El pueblo kurdo en Siria, una minoría étnica que constituye entre el 5% y el 10% de la población, ha enfrentado siglos de marginalización, desde la disolución del Imperio Otomano hasta la represión bajo el régimen baasista. La guerra civil siria (2011-2024) les brindó una oportunidad única para establecer la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES), conocida como Rojava, pero también los colocó en el centro de tensiones regionales. En mayo de 2025, tras la caída de Bashar al-Assad y la disolución del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), los kurdos enfrentan un futuro incierto, marcado por un acuerdo histórico con el nuevo gobierno árabe y desafíos persistentes en seguridad y autonomía.

Historia del pueblo kurdo en Siria

Los kurdos son uno de los grupos étnicos más grandes del mundo sin un estado propio, dispersos entre Turquía, Siria, Irak e Irán tras el colapso del Imperio Otomano. El Tratado de Sèvres (1920) prometió un Kurdistán autónomo, pero el Tratado de Lausana (1923) lo ignoró, dejando a los kurdos fragmentados (Council on Foreign Relations). En Siria, los kurdos se concentran en Al-Jazira, Kobanî y Afrin, cerca de la frontera turca, con comunidades en Alepo y Damasco.

Bajo el régimen baasista, los kurdos enfrentaron políticas discriminatorias. En 1962, un censo en Al-Hasakah despojó de ciudadanía a miles de kurdos, dejándolos sin derechos básicos (Human Rights Watch). Se les prohibió usar su idioma, el kurdo (principalmente el dialecto Kurmanji), y se restringió su acceso a educación y empleo. Estas políticas alimentaron el deseo de autonomía, inspirado por el Gobierno Regional Kurdo en Irak.

Los kurdos durante la guerra civil siria

La guerra civil siria, iniciada en 2011, transformó la situación kurda. Con el régimen de Assad debilitado, los kurdos declararon la autonomía de Rojava en 2012, estableciendo un sistema basado en la democracia directa, la igualdad de género y la pluralidad étnica. Las YPG, brazo armado de la AANES, se convirtieron en una fuerza clave, especialmente tras unirse a la SDF en 2015, con apoyo estadounidense para combatir al Estado Islámico (EI).

La SDF controló un tercio del territorio sirio, incluyendo áreas ricas en petróleo, pero esto generó conflictos con Turquía, que considera a las YPG una extensión del PKK, designado como organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea. Turquía lanzó operaciones militares en Afrin (2018) y el noreste (2019), desplazando a entre 150,000 y 200,000 personas (BBC News). Los kurdos también enfrentaron tensiones con el régimen de Assad y grupos rebeldes, navegando un delicado equilibrio para mantener su autonomía.

Situación actual (mayo de 2025)

En mayo de 2025, los kurdos en Siria están en una encrucijada. La caída de Assad en diciembre de 2024 y la formación de un nuevo gobierno liderado por figuras como Ahmed al-Sharaa han cambiado el panorama político. Un acuerdo histórico firmado en marzo de 2025 entre la SDF y el gobierno sirio estipula la integración de las instituciones civiles y militares kurdas al estado para finales de 2025, incluyendo los campos petroleros y gasíferos del noreste (The New York Times). A cambio, el gobierno promete igualdad de derechos, el reconocimiento del kurdo como segundo idioma y la inclusión de kurdos en cuerpos transitorios, como un parlamento temporal y un comité constitucional (Foreign Policy).

Sin embargo, la implementación enfrenta obstáculos. La SDF insiste en mantener una presencia militar distinta en el noreste, una demanda que Damasco rechaza, argumentando que todos los grupos armados deben disolverse para evitar el «señor feudalismo» (Foreign Policy). Además, la población árabe en las áreas controladas por la SDF, que supera en número a los kurdos, ha expresado descontento con el dominio kurdo, especialmente en Deir ez-Zor y Raqqa (NPR).

Un desarrollo significativo es la disolución del PKK, anunciada el 12 de mayo de 2025, tras un congreso en el norte de Irak. Esta decisión, impulsada por el líder encarcelado Abdullah Öcalan, podría reducir las tensiones con Turquía, que ha presionado a los grupos kurdos en Siria para que desarmen (Reuters). Sin embargo, la seguridad kurda sigue amenazada por grupos islamistas y la influencia turca en el nuevo gobierno sirio (Euronews).

