España es un actor significativo en el comercio mundial de armas. Como el séptimo mayor exportador de armas del mundo, según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), la industria de defensa española genera miles de millones de euros y emplea a decenas de miles de personas. Sin embargo, esta prosperidad económica tiene un costo humano devastador. Las armas fabricadas en España han sido vinculadas a conflictos armados y violaciones de derechos humanos, desde los desiertos de Yemen hasta las zonas de guerra en Turquía.
Las Empresas Armamentísticas en España
La industria armamentística española abarca empresas públicas y privadas, con una fuerte presencia en regiones como Madrid, el País Vasco y Andalucía. A continuación, se detallan las principales:
Empresa | Ubicación | Productos | Volumen de Negocio (2023, salvo indicado) |
---|---|---|---|
Navantia | Madrid, La Coruña, Cádiz, Cartagena | Buques de guerra, submarinos, sistemas navales | 1.43 mil millones € (pérdida de 63M €) |
Indra Sistemas | Alcobendas, Madrid | Electrónica de defensa, tecnologías de información, simuladores | 4.34 mil millones € |
Instalaza | Zaragoza | Explosivos, dispositivos electro-ópticos, prototipos de misiles | 12.4 mil millones € (2011) |
Santa Bárbara Sistemas | Varias ubicaciones | Vehículos blindados, sistemas de artillería | No disponible |
Arrieta Gun Company | Eibar, País Vasco | Armas de fuego para caza | No disponible |
Astra, Unceta y Cía S.A. | Guernica, País Vasco | Pistolas automáticas, subfusiles | No disponible |
Llama, Gabilondo y Cía S.A. | Vitoria, País Vasco | Armas de caza, escopetas, rifles de francotirador | No disponible |
- Navantia: Empresa estatal bajo la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), es el quinto mayor constructor naval de Europa. Sus productos son utilizados por la Armada Española y exportados a países como Australia y Noruega.
- Indra Sistemas: Con un 28% de propiedad estatal, Indra es líder en tecnología de defensa, con exportaciones que representan un tercio de sus ingresos, principalmente a Europa, EE.UU. y América Latina.
- Instalaza: Empresa privada que produce explosivos y sistemas ópticos, con presencia en ferias internacionales como la de Abu Dhabi.
- Empresas Menores: Firmas como Arrieta, Astra y Llama tienen raíces históricas y se centran en armas de fuego, a menudo para mercados civiles, pero también exportan globalmente.
Estas empresas reflejan la diversidad de la industria armamentística española, desde tecnología avanzada hasta armas tradicionales.
Exportaciones y Destinos
Las armas españolas se exportan a numerosos países, algunos de los cuales están involucrados en conflictos armados. Según datos de SIPRI, los principales destinos entre 1990 y 2018 incluyen:
País | Valor (TIV, 1990-2018) | Conflictos Activos |
---|---|---|
Australia | 2.4 mil millones | Ninguno |
Noruega | 2.1 mil millones | Ninguno |
Turquía | 1.2 mil millones | Siria, conflicto kurdo |
Arabia Saudí | 685 millones | Yemen |
Malasia | 591 millones | Ninguno |
- Arabia Saudí: Entre 2015 y 2017, España exportó armas por valor de 932 millones de euros, incluyendo bombas guiadas por láser utilizadas en Yemen. En 2018, España canceló temporalmente la venta de 400 bombas debido a preocupaciones por crímenes de guerra, pero revirtió la decisión una semana después, citando obligaciones contractuales (Amnesty International).
.Concurrentemente, las exportaciones a Turquía han sido criticadas por su uso en conflictos en Siria y contra grupos kurdos, lo que plantea preocupaciones sobre el cumplimiento de España con el Tratado sobre el Comercio de Armas (ATT).
Víctimas Civiles y Preocupaciones Éticas
El impacto de las armas españolas en zonas de conflicto es profundamente preocupante. En Yemen, donde Arabia Saudí lidera una coalición contra los rebeldes hutíes, las bombas guiadas por láser fabricadas en España han sido utilizadas en ataques que han matado a civiles. Un ejemplo notable es un ataque a un autobús escolar, que resultó en numerosas víctimas civiles. Desde 2015, el conflicto en Yemen ha causado más de 100,000 muertes civiles, según estimaciones, con armas españolas contribuyendo a esta tragedia (Amnesty International).

