“Sólo había un médico por cada 1200 personas y a las dos del mediodía se va” Siria sigue siendo portada en todos los diarios. Cada día nos llegan las noticias de las muertes provocados por la guerra que sacude el país desde hace años. Pero apenas se oye hablar más de los refugiados. Esas cerca de 60.000 personas que han tenido que huir de sus casas, dejarlo todos y poner sus cuerpos por delante para correr por sus vidas.

Esas 60.000 personas que este verano vimos llegar a las costas de Grecia y que sacudieron la conciencia de muchos europeos que hasta entonces preferían no ver lo que pasaba al otro lado de la costa mediterránea. A esas personas que ya solo les quedan poco más que sus cuerpos se las ha retenido en campos de refugiados de Grecia y Turquía, porque se les han cerrado las puertas a la esperanza. Esa esperanza que ellos tenían era Europa, que bloqueó sus fronteras y se comprometió a acoger a miles de refugiados y nunca cumplió. Y que además ha dejado de aparecer en los diarios.

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Rubén Wagensberg

Desde Cataluña, en cambio, ha surgido una campaña llamada Casa nostra, Casa vostra que sigue movilizándose para hacer oir las voces de esos miles de refugiados que siguen varados en tierras griegas, en campos militarizados a la espera que alguien les deje seguir con sus vidas y empezar de cero. Rubén Wagensberg, uno de los coordinadores de la campaña y voluntario en Grecia, habla con Revista Rambla para explicarnos no sólo en que consiste su campaña, sino para recordarnos que hay más de 60.000 personas que dejaron sus vidas para empezar una nueva y que siguen estancados en nuestras costas.

Entrevista a Rubén Wagensberg

¿Qué es Casa nostra, Casa vostra: una organización, una organización de organizaciones?

Es una campaña donde participan entidades de cualquier ámbito, no solamente las dedicadas a la inmigración o a las personas refugiadas, sino también del ámbito cultural, de la comunicación… Somos 300 personas a titulo individual, no vinculada a ninguna de estas entidades y que trabajamos con un grupo coordinador que son 5 6 personas y muchísimos grupos de trabajo. Y luego varias entidades o empresas culturales que nos dan mucha ayuda a nivel de difusión. Porque aunque nos gusten más o menos las líneas editoriales de los medios es la manera que tenemos de llegar a la gente. Ya que le gente se entera de las cosas a través de estos medios. Pero es un movimiento humano, porque caben todos y hemos querido integrar a gente de diversos colores políticos porque sabemos que finalmente la solución debe ser política.

¿Y de dónde nace?

Casa nostra, Casa vostra nace sin voluntad de nacer. Somos un grupo de gente que nos encontramos en las campos de refugiados de Grecia, al norte de Grecia, en la frontera con Macedonia. Y en un momento delicado, cuando están desalojando los últimos campos independientes que quedan antes del cierre de fronteras y de la ruta de los Balcanes. Toda esta ruta se cerró, se formaron campos improvisados, independientes, gestionado por voluntariado independiente y allí fue donde un grupo de catalanes nos encontramos.

¿Todos ellos voluntarios?

Sí, la mayoría estaba haciendo un voluntariado muy ordinario. En mi caso, por ejemplo, estaba allí haciendo talleres para niños, ya que yo soy profesor. También conocimos a algún periodista, de los pocos que quedaban en ese momento en la zona. Regresamos tras el voluntariado y al cabo de dos semanas volvimos a Grecia coincidiendo con este desalojo. El gobierno griego estaba desalojando los campos que habían montado las organizaciones de ayuda y estaba llevando a las personas refugiadas a campos gestionados por militares. La paradoja de gente que escapa de una guerra encerrada en campos militares…

La prensa ni los voluntarios independientes que estábamos allí teníamos acceso a estos campos, sólo grandes ONGs como Acnur, cuyo trabajo es bastante cuestionable. Y nadie podía ver que pasaba allí dentro. De repente, nos encontramos allí con el miedo a que no pasara como en otras tantas ocasiones, como en el caso de los saharauis, que llevan ya 40 años en campamentos con generaciones enteras que han nacido allí dentro. Porque esta gente te lo cuenta: si la prensa ya no viene, no hay noticia y nuestra realidad desaparece a ojos del mundo…

