La crisis ucraniana podría provocar un cambio en la estrategia de EEUU, pues la Administración Biden estaría estudiando implementar la táctica de la zanahoria en Venezuela, que incluiría la relajación de las restricciones actualmente vigentes sobre el petróleo venezolano para revitalizar la actividad motriz de la economía venezolana así como anular la prohibición de Trump de importar el diésel necesario para mantener la cadena del transporte de mercancías e insumos médicos.

EEUU habría dado por amortizado a Juan Guaidó, por lo que moverá sus piezas para forzar un Gobierno de Transición integrado por figuras de consenso tanto de la oposición como del chavismo, que deberá preparar unas nuevas Elecciones Legislativas y Presidenciales para el 2023 cuya hoja de ruta se habría trabajado en reuniones discretas entre representantes del Gobierno e interlocutores de la oposición contando con la mediación de la Delegación del Reino de Noruega y cuyas primeras entregas se desarrollaron en México bajo el paraguas de AMLO. Dichas negociaciones estaban suspendidas desde el mes de octubre tras la extradición a EEUU de Alex Saab, pero EEUU anunció recientemente que estaría dispuesto a revisar la política de sanciones a Venezuela si se reanudaba el diálogo entre el Gobierno y la oposición venezolanos.

Tras la imposición de fuertes sanciones a Rusia por parte de EEUU, asistimos a la orden de Biden de prohibir la importación de petróleo ruso, lo que en la práctica representa un 8 % del total de petróleo importado por EEUU y en este contexto, asistimos a la visita sorpresa de una delegación norteamericana a Maduro para lograr la estabilidad energética de EEUU.

El crudo de Venezuela es pesado como el ruso, con lo que Venezuela sería la alternativa energética de Biden para suplir la ausencia del crudo ruso, pues Venezuela tendría capacidad de producir unos 3 millones de barriles diarios, pero la imposición de sanciones por EEUU provocó la obsolescencia de las instalaciones petroleras venezolanas y una drástica reducción en la producción diaria hasta los 800.000 barriles actuales.

Tras dicha reunión, Maduro ordenó la inmediata reanudación de la mesa del diálogo con la oposición en México al tiempo que anunció como señal de buena voluntad la liberación de Gustavo Cárdenas, ex gerente de Citgo (filial en EEUU de PDVSA) así como del cubanoamericano Jorge Alberto Fernández a las que podrían suceder el resto de los llamados 6 de Citgo. En consecuencia, estaríamos en la antesala de la verdadera negociación luego de las elecciones locales y de Gobernadores del 21 de Noviembre que fijaron la radiografía de la nueva cartografía del Poder local en Venezuela con la victoria clara del madurismo tras obtener la victoria en 8 Estados además de la capital Caracas frente a los 3 logrados por la oposición.

Dichas negociaciones tratarán sobre la liberación de presos, el levantamiento de sanciones a la cúpula dirigente madurista, la reanudación de ayuda humanitaria y la confección de un cronograma para unas Elecciones a celebrar en el 2023 y caso de concluir con éxito las nuevas rondas de contactos y celebrarse Elecciones en el 2023, podríamos asistir al inicio de una nueva etapa para Venezuela que significaría el resurgir de su industria petrolera, su aceptación por la comunidad internacional y la asunción de un rol activo en el nuevo escenario geopolítico mundial que se estaría dibujando tras la crisis ucraniana.

Articulista en Revista Rambla | Otros artículos del autor

Nacido en Navarra en 1957. Escribe análisis sobre temas económicos y geopolíticos. Es miembro de Attac-Navarra. Colabora habitualmente en varios medios digitales e impresos españoles y latinoamericanos.

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