alt

Cada día salen a borbotones puñados de argumentos que justifican la independencia de Catalunya y, al mismo tiempo, ridiculizan el feto malformado y huérfano del federalismo y la cerrazón de una España tan putrefacta en su nacionalcatolicismo como ufana de su prepotente imperialismo. A saber: el TC quita competencias al Síndic de Greuges; el gobierno del PP recurre al TC la ley catalana de acción exterior; el gobierno del PP aprueba en solitario en el Congreso una ley que abre la puerta al retorno de los toros en Catalunya (bajo el eufemismo de “ley de salvaguarda del patrimonio cultural”); Antonio Sanz, delegado del gobierno en Andalucía dice en Twitter que no quiere que le gobierne alguien llamado “Albert” en referencia al líder de Ciutadans; un guardia civil se orina en una estelada; la policía nacional rechaza tramitar dos DNI en Mollerussa porque la solicitud estaba hecha en lengua catalana; una abogada es vejada por hablar catalán con su cliente en el CIE y la  discriminación lingüística de un catalán en el consulado español.

No son acciones esporádicas o casuales sino actitudes derivadas de la esencia intolerante de España y de su guerra sucia, con un sistema económico, político, judicial y policial que hunde sus raíces en el franquismo. Todos estos lamentables episodios (que evidentemente no verán reflejados en ningún telediario estatal ni saldrán en el programa del insigne y revolucionario periodista de investigación Évole) se unen a la infinita lista de agravios crónicos y enquistados: una galopante deuda de más de 9.000 millones de euros en infraestructuras; un deficiente e injusto sistema de financiación con objetivos de déficit imposibles; el intento de españolización de los alumnos catalanes por parte de Wert, las negativas y obstáculos a tener productos etiquetados, sentencias y cine en catalán; las comparaciones con el nazismo, el boicot a los productos catalanes, en especial al cava (estrepitoso fracaso, ya que su venta subió un 7% en España durante el 2014), la constante anulación de leyes aprobadas democráticamente por el Parlament como el decreto sobre la pobreza energética; las reticencias y retrasos en el retorno de los papeles de Salamanca (robados por una guerra ilegítima por una dictadura todavía no juzgada); la menor inversión en los fondos contra la pobreza infantil por parte del  Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales (700.000 euros para Catalunya mientras Ceuta recibe 1,3 millones y Melilla 1,27), la extrema beligerancia, negatividad y hostilidad del 99% de los medios de comunicación estatales hacia el proceso y hacia Catalunya (con sus encuestas precocinadas siempre ansiosas de confundir deseo con realidad en las que llevan vaticinando el fin de un presunto soufflé desde hace tres años) las amenazas de intervención militar y suspensión de la autonomía, la prohibición de una consulta…y las constantes ingerencias jurídicas y judiciales.

En este ámbito es donde se ha producido una de las mayores perversiones: la expulsión durante tres años del juez Santiago Vidal por parte del CPG. ¿Su delito? Redactar un borrador de Constitución catalana. Sí, es cierto, el magistrado juró fidelidad a la Constitución española pero esta actividad la hizo durante su tiempo libre y en ningún momento interfirió ni restó implicación o calidad en sus resoluciones diarias en el ámbito penal. El trabajo de Vidal, que hizo a nivel personal (es persona antes que juez) y se inscribe en la libertad de expresión, no hubiera sido motivo de denuncia si hubiera consistido en la redacción de un borrador de Constitución de cualquier otro país.

El problema es que esta decisión convive con otras difícilmente explicables en el sentido de la politización de la justicia o, mejor dicho, la españolización de la justicia. Recordemos de manera cronológica: el PP recorrió toda la península para pedir votos contra el Estatut del 2006, posteriormente mutilado y en el que el TC proclamó que Catalunya no era una nación, cargándose la historia milenaria de un pueblo.  Hace un par de años Rodríguez Sol fue destituido de su cargo de fiscal en Catalunya sólo por decir que era legítimo defender el derecho a decidir. Se sumó a la fiesta el nuevo presidente del TC, Francisco Pérez de los Cobos, militante del PP hasta el 2011 (pagó religiosamente sus cuotas) y que de joven se manifestó admirador de Blas Piñar y llegó a romper un ejemplar de la Carta Magna. Sin olvidar la querella política a Mas, al que le acusan sin fundamento de desobediencia (se requiere una incitación expresa a la desobediencia que nunca se produjo), prevaricación (el President no consideró que dictara ninguna resolución injusta) y malversación (no consta ni se ha probado que se destinase ninguna partida a la consulta, las urnas eran de cartón cedidas por presos y la gente de las mesas, voluntarios).

