La Ley Duplomb, nombrada en honor al senador francés Laurent Duplomb, ha generado un intenso debate en Francia desde su aprobación en el Senado el 28 de enero de 2025 y su posterior discusión en la Asamblea Nacional a partir del 26 de mayo del mismo año. Esta propuesta legislativa, oficialmente titulada «Proposición de ley para levantar las restricciones al ejercicio de la profesión agrícola», busca aliviar las trabas administrativas y normativas que, según sus defensores, afectan la competitividad del sector agrario francés. Sin embargo, también ha suscitado críticas por sus implicaciones ambientales, sociales y económicas, especialmente en lo que respecta a la reintroducción de pesticidas prohibidos y la flexibilización de normativas para grandes explotaciones ganaderas.
¿Qué es la Ley Duplomb?
La Ley Duplomb es una iniciativa legislativa impulsada por el senador conservador Laurent Duplomb, un exdirigente de la Federación Nacional de Sindicatos de Explotaciones Agrícolas (FNSEA) y ganadero lechero en Haute-Loire. Su objetivo principal es reducir las restricciones administrativas y ambientales que los agricultores franceses consideran obstáculos para su actividad. La propuesta surge en un contexto de crisis agraria, con protestas de agricultores en 2024 y 2025 que denuncian bajos ingresos, regulaciones estrictas y competencia desleal debido a importaciones de países con normativas menos rigurosas.
Entre las disposiciones más destacadas de la ley se encuentran:
- Reintroducción temporal de pesticidas neonicotinoides: La ley propone autorizar de manera excepcional el uso de acetamiprid, un insecticida de la familia de los neonicotinoides, prohibido en Francia desde 2018 por su impacto negativo en los polinizadores, como las abejas. Esta medida se justifica argumentando que no existen alternativas viables para ciertos cultivos, como la remolacha azucarera y las avellanas, y que otros países de la Unión Europea (UE) permiten su uso, lo que crea una desventaja competitiva para los productores franceses.
- Simplificación de normativas para explotaciones ganaderas: La propuesta busca facilitar la ampliación de instalaciones ganaderas y la construcción de embalses de agua para riego, elevando los umbrales que requieren autorizaciones ambientales. Por ejemplo, se propone aumentar el límite para explotaciones avícolas de 40,000 a 85,000 aves, lo que reduce las exigencias burocráticas para grandes explotaciones.
- Modificaciones en la gestión del agua: Inicialmente, la ley contemplaba medidas para facilitar la creación de reservas de agua (conocidas como «megabassines»), pero estas fueron retiradas o modificadas en la Comisión de Desarrollo Sostenible, generando descontento entre los agricultores que dependen del riego en un contexto de cambio climático.
- Relajación de controles sobre pesticidas: La ley elimina la obligación de separar la venta y el asesoramiento sobre productos fitosanitarios y suprime el requisito del Certificado de Ahorro de Pesticidas para productos adquiridos en el extranjero. También propone crear un consejo de orientación para priorizar autorizaciones de pesticidas según las necesidades de las industrias agrícolas, en lugar de criterios de salud pública.
La ley fue aprobada en el Senado con amplio apoyo, pero su tramitación en la Asamblea Nacional se complicó debido a unas 3,500 enmiendas presentadas por partidos de izquierda y ecologistas, que buscan retrasar o bloquear su aprobación. Para contrarrestar este obstáculo, la derecha y la extrema derecha han propuesto una moción de rechazo que permita adoptar el texto directamente en una comisión mixta, donde el Senado, de mayoría conservadora, tendría un peso decisivo.
Implicaciones para el modelo agrario francés
El modelo agrario francés se caracteriza por una combinación de agricultura intensiva, orientada a la exportación, y explotaciones más pequeñas que buscan transitar hacia prácticas agroecológicas. La Ley Duplomb tiene implicaciones significativas para este modelo, tanto en términos económicos como ambientales y sociales.
1. Impacto económico: Competitividad frente a importaciones
Los defensores de la ley, liderados por la FNSEA y otros sindicatos agrícolas como Jeunes Agriculteurs y Coordination Rurale, argumentan que las restricciones ambientales y administrativas han mermado la competitividad del sector agrario francés. Según Arnaud Rousseau, presidente de la FNSEA, prohibir pesticidas como los neonicotinoides en Francia, mientras otros países de la UE los permiten, obliga a los productores franceses a importar productos o a perder cuota de mercado. La reintroducción temporal de acetamiprid busca nivelar las condiciones para cultivos específicos, asegurando la viabilidad económica de sectores como la remolacha azucarera.