Y ahí surge vuestra idea…

Pensamos aportar nuestro granito de arena. Ese granito eran unos videos, de hecho la campaña se construye sobre esto, donde explicamos lo que nos advirtieron antes de ir. Cuando uno va allí va muy concienciado, obviamente, pero en el momento en que uno llega y habla con una, dos, tres personas que mirándote a los ojos te explican su situación en los últimos meses generas una empatía humana mucho más fuerte que cualquier información previa que puedas tener. Todo es una cuestión humana, básicamente, y va mucho más allá de la ideología. Y pensamos cómo podemos transmitir todo esto a la gente de Catalunya que no puede venir aquí y ver lo que pasa.

De hecho Francesc Mateu, de Intermón, decía en una entrevista que “suerte”, muy entrecomillada esta suerte, que ha pasado esto en Grecia porque mucha gente ha podido conocer una realidad que lleva sucediéndose hace tiempo en muchos lugares del mundo y que ahora mismo está en Grecia. Ten en cuenta que en Grecia son 60.000 personas de los 65 millones de desplazados que hay en todo el mundo. Y nosotros aprovechamos que a mucha gente se le cayó el mito de la Unión Europea viendo esta situación tan de cerca y el boom mediático.

Claro, es lo que dices. Se genera una voluntad de ayudar. Tanto es así que ya son varías las personas que han ido para, finalmente, traerse a refugiados hacia Europa. El caso de Lola, sin ir más lejos, que publicamos en Rambla…

Es que cuando llegas allí es imposible no crear unos lazos con la gente desde el primer momento. No se soluciona mucho, porque ayudas a unos pocos pero hay millones. Pero esos lazos se generan y es inevitable.

Pero claro, es que aquí por mucho que los ayuntamientos de varias ciudades como Madrid o Barcelona abran la puerta a los refugiados parece que tengan las manos atadas y no sirva de nada…

La llave la tiene el ministerio del interior del gobierno central. Son ellos los que controlan las fronteras del país. Nosotros reclamamos que si que quien se cuide de ellos, quien tenga esta soberanía sean los municipios que son los que, al fin y al cabo, han de acoger a estas personas. Pero los municipios legalmente ya no pueden hacer más de lo que ya han hecho. Hay todo un plan de acogida ya preparado, unos edificios vacíos esperando a acoger a toda esta gente, dinero guardado. En el Masnou, por ejemplo, tenían una partida guardada que finalmente han tenido que ofrecer al fondo catalán de cooperación para que la haga llegar a los campos porque aquí no ayudaban a nadie, básicamente porque esta gente no llega. ¿La única manera de que pueda llegar esta gente? La desobediencia es una de ellas, es una vía clara, tanto que se habla de desobediencia no sé si lo apoyará alguien…

Tan fácil como coger un barco ir a Grecia traer a los que se pueda

Pero también defendemos otras vías. Pero la Generalitat se ha llenado la boca de decir que han hecho todo lo que han podido pero “Madrid no les deja”. “Madrid no nos deja” pero ha habido elecciones y nadie ha hablado de ello. Ahora el PP está en minoría en el Congreso y no escucho que nadie proponga nada, una iniciativa que sacar adelante aprovechando está ventaja de escaños, ni tan siquiera de las comunidades autónomas que se han comprometido a acoger a refugiados. Me suena todo a fuegos artificiales. El Parlamente de Catalunya aprobó una moción por unanimidad tras una recogida de más de 4.500 firmas y siempre se ha quedado allí. Y esto tarda 30 segundo en llegar a Grecia.

Cual es vuestra propuesta, pues

Nuestro objetivo está en Cataluña, pese a saber que las competencias son estatales, porque la administración catalana se ha erigido como tierra de acogida y queremos que se cumplan los objetivos. Consideramos que los medios han de salir de entidades y de la administración. Nosotros aglutinamos diversas entidades y sensibilidades y queremos llegar al objetivo de acoger a 4.500 personas, que es poco y me parece feo poner precio o número a las personas.

En España han entrado sólo 500 y algo sólo, ¿no?

