La organización Greenpeace trabaja, entre otras cosas, para concienciar y frenar el vertido de residuos plásticos a nuestros ríos, mares y océanos. La mayor parte del plástico se usa para fabricar envases que envuelven los alimentos y productos que encontramos en los supermercados y que después serán arrojados al mar, poniendo en peligro el ecosistema marino. Hablamos con Julio Barea, experto en residuos plásticos de Greenpeace España, sobre el grave problema que supone este tipo de contaminación y sobre las medidas que se pueden tomar para erradicar esta lacra.

Julio Barea.

¿Vivimos una situación de urgencia ambiental a causa de la contaminación por residuos plásticos en mares y océanos? 

Efectivamente, nos encontramos en una situación de emergencia. El problema de la acumulación de residuos plásticos es general en todo el planeta. Desde Greenpeace hemos realizado campañas en el Ártico y detectamos plásticos en el fondo del océano. En Antártida, recogimos muestras de hielo que también contenían restos de plásticos. Los lugares más recónditos del planeta no están a salvo de este tipo de contaminación. Los estudios que se están llevando a cabo cada vez son más alarmantes. Se han encontrado restos de plástico en las aves y en las larvas de mosquitos y, a nivel humano, en orina y heces de niños.

Lo que sucede es que no existen compromisos mundiales para reducir el uso de materiales plásticos, ni tampoco se están planteando soluciones, nos encontramos en una situación de bloqueo. El problema aumenta cada día y no se está haciendo lo necesario para abordarlo.

¿Cuántas toneladas de plástico se verte al mar cada año en el mundo?

No hay datos científicamente contrastados sobre esta cuestión, algo que ya constituye un problema. Solo existen estimaciones, las cuales indican que alrededor de 12 millones de toneladas de residuos plásticos llegan a los mares cada año. Por minuto, se estima que se vierten unas 10 toneladas de plástico a los mares del mundo.

¿Cuáles son los países que más basura abocan al mar? 

Todos. Evidentemente, donde más se consume es en Europa y en Estados Unidos pero, generalmente, el sistema de reciclaje de residuos es deficiente. De todas formas, desde Greenpeace vamos a presentar un informe que demuestra que el reciclaje no es la solución.

¿Qué medidas se deben aplicar?

Lo fundamental es reducir el consumo de plásticos de un solo uso y utilizar envases que sean reutilizables. En España, hace años, los envases se reutilizaban. Esta medida ayudaría a reducir el consumo de plástico de usar y tirar.

¿Qué son los microplásticos? 

Lo que llamamos microplásticos son fragmentos de menos de 5 milímetros que se han generado por la disgregación del plástico de objetos más grandes como son botellas o bolsas. También hay microplásticos que se han fabricado de ese tamaño como son las microesferas pero éstas son menos habituales, y residen en los cosméticos y en los dentífricos.

¿Qué sucede con las especies marinas debido al grado de contaminación por plástico?

Prácticamente, todas las especies de peces, mariscos y moluscos que consumimos contienen restos de plástico en su interior, al igual que el 90% de las aves marinas.

Se conoce la existencia de una isla de plástico en el Pacífico. ¿Dónde se encuentra exactamente? ¿Cuántas toneladas de plástico recoge?

Desgraciadamente, no solo hay una isla de estas características, sino cinco. Se ubican en el Atlántico Norte y Sur, en el Pacífico Norte y Sur y en el Índico. Se calcula que la famosa isla del Pacífico, que se encuentra al norte de Hawái, triplica en extensión a la Península Ibérica, aunque los datos no son exactos porque hay pocos equipos de investigación y los recursos son escasos.

En 2016, Greenpeace determinó que en el Mediterráneo había la misma concentración de plásticos que en estas islas pero el mar Mediterráneo tiene unas características hidrodinámicas diferentes, por eso la basura no se acumula en el mismo lugar. Sin embargo, el mayor problema de estas islas no son los residuos que vemos flotando en la superficie del mar, sino los microplásticos, que se encuentran,  incluso, a cientos de metros de profundidad. El 70% de los plásticos está acumulado en los fondos marinos.

La iniciativa del joven Boyan Slat, el creador de ‘The Ocean Cleanup’, ¿es la solución para acabar con la gran isla plástica?

En absoluto. El plástico que flota en nuestras aguas solo supone un 15% del total del problema. Como he indicado anteriormente, son los microplásticos los que agravan la situación. Evidentemente, son gestos que ponen de manifiesto la magnitud del problema pero no son la solución, la cual recae en no comercializar productos con estos materiales.

En una campaña que hicisteis desde Greenpeace el año pasado, pedíais a los supermercados que dejaran de sobreenvasar. ¿Quién es el mayor responsable de la contaminación marina, las grandes empresas o los consumidores? 