España está obligada por el ATT y su propia legislación a evitar exportaciones de armas que puedan usarse en crímenes de guerra o violaciones de derechos humanos. Sin embargo, las continuas ventas a Arabia Saudí y otros países en conflicto sugieren una priorización de los intereses económicos sobre las responsabilidades humanitarias. El Centre Delàs d’Estudis per la Pau ha documentado estas preocupaciones, destacando cómo las exportaciones españolas exacerban los conflictos y el sufrimiento humano (Centre Delàs).
Implicación y Apoyo del Gobierno Español
El gobierno español desempeña un papel central en la industria armamentística. Navantia, como empresa 100% estatal, recibe apoyo directo y es un proveedor clave para la Armada Española, que utiliza sus buques de guerra y submarinos. Indra Sistemas, con un 28% de propiedad estatal, suministra tecnología avanzada al ejército español, incluyendo laboratorios móviles de análisis químico para el Regimiento de Defensa NBQ (EDR Magazine).
En 2023, el presupuesto de defensa español aumentó un 26.31% hasta los 14.3 mil millones de euros, gran parte de los cuales se destinan a estas empresas. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) proporciona apoyo financiero y operativo, consolidando la relación entre el gobierno y la industria. Sin embargo, este respaldo ha generado críticas por parte de movimientos pacifistas, que argumentan que el gobierno prioriza los beneficios económicos sobre las consecuencias humanitarias.

Ventas a Organizaciones Privadas o Criminales
No hay evidencia directa de que grandes fabricantes como Navantia o Indra vendan armas a organizaciones privadas o criminales, ya que estas empresas están sujetas a estrictas regulaciones y venden principalmente a gobiernos o entidades autorizadas. Sin embargo, las armas pequeñas producidas por fabricantes menores, como Arrieta o Astra, podrían desviarse a mercados ilegales a través de canales no regulados. Aunque no hay datos específicos sobre este problema en España, ejemplos internacionales, como el tráfico de armas de EE.UU. a cárteles mexicanos, sugieren que el riesgo existe (Marketplace).
Voces de Disidencia: Movimientos Pacifistas y Expertos
Los movimientos pacifistas y los expertos en España han sido críticos con la industria armamentística. El Centre Delàs d’Estudis per la Pau, una organización líder en estudios de paz, ha publicado informes que condenan las exportaciones de armas españolas a países en conflicto. Su informe de 2024, “Business as Usual: Analysis of the Spanish Arms Trade in 2022-23 and the Case for an Arms Embargo on Israel,” destaca cómo las ventas de armas perpetúan la violencia y violan las obligaciones internacionales (Centre Delàs).
Los activistas de Centre Delàs abogan por reducir el gasto militar y las exportaciones de armas, argumentando que los recursos podrían destinarse a necesidades sociales como la sanidad o la educación. También piden mayor transparencia en las ventas de armas y controles más estrictos para evitar que lleguen a zonas de conflicto.
El Costo Humano Global de las Armas Españolas
Cuantificar el número exacto de víctimas de las armas españolas es un desafío debido a la complejidad de los conflictos globales. En Yemen, donde las bombas españolas han sido utilizadas por Arabia Saudí, se estima que más de 100,000 civiles han muerto desde 2015, con millones más desplazados. Aunque no todas estas muertes son directamente atribuibles a armas españolas, su papel en los ataques aéreos es innegable.
A nivel global, el Programa de Datos de Conflictos de Uppsala (UCDP) indica que entre el 30% y el 60% de las víctimas de conflictos son civiles, con proporciones más altas en guerras urbanas (Wikipedia). Las armas españolas, utilizadas en conflictos como Yemen y Siria, contribuyen a estas estadísticas, aunque no hay un recuento preciso de víctimas específicas.
¿Derechos Humanos?
La industria armamentística española es un pilar económico, pero también un agente de sufrimiento global. Empresas como Navantia e Indra Sistemas impulsan la innovación y el empleo, pero sus productos alimentan conflictos y causan muertes civiles en lugares como Yemen. La implicación del gobierno español, a través de la propiedad estatal y los contratos militares, plantea preguntas sobre su compromiso con los derechos humanos.
Como argumentan organizaciones como Centre Delàs, el verdadero costo de la industria armamentística se mide en vidas, no en euros. España debe reconciliar sus ambiciones económicas con sus responsabilidades éticas, implementando regulaciones más estrictas, aumentando la transparencia y priorizando la paz sobre el lucro. Solo así podrá España posicionarse como un líder en justicia y humanidad en el escenario global.
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.