Volviendo a Vidal, la situación no sería tan surrealista si no fuera porque, tal y como explica el periodista Jofre Llombart en el medio El Singular, anteriormente ha habido muchos otros magistrados que han compatibilizado su actividad profesional con colaboraciones en su tiempo libre que invaden de lleno el terreno político e ideológico y que, en coherencia con Vidal, también serían susceptibles de expulsión. Hipocresía total. Veamos:

-José Luis Requero. Magistrado de la sala de lo contencioso-administrativo del TS desde mayo de 2014. Es articulista semanal de La Razón y colabora periódicamente con la Fundación FAES, en la que ha dejado perlas escritas tales como “el aborto no es un derecho”. Además, se pronunciado a favor de una CE más centralizadora y se ha imaginado una nueva Carta Magna.

-Andrés Ollero. Juez del TC desde el 2012. Diputado del PP por Granada en los 17 años anteriores y miembro del Opus Dei. Autor del libro “Religión, racionalidad y política” donde muestra su rechazo al aborto y al hecho de que la unión de parejas homosexuales se llame matrimonio. Esta obra la publicó cuando llevaba un año como miembro del TC y mientras este tribunal intentaba resolver un recurso del PP contra la ley del aborto aprobada en la época de Zapatero.

-José Ángel Folguera Castro, juez de lo Social número 30 de Madrid. Es uno de los firmantes de la Declaración Federal, texto apadrinado por “intelectuales” españoles de izquierdas presentado el pasado julio para combatir el auge del soberanismo. Es el prototipo de una constitución inexistente y ficticia como la imaginada por Vidal. Y se inventó una nueva reforma laboral para una publicación jurídica.

-Alfonso Villagómez Cebrián. Juez y exmagistrado del TC. Escribe en el País, donde propuso la abolición de las diputaciones españolas.

-Francisco José Vieira, presidente del TSJ de Madrid. Según El País, junto a seis secretarios judiciales, cobró 27.000 euros por imaginarse una justicia digitalizada, pagados por Indra. Las reuniones se hicieron en la biblioteca del TSJM.

Añádanle a esto el hecho de que el PP pagó primas a jueces en Madrid vía empresas privadas y ya tendrá su pastel completo. El fuerte poso de franquismo sociológico que denuncia el profesor madrileño Ramon Cotarelo.

Visto lo visto, es hora de escoger entre quienes aspiran a ser consultados para expresar su opinión de manera pacífica, cívica y democrática y entre los que prohíben las consultas, entre quienes homenajean a Neus Català (última superviviente catalana de un campo de concentración) y los que homenajean a la División Azul en actos públicos (la ministra Llanos de Luna).

Teniendo en cuenta los agravios anteriormente mencionado y los precedentes de los últimos tres siglos, ¿de verdad  todavía hay alguien que piensa que España va a rectificar y a tratar Catalunya, Galicia y Euskadi con respeto y no como una posesión colonizada con una cultura, lengua, tradiciones, cámara legislativa…inferiores? ¿Alguien que le ilusione quedarse?

Ante este escenario, la independencia de Catalunya no es ya sólo cuestión de dignidad ni de sentido común o de intentar construir desde cero un Estado mejor en todos los aspectos sino de mera supervivencia. Cultural, económica y lingüística. No un “sueño irreal” como lo define Monedero, mientras pone énfasis en que el único sueño real y legítimo es el suyo.

Mira, nacionalista español, me dirijo a ti para recordarte un par de cosas: la democracia, ese invento de los griegos, significa “poder del pueblo”, de todos los pueblos, de usar libre y cívicamente su voz para tirar adelante propuestas. Por lo tanto, desde el punto de vista lingüístico, estar en contra de que el pueblo catalán pueda decidir su futuro, es antidemocrático. En cualquier caso, estar en contra de la independencia de Catalunya es tan legítimo (y surrealista) como estar en contra de la independencia de Bulgaria, de Uruguay o del Congo. Ya sé que para ti Catalunya no es pueblo, ni país, ni patria. Sólo lo es tu sagrada y grande España. Ya sabes lo que dijo Rubianes al respecto. Eso sí, Free Tibet, Free Palestina y libertad al Sáhara Occidental.

