El Papa Francisco ha declarado en la audiencia de este miércoles 25 de septiembre que el mundo está repleto de «magos, ocultismo y, por desgracia, de verdaderas sectas satánicas».  El Papa enfatizó: «Expulsado de la puerta, el diablo ha vuelto a entrar por la ventana».  Al referirse al Evangelio, recordó cómo Jesús, después de ser tentado por el diablo en el desierto, volvió para liberar a los oprimidos por fuerzas malignas. Lo que el Papa no explicó en su audiencia es que las sectas ocultistas e, incluso, satanistas están en las filas del propio cristianismo, disfrazadas de cristianas y, en casos extremos, participando en actividades ecuménicas con la propia Iglesia católica.

Esta misma semana, el día de 30 de septiembre, se celebrará en la Parroquia de Sant Andreu de Palomar de Barcelona un encuentro ecuménico de la organización Justicia i Pau, ligada a la Iglesia católica, en el que participarán el Arzobispado de Barcelona, iglesias evangélicas, la Iglesia Ortodoxa Serbia y la secta ortodoxa ocultista de raíz siria Iglesia Ortodoxa Apostólica Antioquena de España, fundada por el ocultista y rosacruz Alfonso García Palma y liderada por su hijo Alfonso García Burgas.

En la parte inferior derecha del cartel de Justicia i Pau que anuncia el evento, se puede leer esta información que señala, además, que los participantes ni más ni menos son los convocantes. Llama la atención la preocupación del Papa Francisco por las sectas ocultistas y satánicas y el escasísimo caso que le hacen asociaciones como Justicia i Pau o el propio Arzobispado barcelonés. Una noticia que demuestra las contradicciones existentes en esta materia en la Iglesia.

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