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A los funcionarios que trabajan con personas afectadas por maltratos o con adolescentes que requieren de atención psicológica,  se les ha empezado a exigir que trabajen más de prisa y en algunos casos se maquille los informes, prueba esencial para demostrar la reinserción. Parece mentira que suceda algo así en una sociedad a la que en términos de educación psicológica  todavía le resta mucho por hacer.

Eduardo, Marta y Esther,  son  miembros de la plataforma Ciudad de la Justicia, en su día a día trabajan con menores y personas víctimas de todo tipo de maltrato, para ellos, entre los funcionarios perjudicados en su trabajo existen dos actitudes: por un lado los que aceptan todo tipo de directrices  y por el otro, ellos, que exigen dada la importancia de su invisible labor, poder llevarlo  a cabo pero en óptimas condiciones dando un servicio de calidad al ciudadano

¿Y que cosa está pasando entonces?

Eduardo: el problema de los recortes en los empleados públicos es que se está produciendo un quemazón, por lo tanto si tú tienes un quemazón trabajarás menos. A mi esto los mossos d` esquadra  cara a cara me lo han dicho “ahora hacemos lo menos de lo menos”.

¿Los juicios entonces se están llevando en absoluta lentitud?

Eduardo: claro porque se acumula más el trabajo. Yo he hablado con algunos compañeros que trabajan en el juzgado y me han dicho que sí que ha habido bajas que no se estaban cubriendo. Si ya muchos estaban desbordados, se multiplica por dos todo esto. Definitivamente ahora hay  más retraso en los juicios.

Marta: en el caso de  menores hace un tiempo venimos detectando que se van prescribiendo muchas causas. Cuanto más tarda el juicio más posibilidades de que se haya pasado el plazo y se prescriba. Como consecuencia a nivel de los menores infractores es que no tienen luego un juicio ni una respuesta sancionadora ante un delito cometido. Como que no ha pasado nada… Y esto repercute en el vox populi: Tú has lo que quieras que no pasa nada. Esto se está dando cada vez más. Esto porque se hace: porque pasa mucho tiempo entre que se comete el delito y se hace la primera actuación judicial, pero bueno existe además la idea de que pensamos que detrás hay una directriz de que cuanto más tiempo pase menos trabajo tendrán los funcionarios, menos necesarios serán algunos puestos de trabajo.

Como que no importa el delito en sí…

Lo que importa desde hace meses es poder demostrar a todos los niveles que el volumen de trabajo en justicia se está reduciendo, también hemos detectado que hay menos detenciones y también nos consta que hay una directriz de policías en general y mossos de que se hagan de la vista gorda. Estamos hablando de robos con violencia y con intimidación.

De todas formas en los ministerios parece que van muy por detrás de la sociedad, incluso técnicamente: siguen utilizando fax…

Eduardo: Pero también está el tema del papel. Nosotros hemos querido modernizar la base de datos y nos hemos encontrado con leyes y códigos que nos lo prohibían. Parece como si fuera muy necesario todo este follón arcaico de papeleo, las copias, los expedientes y las tarjetas. Todos estos trámites del sistema judicial son del siglo XIII: se siguen aplicando las fases desde entonces.

Hace cuatro o cinco años hubo una inundación en audiencia y estuvieron meses para recuperar un expediente cuando bien podría estar en un pendrive o en un DVD.

Eduardo: Solo hay una oficina en un penal, que a manera de prueba  la están informatizando.

¿Y, sumado a esto, ¿de donde salió esa tontería de quitarle la merienda a los presos?

Eduardo: el otro día hablamos con los que vinieron del Pipca 500; que es una  plataforma de interinos de justicia de prisiones que los han echado porque aprobaron las últimas oposiciones los funcionarios. Se tenían que abrir dos prisiones, que de momento no las han abierto, entonces echaron a los interinos y colocaron a estos. Se han ido a la calle 437 trabajadores. Estos 437 que están en contacto con los compañeros que trabajan dentro, dicen que lo de la merienda es una simple anécdota, porque hay conflictos más serios, constantemente hay agresiones y menos personal en los módulos, reducción de actividades pedagógicas.

Pero por qué dices que lo de la merienda…

Porque decían que había problemas mucho más graves, agresión, amenaza de motines.

