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Deuda de Honor es el segunda largometraje (aparte de alguna película para TV) del actor-director Tommy Lee Jones, su anterior película, Los tres entierros de Melquiades Estrada nos dejó muy buenas sensaciones. En esta nueva aportación, el director ha creado una cruda y dramática historia de mujeres en la época de la colonización del oeste americano.

Nebraska 1855, la frontera entre el Este y Oesteunas pobres mujeres enloquecen en medio de la nada, problemas de cosechas, hambrunas, enfermedades, muerte y sobre todo la desesperación de la pérdida y las pocas expectativas de mejora en un medio hostil, con unos maridos de comportamiento salvaje, ignorantes y desconsiderados con la enfermedad y la condición femenina.

A las afueras de una pequeña población, vive María Bee Cuddy (Hilary Swank), una propietaria soltera que proviene del Este, una mujer que va perdiendo su juventud y oportunidades en medio del áspero campo, pero con el deseo de encontrar un marido, las oportunidades son pocas o casi ninguna, pero María Bee lo intenta mientras canta canciones tocando sobre una tela que imita el teclado de un piano.

El reverendo Down (John Lithgow) ha conseguido que una iglesia del Este se haga cargo de las mujeres, pero alguien las tiene que llevar, reúne a los maridos, pero ninguno quiere asumir el traslado, hombres que reniegan de su responsabilidad con excusas diversas, un sorteo propuesto por María Bee, la aboca a asumir el traslado. Un viaje por las llanuras, con alimañas, tribus salvajes, forajidos y las inclemencias del tiempo. La comunidad dispone de un carro y alimentos para ese viaje, María Bee sola ante ese desafío se alía con Jones Briggs (Tommy Lee Jones), un bribón de medio pelo que María Bee salva de morir ahorcado, a cambio, le exige que le ayude en ese viaje y alguna promesa económica.

Western trágico y sombrío, paisajes de ásperas llanuras, con los ingredientes del género, película que muestra la dureza de ese oeste mitificado, comprensivo y piadoso con esas mujeres humilladas que intentan en vano realizarse en medio del caos.

Deuda de Honor sirve también para disfrutar de unas buenas actuaciones del grupo de mujeres, destacando Hillary Swank en un personaje crudo y difícil, papel que desea toda buena actriz. En pequeños papeles veremos a Meryl Streep y James Spader. La película funciona mucho mejor cuando Hillary Swank llena la pantalla, Tommy Lee Jones como director lo sabe y mima todas las secuencias donde la actriz desarrolla su personaje hasta el límite. Paisajes inhóspitos, indios, forajidos, tormentas, algún tiroteo  sirven para enmarcar este western de frontera, pero lleno de fuerza, donde la problemática de la mujer es el tema prioritario, aunque el desenlace nos deja amargura. La dureza de algunas secuencias se contrarrestan con ese Tommy Lee Jones, que me recuerda al Lee Marvin de las comedias del oeste, la dirección es llevada con un ritmo pausado, no hay grandes sobresaltos en ese “road movie” por las llanuras de Nebraska, un viaje que nos lleva de la nada miserable a la nada civilizada capitalista.

Buena película que maneja con realismo el sufrimiento y la piedad a partes iguales, relato de mujeres, con valores universales, con una aproximación a las vivencias de la mujer en situaciones extremas, donde los personajes masculinos demuestran una falta de sensibilidad extrema y una desvalorización del género femenino.  Buenas secuencias, con algún altibajo, una actuación de gran calidad hasta en los pequeños papeles y una excelente fotografía. El resultado del conjunto es notable y recomendable.

Estreno: 13 de noviembre del 2015

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Director: Tommy Lee Jones

Reparto: Hilary Swank, Tommy Lee Jones, Miranda Otto, Grace Gummer, Sonja Richter, James Spader, John Lithgow, Meryl Streep…

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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