Además, la simplificación de normativas para la construcción de granjas y embalses se presenta como una medida para reducir costos operativos y mejorar la capacidad de producción. En un contexto de aumento de precios y crisis del costo de vida, los partidarios sostienen que estas medidas son esenciales para evitar la dependencia de importaciones y mantener la soberanía alimentaria. Sin embargo, críticos como la Confédération Paysanne argumentan que estas medidas benefician principalmente a grandes explotaciones industriales, dejando de lado a pequeños agricultores que representan la mayoría del sector.
2. Impacto ambiental: Retroceso en la sostenibilidad
Una de las principales críticas a la Ley Duplomb es su impacto ambiental. La reintroducción de neonicotinoides, aunque sea de forma temporal, ha generado alarma entre ecologistas y apicultores debido a los efectos devastadores de estos pesticidas en los polinizadores y la biodiversidad. Estudios científicos han demostrado que el acetamiprid afecta negativamente a las abejas, lo que podría comprometer la polinización y, por ende, la producción agrícola a largo plazo.
Asimismo, la flexibilización de normativas para grandes explotaciones ganaderas podría incrementar la contaminación del agua y del suelo, especialmente en regiones ya afectadas por la agricultura intensiva. Sandy Olivar Calvo, de Greenpeace, señala que estas medidas podrían tener «consecuencias ambientales mayores» al priorizar los intereses de la agroindustria sobre la sostenibilidad. La eliminación de controles estrictos sobre pesticidas y la creación de un consejo de orientación alineado con las demandas de la industria agraria también se perciben como un debilitamiento de la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria (ANSES).
3. Impacto social: Polarización y desigualdad
La Ley Duplomb ha intensificado las tensiones dentro del sector agrario y entre los agricultores y la sociedad. Mientras que la FNSEA y otros sindicatos apoyan la ley, la Confédération Paysanne y movimientos agroecológicos la rechazan, argumentando que perpetúa un modelo de agricultura intensiva que beneficia a una minoría de grandes productores. Un sondeo del Collectif Nourrir de febrero de 2024 reveló que solo el 4% de los agricultores considera las restricciones de pesticidas como una preocupación principal, mientras que el 52% señala problemas económicos como los costos crecientes y los precios de venta insuficientes.
La ley también ha generado protestas tanto de agricultores que la apoyan, quienes han llevado tractores a París para presionar a los legisladores, como de opositores que denuncian un retroceso en la transición hacia una agricultura más sostenible. Esta polarización refleja una división más amplia en el modelo agrario francés: por un lado, un enfoque productivista respaldado por la agroindustria y, por otro, un movimiento hacia la agroecología que prioriza la sostenibilidad y la salud pública.
4. Implicaciones políticas y legislativas
La tramitación de la Ley Duplomb ha puesto de manifiesto las tensiones políticas en Francia. La derecha y la extrema derecha apoyan la ley, viéndola como una respuesta a las demandas de los agricultores, mientras que la izquierda y los ecologistas la critican como un «regalo» a la agroindustria a expensas del medio ambiente y la salud pública. La presentación de miles de enmiendas por parte de La Francia Insumisa y los ecologistas refleja una estrategia de obstrucción parlamentaria, lo que ha llevado a propuestas para acelerar su aprobación a través de una comisión mixta.
Además, la ley plantea un desafío a las políticas de la UE, ya que contraviene directivas sobre el uso de pesticidas y la protección del agua. Esto podría exponer a Francia a sanciones económicas y cuestionar su compromiso con el Pacto Verde Europeo.
Conclusión
La Ley Duplomb representa un intento controvertido de abordar las dificultades del sector agrario francés, pero sus implicaciones son complejas y polarizantes. Por un lado, busca mejorar la competitividad y reducir las trabas administrativas, respondiendo a las demandas de los agricultores en un contexto de crisis económica. Por otro lado, sus medidas, como la reintroducción de pesticidas neonicotinoides y la flexibilización de normativas ambientales, amenazan con socavar los avances hacia una agricultura sostenible, perjudicando la biodiversidad y la salud pública.
El debate en torno a la ley refleja una disyuntiva fundamental en el modelo agrario francés: la elección entre un enfoque intensivo, orientado a la producción y la exportación, y una transición hacia prácticas agroecológicas que prioricen la sostenibilidad y la equidad. Para que Francia logre un equilibrio entre la viabilidad económica de sus agricultores y la protección del medio ambiente, será crucial abordar las preocupaciones de todos los actores involucrados y reorientar las políticas hacia un modelo agrario que no sacrifique el futuro por beneficios a corto plazo. La resolución de este debate en la Asamblea Nacional y las posibles modificaciones al texto de la ley determinarán en gran medida el rumbo del sector agrario francés en los próximos años.
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.