Además, en lo que llevamos de año se han producido 13 crímenes mortales, cuatro más que en todo el año pasado. Estos datos -añadidos a la presión mediática de algunos grupos de comunicación- han llevado al teniente de alcalde de Barcelona en materia de seguridad, Albert Batlle, a salir al paso de las críticas: “hay una percepción por parte de la ciudadanía de inseguridad, pero la situación no es irreversible y se están tomando medidas para que no se cronifique”, ha dicho.

Según el último barómetro municipal del pasado mes de junio, la inseguridad es el principal problema para el 27,4 de los barceloneses, seis puntos por encima de la cifra de diciembre de 2018. Al inicio del mandato de Ada Colau, la inseguridad era un problema para poco más del 3% de los habitantes de la ciudad condal. Uno de los focos de atracción para los delincuentes es la masificación turística que sufre la ciudad y que se ha agravado los últimos años. No obstante, Albert Batlle comenta que “Barcelona sigue siendo una ciudad segura en comparación con otras como París, Londres o Roma”.

Por su parte, los datos de epData (la agencia de datos de Europa Press) revelan que Barcelona se ha convertido durante los últimos cuatro años en la capital española más insegura. En la ciudad catalana se cometieron hasta junio de 2019 un total de 49.363 infracciones penales, lo cual sitúa la metrópoli al frente de la delincuencia en España. Solamente en 2018, Barcelona registró 194.212 delitos, un aumento del 17,2% respecto al año anterior. En cuanto a las 13 muertes violentas, los distritos donde se han registrado los crímenes son Ciutata Vella (4); Eixample (2); Sants-Montjuïc (2); Sant Martí (2); Poble Nou (1); Port Olímpic (1); Sarrià (1). Los Mossos siguen buscando a cuatro de los autores de estos homicidios.

Para abordar el caso de la inseguridad, el medio por excelencia del Grupo Godó, La Vanguardia, lanzó una encuesta entre sus lectores en la que hasta el momento han participado más de 140.000 personas. Ante la pregunta ¿Hay más inseguridad en Barcelona?, cerca del 58% de los encuestados afirma que sí, mientras que poco más del 42% dice que no.

Las redes, un arma de doble filo

Ante la sensación de inseguridad percibida, por una parte, de la ciudadanía, se han constituido diversas plataformas o agrupaciones de respuesta ante la delincuencia. La primera en saltar a los medios fue la Patrulla Ciudadana BCN (@patrullaciudad1). Su misión no es otra que identificar y señalar a los presuntos rateros que se pasean por el metro (cada semana se denuncian un millar de robos en el suburbano). La patrulla más conocida es la de Barcelona Residents Against Robbery (ROAR), que se dedica a pillar in fraganti a carteristas y a advertir a los pasajeros con silbatos, carteles y gritos.

Si bien la noticia de la creación de esta patrulla fue aplaudida por algunos medios, encontraron el firme rechazo del Ayuntamiento de Barcelona y de los cuerpos de seguridad como los Mossos. El mismo Albert Batlle comentó que el consistorio “combatirá” estos destacamentos porque “la responsabilidad es de las administraciones”. En la cuenta de Twiter de @patrullaciudad1 pueden consultarse algunas fotografías sin pixelar de presuntos delincuentes tomadas por sus miembros.

Desde mayo de 2019, en Instagram y Twitter también puede encontrarse la cuenta de Helpers BCN (@BCNHelpers), “una plataforma colaborativa de seguridad ciudadana” con “mapeo en tiempo real de agresiones, narcopisos, robos y delitos”, según detalla su biografía. En este caso, los usuarios avisan del incidente y la plataforma lo difunde en su cuenta. Se pueden encontrar mensajes del tipo “detectado toxicómano atrincherado en portal de edificio calle Pierre Vilar, 8. Los vecinos con niños pequeños no pueden salir a la calle”, o “detectados dos menores de edad armados con palos esperando víctimas en la calle de la Rosa. Evitad la zona”.

Otra cuenta digna de mención (existen muchas más como @Harto_de_Hurtos, BCNCreatures, @Barcelonaesque1, @Salvalona1, @tsunamiveinal, etc.) es La Verneda Denuncia (@VernedaDenuncia), donde los vecinos de La Verneda y La Pau manifiestan -desde febrero de 2019- sus inquietudes respecto a la situación del barrio. Así, sabemos que cada noche entre las 21:50 h y las 22 h los vecinos realizan caceroladas en protesta de las “ocupaciones indiscriminadas del barrio” que conllevan “incivismo e inseguridad”, dicen. De hecho, un grupo de vecinos de La Verneda lleva varios días custodiando dos locales de la Rambla General Prim para evitar que se ocupen.

En estos casos, las redes sociales son herramientas que sirven para conectar a los ciudadanos que sufren una misma problemática y darles voz para difundirla, pero su mensaje puede ser utilizado por terceros para crear una alarma social interesada.

Las administraciones, a la gresca

La seguridad ciudadana, como bien es sabido, es legalmente competencia de las diferentes administraciones y cuerpos policiales, que a día de hoy «no disponen de los suficientes recursos para atajar la situación». Así lo ha manifestado hoy el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, quien se ha marcado el plazo de un año para «recuperar la normalidad» en Barcelona. En cambio, el director General de los Mossos d’Esquadra, Andreu Joan Martínez, niega que exista una «crisis de seguridad» por falta de respuesta policial, pero sí admite un «problema de seguridad». La guerra está servida.

JACOBO PIÑOL FONTOVA

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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