Marta: Pero esto no interesa que se sepa.

Eduardo: que se hable de la piscina o de la merienda, eso sí.

O sea que nos distraen con la piscina porque no tienen un socorrista.

Eduardo: En la Modelo la masificación es histórica. Cuatro literas en una celda, está todo documentado. Se tenía que haber derrumbado para hacer otra cosa ahí pero ahora con el tema de la crisis…

Por primera vez en la historia hay una lista de espera para recibir tratamiento psicológico especializado, pensar que son casos graves que ya no hay recursos para derivar, porque de los ambulatorios han quitado a los psicólogos.

Podría ser una violación  

Y vaya usted y páguese un terapeuta privado de 50 euros.  O sea aquí hay una vulneración gravísima.

¿Ahora hay lista?

Una lista de espera. Antes con una llamada en esa misma semana podías darle la cita. Ahora con los recortes han reducido un 15 % la jornada laboral a los interinos que éramos el 50% del equipo y la reducción de jornada te limita y tienes que seguir haciendo el mismo trabajo. Siempre está llena la agenda. Para atender a todos estaría trabajando hasta las dos de la noche. Hace un año y medio que estamos así. Y más aún desde el recorte de este último mayo.  Piensa que en una plantilla de 15 personas  7 personas están recortadas al 15 % Si sumas es como si hubieses perdido a dos o tres trabajadores. Es para toda la provincia de Barcelona. Aquí incluimos: administrativos, una jurista, cuatro técnicos, dos psicólogos para toda la provincia de Barcelona. Por lo tanto se tienen que coger los casos gravísimos.

Por ejemplo…

Violación, maltrato machista, abusos, intento de homicidio, pero el caso es que nunca había visto lista de espera.

Habéis visto que crezcan las agresiones a la mujer.

Eduardo: Yo creo que hay más violencias porque hay más tensión en la sociedad, pero menos denuncias, porque la respuesta judicial es nefasta, el sentimiento de credibilidad de las mujeres ha bajado. No se les cree. Así de claro.

¿Debido a un componente machista?

Eduardo: Totalmente. Es patriarcal. Lo tengo más claro que el agua. Siempre van a poner en duda que una mujer diga que ha sufrido una agresión sexual a que lo diga un hombre. Claro que hay agresiones a los hombres pero por parte de otros hombres.

Marta: ¡hombre claro!

Eduardo: pero en el caso de los hombres no se pone en duda en absoluto. Se ponen todos los interrogantes habidos y por haber, pericial psicológica, grado de fabulación.

Pero para las mujeres  hay apoyo externo…

Eduardo: que son las asociaciones de mujeres pero están recortadas las subvenciones. Yo en mi trabajo diario a la hora de hacer una derivación sudo tinta para saber a qué recurso puedo derivar externamente a una mujer. Cada caso requiere un plan de trabajo. Hoy en día se están obviando los criterios técnicos profesionales y se están adoptando criterios administrativos de números y de cifras.

¿Tienes un tiempo determinado para evaluar cada caso?

Eduardo: me obligan pero yo practico la desobediencia. Si veo un caso que necesita tres años de atención yo se los voy a dar, pero desde la administración de justicia están diciendo que con tres entrevistas es suficiente.  Pero ¡Qué terapia dura tres entrevistas en casos tan graves como estos!

 ¿Y eso no te puede perjudicar?

Eduardo: seguro pero no me importa. También me puede perjudicar sacar una pancarta.

¿Y esa actitud que tienes tú  se está generalizando?

Hay compañeros que sí y hay otros compañeros que tienen miedo a perder el lugar de trabajo y siguen estrictamente todo lo que les dicen. Hay dos equipos, el rebelde que practica la desobediencia  y el sumiso.

Es que ahora perder el trabajo está complicado

Marta: Sí bueno pero qué cosa está por encima: ¿la ética profesional o los miedos? Total si te tienen que echar te echan igual.

Pero tienen una excusa para echarles…

Marta: Sí claro: es un argumento de peso.

Eduardo: La población está siendo perjudicada por una vulneración de derechos graves. Por ejemplo: el derecho a ser atendido lo antes posible, en una atención integral e inmediata y luego el derecho a la reinserción y rehabilitación porque Marta está con menores que han cometido delitos que tienen que cumplir condenas y medidas.