Son las marcas comerciales las que tienen la responsabilidad en este asunto, aunque también el consumidor tiene responsabilidad, pero en menor medida. Si en los supermercados encontrásemos botellas de cristal reutilizables, el comprador no tendría más opciones. Pero las marcas han optado por vender productos con materiales de usar y tirar, que son muy baratos pero suponen un gran coste para el medio ambiente.

Desde Greenpeace hemos tenido reuniones con supermercados y empresas envasadoras y éstas nos dicen que no existe ninguna ley que les obligue a retirar estos materiales. Pero sus productos aparecen en lagos, montes, mares y campos, por lo tanto, ellos son los responsables de esta contaminación y hay un principio europeo que indica que “quien contamina, paga”. Hablamos de marcas como Coca Cola, Nestlé, Pepsi o Danone, que son las que más contaminan, como demuestra el informe Break free from plastic. Cuando a estas empresas se les plantean soluciones alternativas, como el sistema reutilizable de envases, no solo se niegan en redondo sino que ejercen presión para que estas iniciativas fracasen. Las empresas solo quieren seguir con su negocio, reduciendo costes y obteniendo el máximo beneficio posible. Estas medidas alternativas ya funcionan en 40 países y regiones del mundo y los grupos ecologistas llevamos años queriendo implantar estas prácticas en España, sin éxito.

Los estudios indican que un 90% de los residuos plásticos no se reciclan, ¿por qué?  

A nivel económico, el plástico no es rentable, no como el vidrio, el metal o el aluminio. El plástico se va degradando, lo que supone que una botella de plástico no pueda volver a ser una botella de plástico. En el mejor de los casos, se convierte en una percha o un forro polar. En la siguiente etapa de reciclaje, el plástico vuelve a degradarse y ya tampoco será el mismo objeto.

Hace unos años se estableció que las bolsas de plástico en los supermercados tuvieran coste. ¿Ha funcionado esta iniciativa para reducir los residuos plásticos? En caso afirmativo, ¿en qué porcentaje?

En 2011, en España, las grandes superficies decidieron, de forma unilateral −no estaban obligadas por ley−, cobrar las bolsas de plástico de un solo uso. El año pasado ya se legisló para que esta medida fuese de obligado cumplimiento. No sabemos en qué porcentaje se ha reducido el consumo porque nadie ha hecho esta valoración pero hoy es frecuente ver en los supermercados a gente con carritos o bolsas de tela para transportar sus compras. Sin embargo, esta medida no es suficiente, ya que ni siquiera debería existir la posibilidad de comprar bolsas de plástico. Éstas tienen una vida útil de aproximadamente 12 minutos y, al final, tardan más de 50 años en degradarse y cuando lo hacen, se convierten en trozos de plástico.

¿Qué iniciativas existen en España a nivel municipal para reducir el consumo de plástico?

Se llevan a cabo iniciativas, impulsadas por los ayuntamientos, como promover el agua de grifo en vez del agua embotellada y prohibir objetos de plástico como las cápsulas de café, vajillas y cubiertos de un solo uso. Pero mientras no haya una legislación equivalente a no poner a la venta productos plásticos, no se actuará sobre la raíz del problema. Otra opción sería establecer un coste elevado para los envoltorios plásticos de los productos, de esta forma, nadie los compraría.

La ONU ha llevado a cabo varias campañas para frenar el uso de plásticos en nuestro día a día como la de “Rompe con el plástico”. ¿Considera que estos organismos internacionales están haciendo suficiente para concienciar?

Se están realizando campañas interesantes, pero no son suficientes. Además, la ONU no tiene ningún poder sobre los Estados, puede hacer recomendaciones, pero no tiene poder legislativo. Con el tema del cambio climático es muy claro que la ONU no puede obligar a los países a reducir las emisiones de CO2, de hecho, Estados Unidos ha salido del Acuerdo de París sin ningún problema.

¿Qué actividades se llevan a cabo desde Greenpeace para concienciar a la población del problema ambiental?

Hemos realizado muchas iniciativas para denunciar e investigar el problema. Hemos hecho campañas oceanográficas en el Mediterráneo, Antártida, Ártico y en la famosa isla del Pacífico. Además, contamos con actividades para concienciar sobre esta cuestión y realizamos limpiezas de mares que ponen sobre la mesa el gran problema que existe sobre los residuos plásticos.

¿Cree que en las escuelas hace falta una asignatura de educación ambiental?

Muchas escuelas ya cuentan con este tipo de asignaturas. Los más pequeños están bastante concienciados e, incluso, muchas veces son ellos quienes riñen a sus padres por cómo separan los residuos.

¿Cómo visualiza el futuro más inmediato si no cambiamos nuestros hábitos y no se desarrollan políticas encaminadas a frenar los residuos plásticos? 

Somos bastante pesimistas sobre el futuro y no lo afirmamos solo nosotros, también la ONU o la fundación MacArthur, la cual indica que, de seguir así, para 2050 habrá más plástico que peces en los mares.

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