altEl libro Crónicas de la Mafia, del corresponsal en Roma de El Correo, Íñigo Domínguez, fue vetado por la embajada española en Roma, cuyo titular es Javier Elorza. El ensayo (ed. Libros del KO) va por la tercera edición en España

 

 

El libro Crónicas de la Mafia, del corresponsal en Roma de El Correo, Íñigo Domínguez, fue vetado por la embajada española en Roma, cuyo titular es Javier Elorza. El ensayo (ed. Libros del KO) va por la tercera edición en España y tenía prevista una presentación simbólica, ya que no existe traducción al italiano, en el Instituto Cervantes, cuyo director es Sergi Rodríguez, antiguo jefe de prensadel Arzobispado de Barcelona.Hablamos vía telefónica con  el autor que nos contesta desde la capital romana.

 

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Crónicas de la Mafia es un libro que nos explica, en veinte reportajes, abundantes notas a pie de página y la reseña de 200 películas, la historia de la Mafia Siciliana. Ameno, bien escrito y con rigor, el libro de Íñigo Domínguez es el resultado de bucear durante años en el complicado mundo de la información sobre la Mafia. Un capítulo controvertido del libro, y quizá el origen del problema, es el que trata del senador Dell’Utri y su probada relación con la Cosa Nostra, senador que ha sido la mano derecha de Silvio Berlusconi. Dell’Utri, amigo personal de Il Cavaliere, fue detenido recientemente en Líbano tras huir de Italia en la víspera de que el Tribunal Supremo dictara sentencia de 7 años de cárcel por colaboración mafiosa.

 

El libro se presentó en varias ciudades españolas, pero cuando el autor intentó presentarlo, junta al también periodista Enric González, en el Instituto Cervantes de Roma, y pese a tener una aprobación de palabra, le negaron el recinto para hacer la presentación por “motivos de agenda y programación”.

 

Íñigo Domínguez nos dice:

 

El libro lo presentamos en Madrid, Barcelona, Bilbao, Vitoria y Santander, y pensé hacerlo en Roma sin ningún interés comercial, ya que no existe una traducción al italiano del libro. Me parecía bonito hacerlo para la colonia española de Roma, para los muchos seguidores que tengo en mi blog (el mundo de cerca) y los colegas corresponsales. Además el libro se vende en la librería española de Piazza Navona, junto a la Galería del Cervantes. A principios de marzo hablé con los responsables del Cervantes, y le regalé un ejemplar al director, Sergi Rodríguez, que le pareció muy bien la idea. Luego me llamó el coordinador de actividades culturales y me dijo lo mismo, que era muy interesante y que me dirían algo. Pasó el tiempo y no me daban respuesta, los compañeros corresponsales españoles, que estaban interesados en asistir y cubrir el acto para sus medios, me preguntaban qué pasaba. Al final, hace unas semanas, me llegó un correo un tanto extraño de mi interlocutor en el Cervantes. En pocas palabras me dijo que no podía ser, pero sobre las razones, me dirigió al director del Cervantes. Todo me pareció muy raro, que mi interlocutor no me diera razones para no presentar el libro y me dirigiera a su jefe, cuanto menos es extraño.

 

¿Pero no te habían dado una fecha?

 

No, había la voluntad de hacerlo, pero teníamos que concretar fecha, pero claro, no llegamos a barajar fechas porque no me dieron la oportunidad de llegar a ello, por esto dicen que no “no hay veto, puesto que nunca estuvo en el programa” del Instituto.

 

Entonces… ¿Por qué habláis de veto?

 

Yo llamé al director y me dijo lo de “problemas de agenda”, que lo sentían, “que no encajaba en la programación del centro”…, es entonces cuando empiezo a preguntar y, fuentes internas, me aclaran las verdaderas razones. Me dicen que todo viene del embajador Javier Elorza, que al parecer es el que tiene la última palabra sobre el Cervantes. Las razones es que piensan que es un tema conflictivo y que puede crear malestar en los italianos, y que nada de presentación; esto es un veto.

 

Es curioso, porque lo recogido en tu libro, me refiero a los asuntos políticos, son cosas ya conocidas y publicadas en la prensa italiana. ¿Cómo te lo tomas?

 

Me enfado muchísimo y me parece inaceptable. Pensé en hacer una bronca y demás, pero lo dejé descansar en las fiestas de Semana Santa, no quería que se pensara que lo hacía por notoriedad. Pero los colegas me empezaron a preguntar y yo no sabía nada. Fueron ellos los que hicieron averiguaciones, como mi amiga Irene Hernández de El Mundo. Llamaron a la embajada y les dijeron eso de “razones técnicas”, y salió una nota en prensa y se empezó a conocer en España.