Yo como agredido si me dan cita para dentro de dos meses, me habré olvidado de la agresión

Marta: si no intervenimos cuanto antes… más en el caso de menores que crecen rápidamente… ya no tienen remedio, porque  empiezas a atenderlos hasta al cabo de un año o dos de la comisión del delito.

Pero entonces ya no tiene sentido porque el delito se ha olvidado.

(Risas)

Marta: también los hay que luego se rehabilitan solitos pero los hay que no y que continúan delinquiendo y tienen una denuncia tras otra y cuanto más tiempo transcurre antes de recibir una respuesta más se enquista el tema.

Los dos colectivos son muy delicados. Dentro de lo que son menores:   ¿hay diferentes clases de menores?

Marta: Nosotros hacemos una atención individualizada. Cada uno de ellos tienen unas circunstancias personales, familiares y sociales; nosotros no hacemos intervención grupal cosa que en algunos centros sí, pero yo que trabajo en medio abierto hago el seguimiento de lo que son libertades vigiladas, otras medidas que también se cumplen en libertad; servicios en beneficio de la comunidad. Con cada uno de ellos vemos qué ha pasado y por qué. Otros siguen su vida normal, van al colegio, algunos trabajan. Vienen a las entrevistas una vez a la semana o cada quince días o yo voy a donde están ellos, les hago seguimiento.

¿Crees que ha habido un incremento de la delincuencia juvenil?

Marta: La verdad es que no. Lo que ha descendido es el número de chicos que nos llegan ya con medida. Una cosa es si han delinquido más o menos, o si se les ha denunciado más o menos y otra, es si cuando llegan a la fiscalía de menores el fiscal cierra más o menos los casos. Hay varios pasos previos. Otro tema es si llegan o no a juicio, algunos prescriben  y aun los que llegan a juicio hay que ver si se les pone o no se les pone medida, entonces después de estos pasos previos es cuando llegan a nosotros ya con una sentencia que tiene que cumplir: una medida judicial en medio abierto. De todos estos, por el camino se pierden un montón de casos. A algunos ni les pillan, a otros les pillan pero la denuncia no se tramita o el fiscal dice: bueno esto no es de importancia y se archiva y otros que ya no llegan a juicio porque ha pasado tanto tiempo que la misma ley obliga a cerrar el caso.

Marta: hay una instrucción de la dirección general de que se vayan vaciando los centros. Esto afecta a los menores internados que estaban cumpliendo una medida. Ahora  a todos los casos posibles se les hacen propuestas para que  el tiempo que les queda por cumplir en un centro lo puedan cumplir en libertad vigilada, eso la ley lo permite, eso hay que decirlo también, lo que pasa es que  el equipo técnico de un centro lo tiene que justificar.  En en octubre van a cerrar dos centros de menores, los casos más graves se van a derivar y los menos graves: a su casita con libertad vigilada. Tenemos dos casos concretos de dos chicos.  Aparte de tener otras consecuencias, el problema más grave es que estos dos chicos estaban con la previsión de seguir equis meses en un centro, con un plan de trabajo, actividades y algunas externas también; dígase formación, trabajo, terapia. Echándolos del centro antes del tiempo previsto ocasiona que se rompa el plan de trabajo y no lo puedan continuar  porque algunos de estos chicos estaban en un centro de Gerona y ahora los mandan a Barcelona y cambia todo el programa, se interrumpen los planes de trabajo.

Que estaba funcionando…

Precisamente porque estaba funcionando se les considera casos menos graves para mantenerlos en el centro, como ya estás bien te puedes ir a casa pero claro a nivel técnico no es el momento pero hay esta directriz de la dirección general.

Eduardo: les están obligando a poner cosas en los informes para justificar y que no se pueda demostrar lo contrario.  Están coaccionando.

¿Les están obligando a cambiar los informes?

Eduardo: para adelantar un poco

Marta: están dando la directriz, entonces algunos técnicos nos negamos a poner cosas en los informes que no son ciertas o que técnicamente no las podemos justificar pero hay otros técnicos que agachan la cabeza y  dicen: bueno tampoco hay para tanto venga va pues sí.

