Entre todas las expresiones del hombre, el arte siempre tuvo un lugar audaz y transgresor; el arte siempre mira al sujeto con los ojos del interior en relación con el mundo externo; con la mirada del impulso creador en un acontecer más allá de lo racional. Será por este motivo que, dentro del momento crítico que parece estar atravesando nuestra sociedad, ha surgido una amplia gama de nuevos senderos, que al ser recorridos, permiten recuperar el equilibrio y armonía necesarios para vivir con calidad.

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Funcionan como anticuerpos, ayudando al individuo a eliminar el peso de sus mochilas personales, y a recuperar el esplendor de la esencia personal. Son caminos repletos de promesas de bienestar personal y mejora de la calidad de vida. Dentro de esta amplia tendencia, han aparecido las terapias creativas. O sea aquellas terapias que usan el proceso creativo (a través de la pintura, la música, la danza, la interpretación) para una intervención con fines terapéuticos, pero también de rehabilitación, desarrollo comunitario, y en ámbitos educacionales.

Arteterapia. Musicoterapia. Danzaterapia

Frente a lo desconcertante y hasta inexplicable mundo de las emociones y reacciones humanas,  desde mediados del siglo XX nacen estas técnicas terapéuticas que, partiendo de lo intrínsecamente “expresivo” del arte buscan aproximarse a la comprensión del sujeto que padece.

Comenzaron a utilizarse primero en personas con discapacidades mentales o psíquicas, ampliando paulatinamente el espectro de posibilidades terapéuticas, y demostrando con investigaciones científicas los beneficios palpables de la expresión artística en cualquier persona, que lo desee y necesite sin limitaciones de edad.

Entre los griegos Aristóteles fue el primero en teorizar sobre la gran influencia de la música en los seres humanos. A él se debe la Teoría del Ethos, palabra griega que puede ser traducida como «la música que provoca los diferentes estados de ánimo.»

Teniendo en cuenta que la música es una de la Bellas Artes más difundida porque nace con la misma habla, se podría decir que la Musicoterapia nace con la misma humanidad (¿No es la Nana el primer acto musicoterapéutico universal a todas las culturas?). También encontramos los mismos patrones en el Arteterapia o en la Danzaterapia.

¿Pero, cómo funcionan y cual son estos beneficios? En el corazón del barrio de Gracia ha abierto un un centro, www.artemisabcn.com, que ofrece estas terapias creativas, y el primero que las ofrece en conjunto.

En arteterapia se utiliza la plástica como medio para establecer un diálogo paciente-terapeuta, con el objetivo de poder expresar posteriormente el contenido plástico creado. La visualización en forma plástica del problema por parte del paciente le permite reconocer que es lo que genera la situación de angustia y a través de proceso creativo encontrar nuevas vías por el cambio.

Según la ADTA (Asociación Americana de danza movimiento terapia) la danzaterapia es “el uso psicoterapéutico del movimiento como proceso que tiene como meta integrar al individuo de manera física y emocional”. En este caso son el movimiento y la postura que influyen directamente en el pensamiento y los sentimientos permitiendo al paciente modificar y mejorar su estado.

Mientras que la musicoterapia es el uso de la música y sus elementos musicales (sonido, ritmo, melodía y armonía) en un proceso creado para facilitar, promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión, y así satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas del usuario.

Lo que es relevante y común a todas estas técnicas es que lo importante no es el producto artístico acabado, sino que el proceso de creación artístico propiamente dicho, ya que es en las limitaciones de este proceso en donde pueden trabajarse las dificultades para simbolizar la experiencia. En todas se da importancia a la creatividad, bajo el supuesto que su desarrollo favorecería el surgimiento de soluciones creativas en otras áreas de la vida. Y finalmente el énfasis en la creación espontánea, sin importar el grado de pericia plástica, con un objetivo más bien expresivo.

Según lo que nos explica Enrica Tifatino, coordinadora de las actividades de Artemisabcn, los beneficios que derivan de las terapias creativas son varios y han sido comprobados recientemente.

Las artes pueden tener efectos bioquímicos (afectando los aminoácidos, las hormonas etc.); efectos fisiológicos (regular la presión sanguínea, regular el ritmo respiratorio etc.); efectos músculo-motrices (mejorando la actividad muscular o el nivel de resistencia al dolor); efectos sobre las ondas cerebrales, efectos cognitivos-intelectuales, sociales y mucho más.

«Según las terapias creativas, y es también nuestra convicción – nos explica – mente, emociones, cuerpo y alma forman una unidad psico-física e interactuan constantemente unas con otras. La meta esencial que se quiere alcanzar mediante la utilización de estas técnicas es la de lograr la unión entre todos los planos.»

Es probablemente por esta razón que en Artemisabcn han decidido no trabajar con una sola de estas técnicas, sino que han creado el laboratorio DAM en que se utilizan conjuntamente arte, danza y música.

«Hemos creído que podías ser más interesante, efectivo y rápido el proceso terapéutico utilizando contemporáneamente todas las artes, sin discriminación – añade Enrica –  para poder brindar a la gente un lugar donde recorrer por distintos trayectos la geografía de su propio Ser, y en el viaje, puedan reconocerse y finalmente reinventarse.

Los DAM tienen siempre en cuenta las necesidades de los participante y es por esto que se adaptan a cualquier grupo u individuo.»

El aspecto más fascinante de estas técnicas es que, además de tener fines terapéuticos, se convierten en encuentros lúdicos en que los participantes pasan el rato también divirtiéndose.

«El Concepto de Resiliencia habla de la habilidad para resurgir de la adversidad, adaptarse, recuperarse y acceder a una vida significativa y productiva. En otras palabras es la capacidad del Ser Humano para hacer frente a las adversidades, superarlas, y evolucionar» nos explica Gustavo Plafnik, también coordinador de Artemisabcn.

«Creemos fervientemente en la capacidad individual de resiliencia. El objetivo de los Laboratorios DAM y las demás actividades, es potenciar en los participantes estas virtudes, a través de todo el arte.»

«El fundamento de nuestras actividades, que es la base de la vida misma, intenta recuperar aquella curiosidad innata y que nos permite poder afrontar las situaciones con mayor liviandad. En fin, disfrutar y divertirse en cada momento como niños» culmina Enrica.

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