altEl próximo sábado día 13 de septiembre, en El Matadero de Madrid se proyectará la película “Salvador”, dedicada al proceso y asesinato de Salvador Puig Antich, en 1974. Entre los participantes en el debate posterior se encuentran el líde

 

 

 

 

El próximo sábado día 13 de septiembre, en El Matadero de Madrid se proyectará la película “Salvador”, dedicada al proceso y asesinato de Salvador Puig Antich, en 1974. Entre los participantes en el debate posterior se encuentran el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el novelista y editor Manuel Blanco Chivite. Chivite es un antiguo militante del PCE (m-l) que, en 1975, fue sentenciado a pena de muerte (conmutada la pena) en los procesos contra tres militantes del FRAP y dos de ETA, que terminó con lo que son conocidos como “los últimos fusilamientos del franquismo”. Ante el miedo de la dirección de Podemos a los posibles titulares de la prensa más reaccionaría, han decido vetar la presencia del militante antifranquista.

 

altEl día 13 sábado se proyecta en la Cineteca de El Matadero, en Madrid, la película “Salvador”, dedicada a la figura del joven anarquista Salvador Puig Antich, asesinado por la dictadura en marzo de 1974, tras un juicio farsa en el que fue condenado a muerte. Fue el último preso político sometido al llamado garrote vil.

 

Tras la proyección de la película está previsto un debate en el que iba a participar, junto a Pablo Iglesias, el antiguo militante del FRAP Manuel Blanco Chivite, (hoy escritor y director de El Garaje Ediciones), en representación de La Comuna, asociación de represaliados de la última etapa del franquismo y condenado también a muerte en uno de los últimos consejos de guerra celebrados bajo la Dictadura en septiembre de 1975.  A consecuencia de tales consejos de guerra fueron asesinados mediante fusilamiento cinco militantes antifascistas. Otros seis, entre ellos Blanco Chivite, militante por entonces del PCE (m-l) y del FRAP, vieron conmutada su pena en el último momento.

 

El grupo de comunicación de PODEMOS, temiendo, según informaron al propio Chivite y a otros miembros de La Comuna, la reacción de la prensa oficialista de Madrid (“nos encontraríamos con el titular: “Pablo Iglesias sentado en la misma mesa con un antiguo miembro del FRAP”), decidió vetar la presencia del veterano militante antifascista y sustituirla por “un perfil jurídico” como Martín Pallín.

 

La mesa de debate queda así sin ningún luchador superviviente de la época y conocedor directo de la represión de aquellos años y, en otro orden, sin la presencia de ningún familiar de Puig Antich, familiares que hoy, al igual que el propio Chivite, están personados en la Querella Argentina contra los Crímenes del Franquismo y que, de alguna manera, iban a estar representados por la abogada de dicha Querella Ana Mesutti, que no podrá participar por imponderables personales.

 

Nos hemos puesto en contacto con Manuel Blanco Chivite, quien telefónicamente nos ha añadido cuatro breves consideraciones:

 

1- Ni antes ni después de este incidente me considero enemistado con PODEMOS.

 

2- En política no es bueno permitir a tu enemigo que te marque el terreno que debes pisar y las amistades que deberías tener.

 

 3- Censurar a los de tu campo social para evitar la censura de los voceros de tus enemigos abiertos, no es muy inteligente y, además, resulta inútil.

 

4- Quien no resiste la presión en lo poco de un eventual titular de prensa que, caso de leerse, se olvida con el próximo titular, ¿la resistirá en lo mucho, cuando realmente se empleen a fondo?

 

En razón: Blanco Chivite nos habla del veto de Podemos

 

Por: Manuel Blanco Chivite

 

Cuando algo no está en razón, no está en razón y cuando está en razón, está en razón.

 

Ya. Muy simple, pero a veces sumamente acertado. Lo dice una vecina. En cada reunión de la escalera, lo repite y se lo aguantamos. Porque el método da resultado.

 

Así que no me parece desvarío aplicarlo al incidente del veto (que no estaba en razón) de PODEMOS a quien esto suscribe. Creo, sin mayores pretensiones, que la nota al respecto estaba en razón.

 

Y ante todo y primero de todo, agradecer a todas las personas que en esta leve vicisitud han mostrado su amistad, su solidaridad o, simplemente, su opinión sobre el hecho. Lo considero positivo. Y particularmente positiva la reacción habida en las propias filas de PODEMOS, al menos en lo referente a Madrid. No han sido pocas las personas pertenecientes a uno u otro círculo que han calificado la medida censora como de error y emitido su desaprobación más o menos severa. Además, lo han hecho con rapidez y sensibilidad. Lo agradezco igualmente.

 

Cuando se critica un error, explícita o implícitamente, se está exigiendo su lógica rectificación.

 

Supongo que eso, más la reflexión propia del caso, es lo que ha llevado a la dirección de PODEMOS, afortunadamente permeable a la opinión de sus afiliados y de las personas de su entorno más afín, a ponerse en contacto con el ya citado “quien suscribe” y restablecer la buena conexión. Quiero decir que el tal veto, ya no existe. Algo que, mi vecina dixit, está en razón.

 

Me alegro por todos, por pequeño que haya sido el incidente, especialmente por PODEMOS y por LA COMUNA, asociación de viejos antifranquistas a la que pertenezco.

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