Esto es lo de las dos formas de trabajar…

Eduardo: son dos actitudes diferentes. La gente tiene miedo a protestar.  Hay una parte de miedo y hay una parte de comodidad.

El problema de la comodidad yo creo que irá cambiando

Eduardo: Yo espero que también.

Porque es lo de siempre. Uno de los problemas que tenemos en este país es el del trabajador muy protegido (funcionarios del Estado); otro trabajador medianamente normal y otro trabajador explotado.

Eduardo: no quiero ser idealista pero creo que últimamente con las protestas se está dignificando el tema del servicio público.

Se están escuchando nuevos puntos de vista

Marta: yo en mi círculo de amistades tengo conocidos y amigos que dicen bueno ya era hora que a los funcionarios les metieran un poco de caña.

Eduardo: a mí también me lo dicen

Marta: una cosa es hacer un buen control de calidad del servicio público y lo otro es recortar donde no se debe recortar.

Eduardo: Estudios serios y diagnósticos de los servicios de los centros  de ver en qué capacidad están no se ha hecho. Se está yendo a tijeretazo limpio. A la administración no le interesan las personas y esto yo lo diré hasta que me muera, le interesan los números, le interesan memorias estadísticas y los votos, entonces los menores no votan, son colectivos vulnerables, olvidados por la sociedad. Por lo tanto ¿qué importancia tiene? Yo hace diez años que estoy de interino. Cuando entré de suplente en la oficina no había psicólogos, no era importante, luego se creó una plaza y después otra. Nadie había pensado que las víctimas podían tener una atención psicológica.

¿Desde hace cuanto que están los psicólogos?

Eduardo: Desde hace seis años

Marta: también hay que decir que a nivel legal se ha progresado mucho, porque en la misma ley de menores que es del 85 ha habido reformas muchas positivas; pero algunas de estas reformas nunca se han llegado a poner en práctica.

 ¿Cuantos psicólogos hay para toda Barcelona?

Eduardo: Dos. Te pongo un ejemplo. En Terras el ebre se abrió una oficina de atención a la víctima. Es una sola persona. En Tarragona 4 personas; en Girona 4 personas; en Lleida 2 personas, pero no hay psicólogos. En Barcelona junto con el personal administrativo somos 15 en total.

¿Entonces hay zonas donde hay un administrador pero no hay un Psicólogo?

Eduardo: es como un técnico que hace lo que puede.

Lo que estás diciendo es muy complicado ¿En Lleida hay una sección que es atención a las víctimas que son dos personas pero ninguna de ellas es psicólogo?

Eduardo: a lo mejor tienen formación pero su categoría de contrato es técnico B, que es un técnico de primera acogida, asesoramiento, información. Hacen una primera atención y deriva donde pueda: asociaciones, recursos municipales.

Cambiando un poco de tema desde que están en la Ciudad de la Justicia se ve alguna mejora.

Eduardo: ¿a nivel de papel? ¿Los ascensores? (Risas)

Marta: a nivel práctico en la atención de menores La Ciudad de la Justicia debido a la distancia ha dificultado la asistencia regular de los chicos obligados a asistir a las entrevistas con sus técnicos de medio abierto. Años atrás teníamos una cede central pero cada técnico contaba con un despacho ubicado dentro de lo que eran los servicios sociales de cada barrio y ahí podíamos atender a los menores y a sus familias de una forma mucho más cercana; nos podíamos coordinar con todos los recursos sociales y comunitarios de la zona, era más fácil la atención directa, y la reinserción, todo esto con la Ciudad de la Justicia ha cambiado y como vienen de todos los barrios y  como ya llevamos unos años; algunos técnicos estamos intentando recuperar espacios en algún barrio, pero con dificultades porque los servicios comunitarios tampoco disponen de suficiente espacio para ellos mismos; por lo que es complicado ofrecernos despachos para atender a las personas. En la mayoría de los casos desplazarse hasta La Ciudad de la Justicia supone un desplazamiento de más de una hora y media. En vista de todo esto la ley obliga a atender a los menores en su propio entorno, los técnicos tenemos que atender a los menores fuera de su horario habitual, escuela, trabajo y claro, entonces tenemos una franja horaria desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la noche, nos tenemos que adaptar a los horarios de los chicos y de las familias, pero si trabajas hasta tarde de alguna manera al día siguiente tienes que recuperar las horas.