En España no han llegado a 600 personas acogidas todavía y el compromiso es de 10.000. Que a la gente le parece mucho, pero si ponemos esas personas en el Camp Nou lo vemos vacío. Y luego hay estados como Canadá, que está en la otra punta del mundo, que no comparten ni mar con ellos, y que se comprometió a acoger 25.000 y ya han acogido a 32.000 personas. Por lo que está claro que si España sólo ha acogido a 600 personas es básicamente por falta de voluntad política.

Pero sois conscientes que todo esto luego se utiliza políticamente. En Francia con LePen, en Holanda, la extrema derecha usa estas campañas de acogida como amenaza

Somos muy conscientes. De hecho desde el día 1 queremos evitar la batalla de pobres contra pobres que vende y de la que bebe la ultraderecha. Y esto se combate con pedagogía, sensibilización y argumentos, por eso queremos romper el anonimato de la gente que está en los campos y cuando esa persona que está en los campos te mira a los ojos y te lo explica los argumentos de la ultraderecha caen.

Sí pero ahora vienen elecciones en Francia y se mueven ideologías en el resto de Europa

Nos preocupa las elecciones y lo que digan los políticos y queremos ser el antídoto contra el racismo, el fascismo y la ultraderecha en ascenso en varios países de Europa. Es todo cuestión de pedagogía.

Del paro que hay aquí la mayoría la sufre la población inmigrante. Además desde el lado egoísta, necesitamos que vengan para pagar nuestras pensiones porque as arcas de las pensiones están cayendo. Y nuestra cultura no se pierde por la mezcla, muchos tenemos apellidos extranjeros y la cultura se ha mantenido.

Y mientras tanto, ¿cómo nos miran los refugiados desde los campos?

Es complicado. Ellos vienen, huyen con el sueño, el deseo de arribar a Europa y cuando llegan se les cierran las puertas. Y a nosotros nos da vergüenza ir por los campos cuando te miran, porque te sientes parte de sus problemas. Y al final lo que la historia escribirá es que nosotros, Europa, con sus representantes electos dimos la espalda a estas personas y los dejamos encerrados. Estos niños que ahora gritan “open the border” sin saber que dicen, cuando sean adolescentes y pregunten a sus familiares porque están donde están y quien había detrás de esas vallas la respuesta es: nosotros. Por mucho que digamos que no escribimos nuestra historia, es obvio, que lo estamos haciendo y se escribirá que esto se ha hecho con nuestro hombre.

Pero hay quien argumenta que si abrimos esas fronteras pueden entrar yihadistas

Es curioso porque, de hecho, cuando hablas con la gente que está en los campos te cuenta que precisamente ellos están huyendo de estos terroristas, la mayoría de ellos de Estado Islámico. Y te lo dicen: tranquilos que estos terroristas no vienen en patera jugándose la vida. Estos terroristas vienen de otra manera si es que bien, porque muchos terroristas se hacen aquí. Los terroristas los fabricamos aquí.

Y de hecho se fomenta de alguna manera que se hagan con estas situaciones que les haces pasar en los campos…

No sé si estás fomentando tanto terroristas pero seguro que estás fomentado rabia. Incluso, por la parte egoísta, si los de ultraderecha pensaran que con estas medidas se fomenta resentimiento y posibles acciones de odio, déjalos entrar. Además es mucha la gente de Siria que se siente avergonzada de las acciones que llevan a cabo los terroristas por como queda su país, pero a nosotros, a mi, también me da vergüenza ver cuando veo las barcas que se hunden en el Mediterráneo. Nuestros estados están siendo terroristas también. La Unión Europea se ha gastado 13.000 millones de euros en reforzar sus fronteras y las mafias han ganado 15.000 entrando a gente.

¿Cómo responden los griegos a estos campos? ¿Hay solidaridad?

Mucha, y más en estos momentos. La gente no lo está pasando bien y sigue siendo solidaria. Mira que hay gente que está mal y cuando vas a un restaurante y te ven que llegas del campo te dan comida para que les lleves comida. La gente, no la policía ni el ejército.

¿El gobierno no?

Para nada. La gestión está siendo muy complicada. Ves los racionamientos que les dan, las comidas, las duchas de agua fría fuera de los campos… no tienen agua caliente.

¿Se ve alguna solución, algún final?

