¿Se tiene constancia de que ocurra este tipo de utilización y desecho de galgos durante el periodo de la caza en otros países, o nos llevamos la palma?

La caza con galgos está prohibida en casi todos los Países de Europa. En eso, desafortunadamente, nos llevamos la palma. Pero crueldad hacia algunos animales se da también en otros Países.

En los escasos días que nos distancian del cierre de temporada de ese denominado «arte de la caza», ¿qué balance abordáis en cuanto a número de animales abandonados y torturados de estas viles maneras?, ¿supera o es inferior al del anterior año?

Aún es pronto para evaluarlo. Estamos precisamente viviendo a diario las consecuencias del final de la temporada de este año. Pero no creemos que vaya a haber una gran diferencia con el año anterior.

¿Cuál es el periodo de vigencia de un galgo en número de temporadas de caza? ¿De qué depende su «reutilización»?

El galgo crece y se desarrolla hasta alcanzar su esplendor en el tercer/cuarto año de vida. A partir de este momento puede seguir ofreciendo todas sus prestaciones pero ya sin superarlas. Y además hay que contar con los «vicios» que el animal puede ir adquiriendo, como por ejemplo recurrir a atajos en ciertos recorridos, lo que convierten al galgo en animal “sucio” para el cazador que compite.

Hace unos días, agentes de la Guardia Civil del Equipo Roca de Cáceres -todo apunta a que esta provincia prevalece en este tipo de acciones delictivas- en colaboración con el Servicio de Protección de la Naturaleza, ponían fin a una operación denominada «Ñarras» con el resultado de la detención de tres personas acusadas de los delitos de hurto de galgos y pertenencia a organización criminal. La investigación continúa abierta y se sospecha que pudiera tener ramificaciones a nivel nacional. ¿Cómo observáis este tipo de hechos desde vuestra asociación? Estamos hablando de negocio con estos animales en el mercado negro.

En la asociación observamos con cierta resignación estos hechos delictivos que ya no nos sorprenden. Pero, en cambio, nos resulta estimulante que por fin las autoridades policiales se pongan en marcha y que destapen redes y cuantos negocios sucios puedan hacerse con animales como mercancía.

¿Cual es el origen de esta familia de canes? ¿Atiende el galgo español al ejemplar de mayor pura sangre? Como en el caso de los caballos y con la finalidad de sacarles más partido en su explotación, ¿se han producido cruces?

El galgo español es una raza autóctona del País. Su historia es larga y en ella ha habido, en efecto, cruces antiguos que han llevado al actual estado de la raza. No creemos que el caso del caballo pura-sangre sea asimilable.

Hablemos del galgo como mascota, otra manera cada vez más creciente de valorar a estos animales. ¿Cuáles son las características más apreciables de este espécimen en su convivencia con los humanos, a la par que con otros animales domésticos?

El galgo como mascota se está en efecto imponiendo más y más. Y no nos extraña: es un animal, además de estéticamente hermoso y elegante, de un carácter dócil y sereno que lo convierten en animal de compañía perfecto. Suele dormir 14 horas al día, lo cual ya indica el grado de serenidad y calma que puede aportar a un hogar. Y cuando se le saca a pasear o a correr, es un animal generalmente sociable con otros perros y muy agradecido.

¿Opináis que, en este aspecto, el célebre documental sobre los galgos que está realizando Yeray López Portillo contribuirá en gran medida a concienciar a la sociedad sobre la situación de los galgos? La convivencia con su perro, Bacalao, le ha llevado a admitir que es cierta la teoría de que un galgo es como una droga, una vez compartes su compañía?

No tengo mayores datos del documental que citas, pero creo que podría compartir el mensaje del autor en cuanto al nivel de conexión que puede llegar a crearse entre el galgo y su dueño. No en vano es un tipo de animal que se utiliza en determinadas terapias geriátricas o con juventud inadaptada por la clase de vínculo y serenidad que es capaz de transmitir a la persona.

Aconsejo vivamente a las personas que se plantean la tenencia responsable de una mascota que analicen la posibilidad de elegir a un galgo rescatado; una vez superados los posibles traumas de memoria de lo que fue su etapa de vida anterior, es capaz de volcar su gratitud y fidelidad con su dueño como pocos.

Y… si me permitís el dicho: ¡“dos mejor que uno”! El galgo es en origen animal de manada y no ama la soledad; un compañero puede resultarle perfecto.

Nuestro agradecimiento a SOS Galgos Asociación por esta entrevista que, ojalá, contribuya a concienciar a la sociedad española acerca de esta terrible práctica con los galgos y, en general, con el resto de los animales. En 1977 se proclamó la Declaración Universal de los Derechos del Animal. Se compone de 14 artículos referidos fundamentalmente al derecho de existencia, a la libertad, a no sufrir malos tratos y a morir sin dolor.

Todas la personas interesadas en colaborar económicamente o adoptar galgos pueden contactar con esta asociación sin ánimo de lucro.
SOS GALGOS
C/ Àngel Guimerà, 17
08950 Esplugues de Llobregat (Barcelona)
Tl. 93 3727750 / 607216896
e-mail: sosgalgos@sosgalgos.com
http.//WWW.sosgalgos.com/

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