Houda Bakkali tiene una larga trayectoria en el mundo del arte digital. Su obra ha sido expuesta y galardonada internacionalmente, cuenta con tres reconocimientos del American Illustration en Nueva York, cuatro premios de plata de la editorial neoyorkina Graphis, el premio Nuevo Talento del Festival Artistas del Mundo de Cannes o el International Motion Award en Nueva York, entre otros muchos galardones.

Su obra ha sido expuesta en muestras individuales en enclaves e instituciones icónicas, Italia, Mónaco, Francia, España, así como en muestras en Reino Unido, Suiza o Estados Unidos. Asimismo, Houda Bakkali forma parte del primer grupo de artistas web3 de la icónica revista estadounidense TIME. «La verdad que es un lujo que Time me seleccionara para su primera edición de artistas NFT, poder proyectar mi trabajo en la web3 y adquirir más conocimiento sobre este nuevo ecosistema», indica la artista.

La apuesta por la tecnología

La obra de Bakkali se crea a partir de la infinidad de posibilidades que permite las herramientas tecnológicas para trasladar la obra al espectador y hacerle partícipe de ella de manera más interactiva, lúdica y didáctica.

«Desde que inicié mi carrera en el mundo del arte, siempre he apostado por las herramientas digitales. Tanto para crear como para formarme sobre sus nuevos paradigmas, hoy más tecnológicos que nunca. Me encanta experimentar. Aunque a la hora de crear soy bastante fiel a mi estilo y a mis procesos creativos, pero me sumo a todo. Hoy los artistas nos enfrentamos a nuevos retos como la web3, los NFT, los metaversos o la inteligencia artificial. Nuevos campos por explorar que siempre suponen nuevas oportunidades y hay que asumirlos sin recelos, abriendo la mente a otros conceptos y maneras de trabajar, de consumir y de monetizar el arte. Las nuevas tecnologías cambian de manera vertiginosa y eso implican un reciclaje continuo de los artistas, sobre todo los que nos movemos en ecosistemas digitales. A mi me resulta muy estimulante porque hace que esté alerta y aprendiendo constantemente», explica Bakkali

La utilidad del arte

La muestra Mujeres y Arte Digital se podrán ver en 6 centros cívicos de Barcelona hasta el 30 de marzo. En cada uno de ellos se expondrán diferentes obras y elementos multimedia, creando un hilo argumental entre los 6 centros en los que la tecnología es el principal nexo de unión.

«Con este ciclo de exposiciones en Barcelona quiero trasladar la idea de un arte útil que que cuenta historias, que divierte y que crece constantemente. Un arte que une, que fluye entre los diferentes espacios, adaptándose y reinventándose constantemente. Vibrando con más fuerza en cada espacio que lo acoge. Un arte que se recorre el mundo y que suma. Creo que el arte debe ser útil. Debe tener un contenido que aporte algo positivo a la sociedad, independientemente de las emociones que una obra artística nos provoque o de su dimensión estética, el arte puede ser una herramienta muy poderosa para comunicar, para informar y también para crear pedagogía. La tecnología al servicio del arte es útil. Le da vida a las obras, crea debate, suscita curiosidad e invita al aprendizaje, otorga el poder infinito de traspasar los espacios físicos y temporales. La tecnología, bien utilizada, nos reta y nos sorprende continuamente. Complementa la obra y la reinventa. El arte debe ser útil y la tecnología debe ayudar a ello», añade la artista

La mujer como protagonista

La serie de obras que se exponen en Barcelona muestran a una mujer como símbolo de emancipación, libertad y empoderamiento de la mujer árabe y musulmana. Una mujer representada por la propia madre de la artista que traslada una historia personal, pero también un mensaje universal a través de la belleza y el color que invitan al optimismo.

«Es un lujo el poder hacer divulgación de este mensaje, poder intercambiar ideas y hacerlo en espacios públicos, como ahora en Barcelona, acercando el discurso a la gente. “Mujeres y Arte Digital” habla de libertad, de pasado y de futuro a través del dinamismo del arte digital. Mi protagonista es real, cuenta una historia real y se contextualiza en una época en la que parecía más obvia la libertad y la normalización del discurso que hoy en día. Creo que su historia y su legado son útiles, aportan una visión diferente. Dicen que una imagen vale más que mil palabras, ver a una mujer musulmana luciendo bikinis en las playas de Marruecos en los 60 y 70 y entender que eso formaba parte de la normalidad en la sociedad del momento, dice mucho. Lo dice todo. Ese es el legado que hay que seguir. Mi obra se inspira en la mujer que mejor conozco, relata de manera sencilla y visual su historia, pero el mensaje que quiero trasladar es universal y atemporal. Y lo hago buscando elementos que transmitan optimismo, vitalidad, energía y esperanza. Me gusta trabajar sobre ideas que inviten a pensar en un mundo en el que triunfe la belleza, el color y la ilusión. Gabriel García Márquez decía que “No hay Medicina que no cure lo que no cura la felicidad”, lo suscribo. Creo mis obras pensando en el público y buscando aquellos elementos en mi arte que sirvan para hacer felices a los demás», detalla Houda Bakkali.

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