No tienes horario fijo

Marta: Yo no. En dos meses tenemos que recuperar las horas. La ciudad de la justicia tiene esta desventaja fundamentalmente para los usuarios.

Eduardo: en cuanto a  nosotros  es un ambiente súper hostil para las víctimas, antes hemos estado en vía Layetana, al lado de correos, luego nos enviaron a la calle Venezuela que por la noche daba un miedo horroroso, naves industriales, etc… Ahora, en la misma planta donde atendemos víctimas vienen imputados con medidas alternativas y son atendidos  en el mismo mostrador. Hasta que no pase una desgracia no se crearán diferentes espacios; diferentes pasillos.

Marta: Y en menores también está el tema de la edad. Nosotros los atendemos a partir de los 14 años. Para algunos chicos muy jovencitos es perjudicial un primer contacto con la justicia donde también se juzgan adultos, si encima tiene un año de  libertad vigilada se ven obligados a venir cada quince días a un sitio que representa todo el peso de la Justicia que a algunos les va bien porque así también los marca; pero para otros que han cometido un delito de poca gravedad ya los están etiquetando como parte de ese colectivo de la cultura delincuencial.

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Eduardo: La justicia ha perdido humanidad. Todo es más impersonal, la gente está cada vez más quemada, hay más papeleo.

Marta: hay mucha burocracia.

¿En tu caso como te derivan las víctimas?

Eduardo: pueden ser los propios mossos d` esquadra que han cogido la denuncia en comisaría y ven que la víctima  afectada requiere asesoramiento; le dicen: mira llama este teléfono que te van a atender. A través de los abogados, internet o los familiares cuando ven a la víctima mal, porque es un servicio de iniciativa personal, nadie te lo dice, la persona si quiere viene. Tenemos bastante trabajo y es más desconocido este servicio… imagínate si fuera conocido habría una lista de espera de un año. Si empieza a llegar más gente ahí estamos de baja en un mes y medio.

¿Al día cuantos casos atiendes?

Tres entrevistas diarias. Antes yo hacía cinco pero mi jefa me dijo que me podía coger una baja psiquiátrica si seguía a este ritmo porque son entrevistas de una hora. Y te estoy hablando de terapia especializada para víctimas de delitos violentos y de cinco pasamos a tres, me dijo: “yo te quiero conservar muchos años, además por tu salud” Compartimos con Marta y con Esther que nos creemos nuestro trabajo, nos gusta nuestro trabajo y eso es un peligro. Porque es complicado. No puedo atender a alguien en diez minutos. Si te conviertes en  un burócrata lo puedes hacer pero pierdes.  Si no tienes corazón si no tienes empatía el trabajo que hacemos no tiene sentido y la verdad es que nos quieren convertir en burócratas, hay compañeros y compañeras que inundan de papeles las mesas y solamente ven su ordenador y otros que dicen no aquí hay una persona detrás de cada expediente, un menor, una víctima. Si que es verdad que puede haber casos que la gestión sea una entrevista y dos llamadas telefónicas y puede haber casos como tengo que llevo tres años interviniendo. Si un señor le ha pegado cinco martillazos a su mujer y la ha dejado medio muerta ese caso necesitará atención jurídica, psicológica.

¿Solo a la víctima?

Eduardo: sí porque para el señor ya hay otros recursos principalmente en centros penitenciarios donde se dedican millones y millones de euros.

Verás de todo tipo de casos  

Eduardo: Todo es víctimas de violencia, sufrimiento, dolor. Si ya hablamos de menores víctimas entonces… si las personas adultas víctimas del delito ya están desprotegidas no os quiero decir nada de los menores víctimas del delito.

¿Entonces también llegan menores?

No mucho pero el otro día atendí a un chaval de 12 años con un estrés postraumático del tamaño de una casa víctima de un robo con violencia en Ciutat Vella, le estoy viendo una vez al mes pero este chaval necesitaría atención una vez a la semana.

¿Y como haces tú para que no te afecte?

Practico Karate, me gusta escribir, me gusta dibujar y, además me meto en todas las movidas sociales habidas y por haber porque para mí es terapéutico y luego pues intento buscar barreras para separar el trabajo de mi vida, pero para mí es de los trabajos que mas desgaste me ha producido pero también de más gratificación al ver que la persona se recupera.