En verano aún lo parecía, pero la última vez que fui pude intenté acceder a uno de estos campos militares, yo iba con mi cámara y me vio un chico que trabajaba con Acnur que me llevo con los militares acusándome de que yo quería fotografiar lo mal que estaba la gente en estos campos. Y le dije, ¿lo has visto tú lo mal que está la gente aquí? Y me dijo que contestó diciendo que estaban bien y me enseñó un plano diciendo que en los próximos años harían una piscina, un parque infantil, una escuela… Mi respuesta fue: esta gente quiere empezar una vida nueva y normal en cualquier país. Y el me enseñaba orgulloso el plano que hacían aquí.

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Rubén Wagensberg

¿La misma gente de Acnur es la que te dijo eso?

Sí, sí, de hecho el papel de Acnur es… Estamos preparando un nuevo video y reportaje explicando lo que hacen. Y lo tienen muy bien pensado para la foto. El día que vienen para la foto está todo limpio, ordenado y bien presentado, los racionamientos…

Entonces, ¿la solución es dejarlos allí por años?

Es que los Estados están cerrados. No se sabe porqué no están cumpliendo con sus compromisos. Nadie entiende porqué. La ultraderecha está cada vez subiendo más y eso lleva a que no hablen durante la campaña de los campos y sus compromisos adquiridos, para no perder votos, porque está es la madre de todo al fin y al cabo para ellos. Así que esta gente no acabará llegando, mientras en sus países siguen los bombardeos por mucho que se hable de un alto al fuego.

Pero ¿ellos vienen con la voluntad de quedarse?

Todas las personas en el campo te lo dicen, ellos quieren volver cuando se acabe todo. Pero es que ellos están huyendo. Y tengamos en cuenta que cuando acabe la guerra habrá una larga postguerra. Porque los países se acabarán repartiéndose la zona y estarán divididos y separados en función de lo que decida Occidente. Y dejarás allí milicias, sentimientos de fustración… La postguerra será durísima.

No hay salida a la vista, parece

Lo que no hay es freno. A Occidente está tratando de retrasar todo, si no es por guerra será por el cambio climático, por el hambre, cuando la gente no tiene como vivir en sus países su única salida es huir, coger un barco y venirse a Europa. No hay muros ni fronteras que los pare cuando está en riesgo sus vidas y las de sus hijos para salvarlos. Y si Europa no toma las medidas necesarias ante esta situación para acabar con los problemas que viven estos países, estas migraciones no las para nadie.

¿Pero, para vosotros, que veis esta situación día a día, como se arregla es la solución?

Cumpliendo con los compromisos de acogida adquiridos pero, sobre todo, trabajando sobre las causas estructurales que generan estas situaciones: las de la pobreza, las de la guerra. Así que las vías de solución son dos finalmente: erradicar las causas o bien, y esto ya es opinión personal, la libre circulación de las personas a nivel mundial.

¿Ellos tienen predilección por algún país o sólo les importa huir?

Principalmente Alemania. Pero porque han escuchado que es la que más ha acogido y porque ven que es el país que más proyección tiene a nivel económico. Pero como Alemania ya ha acogido a cerca de un millón de personas hay muchas personas que tienen familiares allí. Es cuestión de casos. Por ejemplo, como en los casos donde yo he estado casi todos éramos catalanes, muchos quieren venir aquí.

Al final a la gente les da igual un país que otro, lo que quiere es encontrar un lugar donde empezar de nuevo y donde sus hijos puedan crecer bien y que tengan las mimas oportunidades. Piensa que hay niños que ya llevan cinco años fuera de sus casas y han perdido escuela, muchos de ellos adolescentes, lo que supone una generación perdida, porque no solo es aprendizaje, disciplina

¿Qué es lo que más falta les hace: comida, medicamentos…?

¡La sanidad es terrible! En Vasilika, donde yo estaba, sólo había un médico por cada 1200 personas y a las dos del mediodía se va. Enfermedades como un asma o diabetes que aquí se solventan rápido allí suponen riesgo de muerte. Médicos sin Fronteras no da abasto, tampoco ¡Y la comida! ¡Lo de la comida es escandaloso! Cada día la misma, les obligan a que se lo coman en dos horas. Es comida, además, que se ve que está en mal estado. Pero claro, cocina para 60.000 personas.

¿Y quién suministra esta comida?

El gobierno griego, Acnur

¿No entra nada que no provenga del gobierno griego o de Acur?

