El conseller de Interior de la Generalitat, Ramon Espadaler, sopesa anular la suspensión a los Mossos d’Esquadra tras mostrar su confianza en la justicia, pero también en el “buen hacer” de los agentes imputados por la muerte del empresario Juan Andrés Benítez, conocido como «el caso Raval».

En su comparecencia en la Comisión de Interior del Parlament, Espadaler desgranó un listado de datos de delitos, faltas y detenciones de Ciutat Vella, para acotar el escenario de “complejidad” en que se mueven los policías de la comisaria del distrito. El conseller, que dedicó la primera parte de su comparecencia a enumerar e interpretar estadísticas, incidió en la alta densidad del barrio -que casi triplica la de los otros barrios de la ciudad-, la inmigración y el desempleo para valorar las dificultades a las que se enfrentan los ‘mossos’. Espadaler reconoció también la poca veteranía de los agentes de Ciutat Vella, con una media de menos de seis años en el cuerpo policial y, de paso, destacó que los delitos y faltas se han reducido en un 17% en los últimos cuatro años.

El conseller de Interior admitió «la gravedad» de los hechos denunciados, pero defendió que, aun siendo ciertas las acusaciones por parte de la juez -de atentado contra la vida y de coacción y obstrucción a la justicia-, sería un caso «condenable» pero «puntual y aislado, que no se puede elevar al rango de categoría». Espadaler además conjeturó ante la comisión, que es «improbable» que la juez mantenga todas las imputaciones a los ocho agentes implicados, por lo que Interior estudiará la evolución de la instrucción judicial para modificar o levantar las medidas impuestas a los mossos, que han sido apartados del cuerpo de forma cautelar.

Ante las críticas de la oposición por la exposición de datos y la nula asunción de responsabilidades del departamento, Espadaler tuvo también que explicar por qué la División de Asuntos Internos de la policía catalana ha tardado un mes en tomar declaración a los agentes implicados en el caso. Seis de ellos, según explicó el conseller, se negaron a declarar. Espadaler indicó que las primeras investigaciones internas concluyeron que no había “irregularidades” en la intervención policial.

El conseller también mencionó el estado de la víctima, que según el informe toxicológico hecho público esta semana no se encontraba bajo el efecto de drogas, e insistió en la «agresividad» de Juan Andrés Benítez durante la reducción, y a las agresiones que efectúo contra una agente. Espadaler aprovechó para descalificar el informe del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), que implicaría directamente a los agentes en la muerte de Juan Andrés Benítez, tras concluir la autopsia que el empresario falleció a consecuencia de un fallo cardíaco provocado por diversos traumatismos en cara y cabeza.

El conseller de Interior finalizó con la crítica a los medios de comunicación por la cobertura del caso mientras “nos jugamos la seguridad”. Y reincidió en calificar este asunto como “un hecho aislado y excepcional” dentro de la policía catalana. Todos los grupos de la oposición arremetieron contra la gestión de Interior del caso y pidieron explicaciones por hechos tales, como que los ‘mossos’ limpiasen la sangre del suelo, que diferentes testigos se viesen obligados a borrar las imágenes que habían grabado de la reducción ante la policía, que Emergències atendiese primero las heridas leves de una ‘mossa’ mientras no se velaba por Juan Andrés Benítez o que Asuntos Internos no interrogase a los agentes hasta casi un mes después.  Espadaler se limitó a admitir su responsabilidad sólo en la gestión comunicativa del caso.

ICV- EUiA, PSC y PP reiteraron su demanda de cese del director de la Policía, Manel Prat, y por primera vez, Iniciativa, la dimisión del propio Espadaler. La oposición demandó al conseller que reaccione de una vez y que “tome las riendas” de Interior.

La oposición municipal lamenta el «silencio» y la inacción del Ayuntamiento en el caso del Raval

La oposición en el Ayuntamiento de Barcelona -PSC, PP e ICV-EUiA- ha criticado el «silencio» y la inacción del gobierno municipal en el caso de la muerte de Juan Andrés Benítez en el barrio del Raval tras ser reducido por ocho agentes de los ‘Mossos d’Esquadra’.

En la Comisión de Seguridad convocada de manera extraordinaria para tratar el caso con la intervención del primer teniente de alcalde, Joaquim Forn, la concejal socialista Assumpta Escarp ha lamentado la «falta de implicación política» del alcalde, Xavier Trias, ya que han tenido que esperar 20 días para saber qué pensaba sobre este caso, después de unas primeras declaraciones desafortunadas, ha explicado Escarp. Para la concejal del PSC, estos hechos «rompen el principio básico de confianza en los cuerpos policiales» y se unen a otras actuaciones polémicas como el caso de Ester Quintana, que perdió un ojo en la huelga general del 14 de noviembre, el de la detención del periodista Bertran Cazorla y el de la redada el Día del Orgullo Gay en el bar La Bata de Boatiné.

Barcelona reclama justicia por Juan Andrés Benítez y Esther Quintana

Una marcha contra los abusos policiales ha recorrido la ciudad de Barcelona y ha rebautizado algunas de sus calles con los nombres de víctimas de la violencia policial. La protesta ha unido las campañas de petición de justicia para Ester Quintana, que perdió un ojo por el impacto de una pelota de goma, durante la huelga general del 14N, y para Juan Andrés Benítez, muerto el pasado 6 de octubre en el Raval tras ser reducido por un grupo de agentes de los ‘Mossos d’Esquadra’.

La concentración ha comenzado en la Rambla del Raval, cerca de donde murió Benítez, y donde  vecinos y colectivos sociales han denunciado los excesos de la policía en el barrio y que una comisaría de una zona compleja como el Raval tenga tantos policías imputados por agresiones a ciudadanos -ocho en el caso de Benítez, tres en el del periodista Cazorla y dos más por golpear a un motorista con un casco.

Los manifestantes -algunos centenares de personas- han confluido en el cruce entre el Paseo de Gracia y la calle Casp, con otros centenares de manifestantes -de la campaña ‘Ojo con tu ojo’- . La  concentración, que reunió unas 3000 personas, tenía como objeto denunciar la falta de respuestas institucionales recibidas por Quintana un año después de la agresión policial. Esther Quintana explicó que el proceso judicial se encuentra todavía en fase de diligencias previas y que necesitan más información para poder demostrar que fue una bala de goma disparada por los ‘mossos d’esquadra’ la que le hirió. La activista recordó que antes que ella, siete personas más quedaron ciegas de un ojo en Cataluña por culpa de estos proyectiles utilizados por las fuerzas de seguridad.

La marcha concluyó en la plaza Sant Jaume, donde se dio lectura a un manifiesto contra los abusos policiales y la impunidad de las fuerzas de orden público.

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