 

Parece que se pasan la pelota de uno a otro, porque el director del Cervantes te remite a la embajada, y en la embajada al Cervantes. Los cuatro institutos Cervantes que hay en Italia, el de Roma, Milán, Nápoles y Palermo dependen del Ministerio de Exteriores y, el embajador Elorza, cuando tomó posesión de su cargo en 2012, ya dejó claro en una circular que todos los actos culturales organizados en los Cervantes deberían contar con su opinión, caso que alguno pudiera tener alguna repercusión política. Parece que es tu caso. Pero ¿tienes pensado hacer la presentación en otro lugar?

 

Ya te digo, yo me planteé esa presentación en el Cervantes como algo bonito, para los amigos y demás, ahora con todo esto no tengo cuerpo para plantearme nada. Quizá en la librería española, que no depende del instituto, pero no tengo ganas de crear polémica. Me ha superado todo un poco y no lo qué haré. No entiendo nada, uno puede pensar que sea por capítulo sobre Berlusconi, pero sin pensar en nada sofisticado, yo creo que es pura ignorancia. No se han leído el libro, pero no que es peor, que te veten sin leer el libro o que lo hagan tras haberlo leído. Yo creo que es más sencillo, les llegó el libro y al ver de qué iba decidieron no complicarse la vida, pero con ligereza. Esto ha llevado a dar unas razones de lo más peregrinas cuando los compañeros llamáis al Cervantes: “Que no entra en el proyecto cultural del instituto”, o mi preferida, la escusa de que es como si un escritor francés presentará un libro sobre ETA en la Alliance-Francaise de Madrid… ¡Pues muy bien!, que lo presente, cuál es el problema. Creo que han querido ser más papistas que el Papa, nunca mejor dicho.

 

¿No crees que le van a dar más repercusión al libro?

 

El libro ya va muy bien en España. Creo que si se hubiera hecho la presentación en el Cervantes, no hubiera tenido repercusión, nos hubiéramos juntados unos amigos y compatriotas y ya está. Ahora con la polémica, un acto en el que hubiéramos sido cuatro gatos, se la da más importancia de la que hubiera tenido. Es una mezcla de torpeza e ignorancia, no hay que buscar ninguna conspiración. Me dijeron que “cualquiera no puede presentar un libro”, que había que valorar criterios de calidad, de contenido, de oportunidad… hace poco presentaron un libro sobre el Papa, muy bien, tiene que ver con Italia, pero la Mafia también. Además, qué italiano se va a molestar por un libro que no se vende aquí. Si fuera una traducción…, claro que en ese caso sería peor, porque sería un libro español y estaría justificado que se presentara en el Cervantes. Creo que han metido la pata y ya está.

 

Nos ponemos en contacto con Emilio Sánchez, editor del libro y director de Libros del KO, que nos comenta:

 

Como editorial, el veto nos parece una patochada berlanguiana. La historia tiene casi una vis cómica si no fuera porque este episodio denota unos preocupantes tics caciquiles de comisario político. Y por encima de todo nos puede la curiosidad: ¿Se han llegado a leer el libro? ¿Qué es exactamente lo que les preocupa tanto? ¿De verdad no se les ha ocurrido una mejor excusa que la comparación con lo del libro de ETA presentado en la Alianza Francesa de Madrid? ¿Recita Teodoro Obiang poesía en la intimidad?

 

En la última pregunta del editor se refiere al acto del instituto Cervantes de Bruselas que, a principios de abril, contó con la participación del dictador guineano.

 

Éste redactor se puso en contacto con el agregado de prensa de la embajada de España en Roma, don Agustín Galán, que por toda respuesta me remitió a una carta al director que, el director del instituto Cervantes, don Sergi Rodríguez, envió al diario El Mundo 20 de abril. En la misiva se dice:

 

“Sr. Director:

 

En relación con el artículo publicado el pasado viernes por su diario sobre la pretendida existencia de un veto a un libro sobre la Mafia escrito por Íñigo Domínguez quiero precisar que a lo largo del año son muchos los autores que solicitan presentar sus libros en el Instituto Cervantes de Roma, no pudiendo atender todas las peticiones por cuestiones de agenda y programación, como el caso que nos ocupa. Corresponde al director de cada centro aplicar las directrices emanadas por la dirección en Madrid del Instituto Cervantes, organismo público que forma parte del Ministerio de Asuntos Exteriores. El libro al que se hace referencia su diario nunca ha llegado a estar programado, tratándose por tanto de criterios estrictamente técnicos”.

 

Generalmente, una nota de rectificación o réplica, se hace para dar una información distinta o añadir datos u otra opinión de lo publicado, pero en la carta del Cervantes se repiten los argumentos que ya se recogen en el artículo y lo dicho por el autor, por ejemplo, en conversación con éste redactor, a saber: “problemas de agenda” y “criterios técnicos”, claro que esto lo niegan las fuentes internas que han hablado con Íñigo Domínguez. Quizá, como también apuntamos en este artículo, la clave esté en los párrafos de la carta donde se habla de la “directrices emanadas de Madrid” o la aseveración de que el Instituto “forma parte del Ministerio de Asuntos Exteriores”.

 

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