Una de las nuevas dificultades con las que se encuentran los vecinos para encontrar pisos de alquiler en Barcelona es el aumento de ‘expats’ que buscan piso. Los ‘expats’ no son más que expatriados o extranjeros con dinero que vienen a vivir de forma temporal a la ciudad.

Estas personas se ha convertido en una «competencia clarísima» para el inquilino de Barcelona, según explicó ayer La presidenta de Hábitat3, Carme Trilla, en una entrevista a betevé. «Por cada piso que sale al mercado, hay cola y se selecciona a quien tiene más capacidad económica», dijo Trilla. «Los ‘expats’ tienen muchos números de quedárselos», añadió, ya que suelen tener más ingresos y mejor salario.

En este sentido, la también presidenta del Observatorio Metropolitano de la Vivienda celebró el decreto aprobado por la Generalitat para limitar los alquileres de temporada, pero admitió que no es suficiente.

Alquiler de habitaciones: el nuevo «barraquismo»

Según Trilla, la regulación de precios, en vigor desde hace más de un mes, ayudará a contener las rentas, pero también habría que estudiar cómo bajarlas. También apunta que es necesario erradicar el alquiler de pisos por habitaciones, que arrastran situaciones de vulnerabilidad. Por ejemplo, gente mayor que realquila porque no puede pagar la vivienda. «Se parece a lo que antes había sido el chabolismo», dijo.

Promover más pisos de alquiler en Barcelona

Carme Trilla alertó de que para resolver la crisis de la vivienda en Barcelona es necesario promover más pisos de alquiler porque existe un problema de oferta precaria. «¿Por qué nos lamentamos? Por una insuficiencia de la vivienda. […] Lo que tenemos que hacer es espabilarnos mucho más y promover más pisos de alquiler», espetó. Para Trilla, nos encontramos en un momento de «shock de la demanda: de gente joven que quiere emanciparse, de migrantes y de expats».

«Si no hacemos nada, nos acabaremos haciendo daño», sentenció. Según su diagnosis, la juventud barcelonesa está «muy enojada» porque no puede irse de casa de los padres. «Es una preocupación muy profunda», insistió. A este respecto, añadió que las administraciones deberían centrarse en ampliar el parque de alquiler e, incluso, el de compra, con pisos protegidos de forma vitalicia. «Fomentar esta fórmula sería una manera de aligerar la presión que tenemos sobre el alquiler» y, aseguró, no dejaría margen para la especulación.

El «milagro» del Gimnàs Social Sant Pau

Finalmente, Carme Trilla también se refirió al inicio del derribo del edificio del Gimnàs Social Sant Pau, situado en la ronda de Sant Pau, 46. Se empezó a demoler para renovar las instalaciones y levantar 36 pisos de alquiler social. Para la presidenta de Hábitat3 (la entidad que gestionará las viviendas), la carambola que se ha conseguido con la ayuda de un inversor privado es «un milagro» y cree que reproducir esta fórmula sería útil para la ciudad. «Hemos pasado de un proyecto con pisos de lujo a mantener el Sant Pau y sumar vivienda social», concluyó.

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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