¡No, no no! No dejan entrar ni a profesores a dar clases. Es que, imagínate si está mal montado, que para ir a ofrecer clases has de tener el título de magisterio del gobierno griego. Que piensas que sería más fácil que esas clases las impartieran profesores que igual están allí como refugiados y les habla el mismo idioma y no les dejan, pero no les dejan.

¿Y ellos no se pueden organizar por su cuenta?

Lo que han hecho unos voluntarios catalanes ha alquilado un terreno al lado del campo de Vasilika y han montado un campamento que se llama Ekko y cada día la gente del campo sale y se acerca y se les ofrece clases o dar clases…

¿Hay mucha gente de voluntaria?

Sí mucha gente europea. Yo personalmente me movía con un grupo mayoritariamente catalán… Pero sobre todo en verano. Hay muy poca gente de voluntaria aguantando el frío de enero y febrero.

Problemas sanitarios también hay, para la higiene personal

Son duchas de agua fría siempre. Y para las mujeres es muy duro cuando tienen el periodo. Y por temas de privacidad también los adolescentes lo pasan muy mal. Comparten tiendas con 6-7 personas.

Y si se han de realizar operaciones… imagino que se los llevan

Sí se te llevan. Pero hace poco tuvimos que ir, por ejemplo, porque una mujer tenía problemas de corazón y no la podían atender y tuvimos que pagar una clínica privada para que le hicieran un informe para que desde aquí un médico voluntario la pudiera hacer los diagnósticos

La ayuda está muy burocratizada

Sí y además también la falta de recursos que hay en Grecia. La sanidad pública es incluso dura para los propios ciudadanos griegos.

¿Y el gobierno griego no recibe ayuda de los gobiernos europeos?

Eso no se sabe. Lo único que sé es que ya no se habla de la deuda griega. Pero no lo sé. Sabemos que es una reunión de capital

No se ve un futuro esperanzador

Para que cambien los gobiernos ha sentir la presión de muchísima gente en la calle. Hemos de conseguir a través de la campaña muchas firmas, la movilización de la ciudadanía. Y más viendo lo que pasa en Europa.

Dices que vuestro compromiso es la acogida pero este mes de febrero organizais un concierto, imagino para recaptar fondos, para tener más visibilidad…

El captar fondos es un tema secundario de la campaña. Todo lo que se haga de más con el evento que se realizará un comité de profesores y expertos valorará a que causa se destina, pero no es lo que nos importa. Además de romper el anonimato de las personas que están en los campos gracias a nuestros videos, queremos romper la barrera de las personas sensibilizadas. Cuando uno hace un concierto solidario o una charla o compra tickets para el Sant Jordi es gente que ya está sensibilizada pero cuando la retransmite una cadena como TV3 se llega a otra gente.

¿Y en qué consistirá?

De hecho son dos actuaciones las que llevaremos a cabo en el mes de febrero. El11 de febrero es el en el Palau Sant Jordi donde habrá conciertos y una escenografía de la Fura dels Baus, que también se ha implicado. Ha creado un espectáculo dividido en tres bloques que explican la historia de los migrantes. Un primer bloque que trata de las causas que los llevan al exilio, principalmente la guerra, pero también el hambre, etc. Un segundo bloque que representa el trayecto, especialmente en e mar ya que la mayoría viene en pateras y el tercero la vida parada en los campos de refugiados. Pero como decimos, es más importante la gente que no viene que la gente que viene al Sant Jordi. Y lo hacemos una semana antes del 18 de febrero, que es la fecha clave donde saldremos a la calle. Y nos parece que este evento puede animar a que la gente acuda el 18 a esta movilización en Barcelona. E intentaremos que sea delante del mar que es donde muere la gente que viene. De hecho, mientras estamos haciendo esta entrevista seguro que hay gente que está arriesgando su vida en el mar.

¿La movilización del 18 de febrero será sólo en Barcelona?

Estamos trabajando para que otras ciudades se apunte a nuestra campaña y se movilice el día 18. Estamos trabajando con otras entidades españolas y europeas para que el 18 la movilización tenga el máximo alcance posible. No sabemos si finalmente conseguiremos la movilización que esperamos, pero todas las entidades que colaboran en nuestra campaña se está movilizado para que el 18 de febrero reclamemos a los gobiernos que cumplan con sus compromisos.

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