Marta: Hay tres cosas fundamentales: primero la experiencia. Yo llevo 25 años en esto. Luego: una formación continuada. Eso también es fundamental. Y los espacios que se llaman supervisión.

¿Y qué es supervisión?

Esther: Espacio de debate en equipo con un experto externo que ayuda a conducir el análisis de un caso determinado y donde este experto aporta todo su conocimiento. Es una revisión del caso a nivel técnico, colectivo, conduce el proceso, aporta elementos para analizar.

Eduardo: Lo de la formación es básico, la actitud que yo tengo es muy particular me lo pague o no me lo pague la Generalitat porque yo lo necesito. La Generalitat nos pone unos cursillos, antes nos permitían que buscáramos algo acorde con nuestra formación  pero ahora cada vez los ponen ellos en el centro de estudios.

Esther: Y últimamente aunque se solicitan los cursos, no los ponen,  dicen que está cubierto el cupo y ahora se reduce a 20 horas al año. Me he enterado hoy que hay un recorte del 40% de este centro de formación. Esto es como un médico que se tiene que estar preparando constantemente si quiere hacer unas buenas intervenciones. Nosotros a nivel social necesitamos la misma preparación y formación continuada.

Marta: Y cuando yo hablaba de formación no solo me refería a la que te ofrece el departamento, cada uno de los que nos conocemos, que trabajamos en diferentes ámbitos hemos hecho formación universitaria además de las que ya teníamos: cursos, posgrados; pero pagándolo de nuestro bolsillo y poniendo horas personales en ello. Sin esto no podríamos atender. Uno se tiene que preparar al 100% sino te quemas.

¿Tratar con jóvenes es muy delicado no?

Pues fíjate: un adolecente que lo conoces con 14 añitos pues lo llevas por diferentes medidas hasta los 18, hasta los 20. Depende de lo que dure la medida, pueden pasar años. Hay chicos que se pasan 5 años en el centro luego cuando salen siempre salen con una medida de libertad vigilada. Dos, tres, cuatro, cinco años más. Los puedes tener hasta los veintilargos

Eduardo: una cosa que compartimos todos nosotros a nivel de este servicio tan especializado es la invisibilidad. Nosotros a nivel de sociedad no existimos.

Pero son fundamentales…

Eduardo: Yo creo que hacemos mucho trabajo

Esther: hay un trabajo preventivo porque son jóvenes o adultos que pueden caer,  en el caso de esas mujeres pues en casos psiquiátricos que el Estado tenga que pagar patologías graves; el Estado se ahorra todo esto, y con chicos que también podrían acabar siendo unos delincuentes… el trabajo preventivo es una inversión. Yo que estoy en  programas de mediación antes de entrar en proceso judicial que lo que hacen es reparación a las víctimas, trabajos de reflexión, introspección… con muchos chicos adolescentes el trabajo preventivo que se hace es bestial para que esas víctimas no acaben estando en un proceso de medicación, que no se vuelvan casos patológicos; que no reincidan, pero ahora mismo no interesa lo preventivo.

Marta: Nosotros estamos en el ámbito de la prevención secundaria. Cuando ya ha habido un primer problema, la prevención secundaria es que no haya un segundo, ni un tercero. Eso tiene dos aspectos básicos como consecuencias para la sociedad: ahorro económico a la larga y seguridad ciudadana. Los chicos que yo atiendo si no se atienden bien en un primer momento y de forma adecuada y terapéutica, lo más probable es que sean un peligro para la sociedad; lo más probable es que sigan atracando.

Eduardo: Y si me apuran: salud comunitaria. Que es un concepto algo abstracto, pero estamos ganando toda la sociedad en calidad de vida.

¿Y en tu caso Esther, cual es tu función principal?

Esther: Yo hago mediación. Soy psicóloga. Desde el año 90 estamos implementando  procesos que se llaman Justicia restaurativa que tienen que ver con restaurar vínculos. Cuando una persona sufre un atraco, sea mayor de edad o menor de edad por parte de un joven y queda impactada por esa situación de alguna manera hay algo que la afecta, ya sea porque se conocía al agresor  o también por lo contrario,  todo lo que es restaurar el vínculo con la persona que te ha causado el daño o con el espacio social donde antes te relacionabas porque ya no quieres salir por temor a que te vuelva a pasar o cuando ves un chico de color o inmigrante y tienes miedo. Poder trabajar ese espacio restaurador de los vínculos ayuda a restaurar los vínculos sociales.