Relaciones con el gobierno árabe

Las relaciones entre los kurdos y el nuevo gobierno árabe son una mezcla de cooperación y desconfianza. El acuerdo de marzo de 2025 es un paso hacia la inclusión, marcando la primera vez que los kurdos son reconocidos oficialmente como parte integral del estado sirio con derechos garantizados (The New York Times). Sin embargo, la integración plantea desafíos.

El principal punto de contención es el estatus de la autonomía kurda. La AANES ha operado como una entidad semiautónoma con su propio sistema administrativo y judicial. El gobierno central insiste en una integración total, mientras que los kurdos buscan preservar cierta autonomía local. La redistribución de los ingresos del petróleo y el gas, vitales para la economía kurda, es otro tema delicado. Aunque el acuerdo promete una inversión proporcional en el noreste, los detalles prácticos están pendientes (Foreign Policy).

La seguridad es una preocupación constante. Los kurdos han acusado al gobierno de no protegerlos adecuadamente contra incursiones turcas y ataques de grupos islamistas. Aunque el gobierno ha prometido combatir a los remanentes del EI y otros extremistas, su capacidad para hacerlo es incierta, especialmente en medio de la violencia sectaria que afecta a minorías como los drusos y alauitas (The New York Times).

Ideología y apoyos del PKK

El PKK, fundado en 1978 por Abdullah Öcalan, ha sido un actor central en el movimiento kurdo. Su ideología original combinaba marxismo-leninismo con nacionalismo kurdo, buscando un estado kurdo independiente (Wikipedia). En los 1990, cambió su objetivo hacia la autonomía dentro de Turquía, y en los 2000 evolucionó hacia un proyecto de «democracia radical», inspirado en las ideas de Öcalan sobre descentralización, igualdad de género y pluralidad étnica (Reassembling the Political). Este modelo ha influido en la AANES en Siria.

El PKK ha sido designado como organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea, aunque algunos analistas argumentan que ya no realiza actividades terroristas sistemáticas. Históricamente, recibió apoyo de Siria (bajo Hafez al-Assad hasta 1998), Irak e Irán, que proporcionaron bases y logística. En Europa, algunos partidos y organizaciones han expresado solidaridad con los objetivos kurdos, aunque no siempre con las tácticas del PKK (MFA).

La disolución del PKK en mayo de 2025, tras un llamado de Öcalan en febrero, marca un cambio significativo. Turquía, Estados Unidos, la Unión Europea, Irak e Irán han acogido la decisión, que podría facilitar la estabilidad regional (Reuters). Sin embargo, el legado ideológico del PKK persiste en la AANES, y los grupos kurdos en Siria deben ahora definir su futuro sin el respaldo directo del PKK.

Aspecto Detalle
Población kurda en Siria 5-10% de la población, concentrada en Al-Jazira, Kobanî y Afrin
Autonomía AANES (Rojava) establecida en 2012, busca democracia directa
Acuerdo 2025 Integración de SDF al estado sirio, derechos kurdos garantizados
Tensión con Turquía YPG vista como extensión del PKK, operaciones en 2018 y 2019
Ideología PKK Marxismo, nacionalismo kurdo, evolucionó a democracia radical
Apoyos históricos PKK Siria, Irak, Irán; solidaridad en Europa

Conclusión

En mayo de 2025, los kurdos en Siria enfrentan un momento crítico. El acuerdo con el gobierno sirio ofrece una oportunidad para la inclusión, pero la pérdida de autonomía y las amenazas de seguridad plantean riesgos significativos. La disolución del PKK podría aliviar las tensiones con Turquía, pero también deja a los kurdos sirios en una posición vulnerable, dependiendo de su capacidad para negociar con el nuevo gobierno y mantener la cohesión interna. Su historia de resiliencia sugiere que seguirán luchando por sus derechos, pero el camino hacia un futuro estable sigue siendo incierto.

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Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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