Trump presidente no llega al mundo, como Adán, en el inicio de la historia. Trump llega 10 años después de la segunda mayor crisis económica global después de la de 1929, de la que las estadísticas del paro dicen que EEUU ya ha salido. Pero no debe ser del todo verdad cuando un candidato de la derecha para ganar ha tenido que prometer que las fábricas volverán a EEUU. Los cracks de 2007 y 2008 averiaron el mecanismo de EEUU como mercado para los productos de los países exportadores, que a su vez reinvertían en EEUU un alto porcentaje de sus beneficios. Dicho en términos marxistas: la crisis de sobreproducción alcanzó a la mayor metrópoli imperialista. Los trabajadores tienen necesidades insatisfechas que no pueden convertirse en demanda por los bajos salarios y por el número de excluidos del mercado laboral (parados camuflados). La rebaja de impuestos de Trump sacará 2,4 billones de las cuentas públicas en los 4 años de mandato (según el Tax Policy Center). El gasto en infraestructuras será de 1 billón, y en inversiones militares 0,3 billones (según Trump).Al final del mandato habrá 5 billones más de deuda pública. Los expertos no se ponen de acuerdo si habrá una crisis de deuda ahora o al final del mandato o en algún punto intermedio. Respecto a la re-localización de fábricas en una economía de libre mercado, o Trump impone que las corporaciones de EEUU o de fuera de EEUU bajen su tasa de beneficio o no habrá nuevas fábricas, o las que haya será con un nivel de automatización que crearán un número anecdótico de puestos de trabajo. Además, si se desregula más la banca, el dinero no irá a la producción, sino a la compraventa de acciones.

iVeamos algo de contexto! Trump es abiertamente autoritario, machista, misógino, racista, xenófobo, islamófobo, antiinmigración y apoya claramente la ultraderecha mundial. Su gobierno está formado por hombres blancos, millonarios, ex-generales y de ultraderecha racistas. Todos los candidatos en las primarias republicanas querían tirar atrás la reforma sanitaria de Obama y recortar impuestos, especialmente a las empresas y rentas altas y alguno también a las rentas bajas. Ni Trump ni Sanders eran los candidatos de los principales sectores de la burguesía en las elecciones norteamericanas. Tanto uno como otro tenían en el programa una inversión en infraestructuras de 1 billón de dólares, Clinton de 0,245 billones. Tanto Sanders como Trump apoyan la relocalización de las fábricas en EEUU. Sanders y los sindicatos estaban por retirarse del acuerdo comercial Transpacífico firmado hace un año y del que Trump se ha retirado (o quiere renegociar) hace una semana. Obama (partido demócrata) expulsó 2,6 millones de emigrantes sin papeles en sus 8 años de presidencia. Trump ha dicho que expulsará entre 2 y 3 millones en 4 años de los 11-13 millones de inmigrantes sin papeles que hay. El Presidente Clinton (partido demócrata) construyó 1.100 Km de muro en la frontera con México: Trump quiere levantar 2.000 Km hasta completarlo. China y EEUU no firmaron hasta hace 4 meses el acuerdo contra el cambio climático de París. EEUU no había firmado el acuerdo de Kioto. Trump dice que el cambio climático causado por la especie humana no existe. El premio Nobel de la paz Obama ha estado en guerra todos los días de los 8 años de mandato. Ha bombardeado Siria, Irak, Afganistán, Libia, Yemen, Somalia y Pakistán. Obama no cerró Guantánamo e instituyó un programa secreto de homicidios con drones a nivel mundial. Trump está a favor de la tortura. El presidente Clinton desreguló la banca y las finanzas, como respuesta a la bajada de la tasa de beneficio del capital. En 2008 fué el primer aviso de que se estaba acabando el margen para esa política de alocada especulación. Obama tuvo que regular algo las finanzas con la ley Dodd-Frank. Hillary y la FED (el equivalente del banco central de EEUU) decían querer aumentar la regulación. Trump quiere quitar la ley Dodd-Frank de Obama, con un secretario del tesoro de Goldman Sachs (como Guindos o Draghi). En otros terrenos – mediambiental, energía – Trump apuesta por la desregulación con la autorización de oleoductos en Alaska y eliminar trabas al contaminante fracking.

Respecto al ofrecimiento de Trump a Putin de mayor colaboración, sólo hace falta ver el nivel de colaboración que han tenido los dos estados en la guerra de Siria. Si Israel o EEUU bombardean como lo ha hecho Rusia, se incendia la región. Haciéndolo Rusia, se ha golpeado a la revolución siria con el silencio o asentimiento de una parte de la izquierda. Además, en los enlaces se documenta que los negocios y la colaboración de EEUU con Rusia, para evitar que esta llegue a mayor integración económica y militar con China es la opción actual de Kissinger y Brzezinski.

En el momento de escribir esto Trump ha entrado en la segunda semana como presidente. Manifestaciones de iniciativa feminista que sumaron 2 millones mostraron su oposición. De las cenizas de la candidatura de Sanders está naciendo un movimiento opositor. El decreto migratorio contra los musulmanes de 7 países ha renovado las protestas e incluso huelgas de taxistas en varias ciudades. Trump está actuando con el esquema de conflicto de civilizaciones, tanto internacionalmente como en EEUU. Se habla incluso de un cambio de era de EEUU en su rol imperialista.

Hace falta un partido y un programa socialista para EEUU. La clase obrera de EEUU de todas las etnias no tiene nada que ganar con el imperialismo de la burguesía norteamericana de los partidos republicano y demócrata.

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