¿También con víctimas?

Esther: Siempre víctimas e imputados, pero los imputados son menores. Víctimas pueden ser adultos; menores.

Hace dos meses entrevistamos a un psicólogo forense de la universidad porque había subido la violencia entre hijos contra padres, entonces nos explicó un poco…

Eduardo: la violencia filio parental… un tema del candelero.

Marta: ojo con este tema que tiene muchas caras. Lo que estamos viendo es que muchos de estos menores que son denunciados por sus padres porque les han pegado, les han dado un empujón. Estoy hablando de este tipo, no del que pega una paliza y casi mata al padre, pero el que empuja a sus padres, les grita, les pega, el que les acosa; el que les da empujones con consecuencias más o menos serias, ojo porque nos estamos encontrando con chicos que han sido maltratados toda su vida físicamente y en la edad de la adolescencia es cuando la devuelven. Casos de este tipo que quizás nunca han llegado a la DGAIA (dirección general de atención a la infancia y adolescencia) y casos que quizás años antes de la adolescencia debían ser atendidos por este tipo de administración. Los hijos menores no son capaces de denunciar a sus padres cuando ellos son las víctimas porque son dependientes de sus padres.

Eduardo: Hay casos en los que han sido testigos de la violencia machista dentro de casa y luego imitan modelos; eso también hay muchísimo.

Marta: Pero no se puede meter todo en un mismo saco. Se está hablando ahora incluso de hacer un programa único para este tipo de violencias. Yo y otros compañeros estamos en contra porque cada caso es una realidad distinta. Y ahí hay que ir con mucho cuidado. Hay chicos que cuando te cogen confianza te cuentan “claro que he pegado a mi padre, pero es que en casa nos pegamos todos”, ya es el sistema de relación en esa familia.

Esther: La relación se establece a través de la violencia.

Marta: Eso no quiere decir que no haya chicos que se pasan de la raya cuando los padres han intentado hacer lo mejor que han podido durante toda su infancia. Esos casos también hay.

Esther: Y otros que se mesclan trastornos psiquiátricos que también acaban  haciendo las denuncias a Justicia cuando el tema es un tema que debería ser psiquiátrico, de salud mental. Familias mal informadas recurren a Justicia entonces, desde cosas psiquiátricas, cuestiones sistémicas de la familia que ya vienen por maltrato o cosas que realmente sí que podríamos decir que hay algo por trabajar y no hay algo psiquiátrico de por medio.

Porque si  hay algo psiquiátrico lo derivan…

Esther: hay chicos que tienen brotes psicóticos y entonces puede haber actos agresivos pero por el brote, entonces ese chico necesita una medicación, asistencia dentro de un servicio especializado que también no hay tantos recursos para adolecentes.  La población adolescente en esta sociedad que parece tan avanzada,  carece de recursos, a nivel psiquiátrico. Los casos van en una línea en concreta.  No es específico para cada caso que sería lo más conveniente.

Marta: Ahora nos vendrá una época muy dura porque se están recortando todo lo que son recursos formativos para adolescentes. Formación pre laboral, complementaria, compensatoria. Todo el sistema educativo se está recortando. Lo que son formaciones fuera de lo homologado, cursos de aprendizaje; nos estamos encontrando con chicos que han hechos solicitudes de plazas en formaciones compensatorias y no hay plazas para todos, entonces se van a quedar durante algunos años sin poder hacer formación.

El hecho de que haya más del 50% de los jóvenes que no tienen trabajo…

Eduardo: Para muchos chavales sin estudios que antes la construcción era su única salida ahora es el mundo del trapicheo. Esto es una bomba de relojería. Lo que también es verdad es que tarda una serie de años en emerger.

Y tenemos la suerte de que si fuera Francia, Alemania, estarían quemando coches cada día.

Eduardo: Pero puede llegar a pasar.

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Redactor en Revista Rambla

Narrador, guionista y editor.

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