La U.E. aumentará la capacidad de su misión de entrenamiento a las tropas ucranianas con la finalidad de llegar a adiestrar a 30.000 soldados, en un impulso para duplicar la capacidad inicial de la operación establecida el pasado octubre para ayudar al Ejército ucraniano a combatir frente a Rusia y seguir alargando un conflicto cruel e innecesario. De objetivos por la paz, la U.E. no dice nada.

De este modo, la decisión estratégica de la U.E. es una clara apuesta por fortalecer a uno de los contendientes y participar, indirectamente por ahora, con armas y pertrechos, en el curso de la guerra, favoreciendo a la vez a la industria armamentística. No existe una sola iniciativa europea de paz, y el célebre «No a la guerra» ha quedado en los confines de una difusa memoria que ahora se trata de ocultar.

Fuentes europeas confirman a agencias de noticias que este anuncio que se hará oficial hoy jueves en el viaje del colegio de comisarios a Kiev, con la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen a la cabeza, para mantener un cara a cara con el Gobierno ucraniano.

De esta forma, la UE redobla su misión de asistencia militar a Ucrania (EUAM) y duplica los objetivos de la misión, incluyendo el entrenamiento a soldados ucranianos en sistemas como los carros de combate Leopard 2 que países como Alemania, Polonia o España se han comprometido a suministrar.

Este paso supone «un gran esfuerzo» para la misión europea, señalan las mismas fuentes, que no obstante recalcan que se trata de una nueva señal de apoyo militar a Ucrania frente a los nuevos ataques rusos. «No hay que esperar a que Rusia refuerce sus ataques», señalan las fuentes, que recalcan que se trata de la misión más «exitosa» y «rápida» de la historia de la UE, cuyas consecuencias aún son desconocidas.

En este sentido, se entiende también la partida de 45 millones de euros acordada hace unas semanas por los ministros de Exteriores europeos para suministrar de más material y recursos a la operación, en la que participan más de 20 Estados miembros y que tiene sus bases principales en Alemania y Polonia, pero se coordina directamente desde los mandos militares de la UE en Bruselas.

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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