Ah, y no olvides que tú, como toda España entera, también eres independentista, pero independentista español, ¿o es que te gustaría que España dependiera, fuera dependiente de otra nación o país? ¿No estás en contra de la independencia de España? Y no, no eres facha por ondear la bandera rojigualda (estás en tu derecho y es totalmente legítimo), eres facha porque mientras la agitas no concibes que alguien pueda no sentirse español y agitar una senyera, una ikurriña o una bandera gallega. Eres incapaz de hacer compatible tu legítimo y normal derecho a sentirte español y a sentirte identificado con la lengua, cultura, tradiciones…españolas con el respeto a que alguien sienta exactamente lo mismo pero por Catalunya, Galicia o Euskadi. Por eso eres facha. Facha del ‘Santiago y cierra España”, la España ‘del ordeno y mando’, del ‘todos al suelo’, del embestir antes que pensar, del “conmigo o contra mí”, de “la Castilla miserable que desprecia cuanto ignora”.

A ti nacionalista español, que puerilmente consideras que todo el que no está de acuerdo con tu ideología cerril y el que critica esa España rancia “odia España”, sin molestarte por entender el pasado y el contexto, a ti, nacionalista español, que no condenas el franquismo pero que consideras un escándalo nacional de proporciones gigantescas que en un final de Copa del Rey se silbe el himno nacional (¿tu cerebro mononeuronal, monolingüe y monocultural ha llegado a pensar que detrás de esta pitada pueda existir un malestar fruto de siglos de discriminaciones, abusos, excesos, prohibiciones, represión, exilios, torturas, encarcelamientos y fusilamientos?).

A ti, nacionalista español, que justificas la unidad del archivo de Salamanca y la no devolución de los papeles a Catalunya por “derecho de conquista”; a ti que consideras “revanchismo” desenterrar los muertos republicanos en las cunetas y que por lo tanto te opusiste ardorosamente a la ley de memoria histórica; a ti, nacionalista español, que te ríes de los muertos catalanes, ya sea en el reciente accidente de avión o en los incendios del Empordà en el 2012, o que insultas a Mas por hacer el primer discurso en catalán (aunque luego lo hiciera en castellano y pese a que habla también inglés y francés, a diferencia de Rajoy, que comparece tarde, vía plasma o Twitter y que apenas balbucea en castellano).

A ti, nacionalista español, que no sabes, ni quieres ni puedes distinguir nacionalismo de independentismo o de catalanismo, a ti, nacionalista español, que te indigna la mera posibilidad que Cervantes hubiera podido ser catalán y que lo niegas tajantemente, pese a no haber dedicado ni un solo segundo de tu vida a estudiarlo, a ti, nacionalista español, que entras en los foros a vomitar tu bilis podrida debajo de la cobardía de un nick (sea Edu1973, obduliano66, Jason Paradise, Abogado del Diablo, enrique 2014, norkoreano libre, Naboconpundonor, Arbogastus, Chozo, alfónlibertad, La Gata Renata, Leonidas, Podenco, Pitorian, Ciudadano Pepe, Oboma Karab, VerdadDolosa, Francisco José Fernández Carra, atanor, Betrand López, Nisio, The Tic Tac Theory, cosmopol, Thelema, Feo pero resultón, Vicente, SingingBird, Guest, pardodecela, cayojuliocesar, julia, people, prisciliano, kalina, gatvell, abss, Francis, Jorge Pulido Paz, Fuego Veloz, Olafur, LFA, Blink, Nabogator, Racional y AitorMenta, entre otros).

A ti nacionalista español, que conviertes tus miedos, complejos e ideas preconcebidas en dogmas de fe irrefutables pero que nunca visitarás Catalunya para ver cómo la realidad te arruina tus miserables prejuicios (lo de las multas por rotular en catalán en comercios o lo de pegar a los niños en el patio del colegio y demás barbaridades construidas por la caverna por ultras y para ultras), a ti que por tu orgullo y falta de humildad, autocrítica, rigor histórico, empatía y sensibilidad ni siquiera te has planteado que quizás la versión de la historia que te han explicado es la que está adulterada, a ti y a tus compañeros  os dedico la frase que hace años pronunció en el Congreso el mítico Labordeta (algunos lo menospreciaron, tú quizás ni le conozcas): ‘Váyanse ustedes a la mierda’.

(PD: Mientras tanto, ya puedes abstraerte de cualquier debate profundo en el gimnasio, en el forocoches o con el transcendentalismo místico de Belén Esteban. Gritona, vulgar, maleducada, ególatra, insegura, inculta y orgullosa de su ignorancia, taurina y madridista, es la viva metáfora de esta España decadente).

Comparte:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.