A las once de la mañana la plaza Urquinaona de Barcelona empezaba a llenarse de gente con chalecos blancos (Marea Blanca) y naranjas (Marea Pensionista) que ondeaba banderas y pancartas reivindicativas a favor de una sanidad pública de calidad y universal. Las dos entidades organizadoras consiguieron movilizar a más de dos mil personas un domingo por la mañana bajo una misma consigna: “La salud por encima del negocio. No a la privatización”.

La manifestación no se convocó un día cualquiera, se hizo coincidir con la celebración del Día Mundial de la Salud, considerada una fecha ideal para reivindicar el derecho a la salud y a la sanidad pública y para exigir medidas contra las listas de espera excesivas y la privatización de la sanidad. En este sentido, Toni Barbará, médico jubilado y fundador y portavoz de Marea Blanca de Cataluña manifestaba a los medios que: “Hoy no es un día de celebración, es un día de reivindicación, de lucha, porque nos están liquidando de forma premeditada e impune la calidad, la atención y las características notables de un sistema público”. Y añadió que “las listas de espera, la destrucción de la atención primaria, la situación de la salud mental, los determinantes de salud que están como están, la situación del trabajo –con condiciones de precariedad insostenibles– de las trabajadoras de la sanidad … Todo esto conlleva que o reaccionamos, o la ciudadanía se pone en pie y entiende que la salud es un derecho y que nosotros somos sus titulares, o nos quedaremos sin sistema y no habrá tiempo para llorarlo”.

Por su parte, Conchita Ribera, portavoz de la Marea Pensionista, destacó que “Catalunya es de las comunidades autónomas con listas de espera más largas, y donde la media de espera para obtener cita con el médico de cabecera en los centros de atención primaria es de hasta seis días en algunos sitios, cuando debería darse respuesta en menos de 48 horas… y esto no se puede soportar…” y exigió “un incremento en el presupuesto para sanidad, pero para la sanidad pública, no para los negocios privados”. Ribera también hizo una acérrima defensa de la atención primaria, a la que definió como “la puerta de entrada al sistema sanitario público y donde se realiza la medicina preventiva, la medicina integral del paciente y la salud comunitaria”. Pidió aumentar los recursos para la atención primaria, “una de las áreas que más se ha castigado y en la que faltan 3000 puestos de trabajo. (….) Tenemos plantillas agotadas, con falta de medios y condiciones laborales tremendas. Exigimos mejoras laborales y económicas para los sanitarios, que son los que sostienen actualmente la sanidad pública”, zanjó.

Reacciones de todo tipo

La “marea” de gente que se concentró en la plaza Urquinaona recorrió Vía Laietana hasta llegar a la plaza de Sant Jaume, donde se leyó un manifiesto unitario que denunciaba la precarización de la sanidad pública, que atenta contra el derecho a la salud, desprecia a los profesionales y beneficia intereses privados, y en el cual se exigió a los gobiernos que trabajen para evitar que se mercantilice la sanidad. También se destacó la falta de inversión en la atención primaria y se puso en entredicho el nuevo modelo de atención pediátrica.

Sobre la movilización, Barbará apuntó que “los que ya ganamos una vez los servicios públicos seguiremos hasta la extenuación, hasta reconquistarlos, porque si no, no hay futuro”. Y concluyó: “El dinero público debe destinarse a los servicios públicos, y en el caso de la sanidad pública sufrimos una verdadera pandemia de privatizaciones y mercantilizaciones que hacen que Cataluña se encuentre entre las primeras en externalizaciones, que significa enviar al sector negocio lo que no debe moverse de la sanidad pública. Salud es luchar, luchar es salud”.

La proximidad de nuevas elecciones en Catalunya también llevó a sindicatos y políticos a pedir que se ponga la salud en el centro de las prioridades. En esta línea se expresó el secretario de CCOO, Javier Pacheco, quien pidió “al conjunto de partidos políticos que en plena campaña electoral pongan la salud en el centro de sus prioridades. Una sociedad sin salud no es una sociedad próspera ni de progreso, por eso movilizamos hoy al conjunto de trabajadores y trabajadoras de nuestra organización”.

Los dos partidos políticos que se adhirieron a la manifestación en defensa de la sanidad pública fueron los Comuns y la CUP. La candidata de los Comuns para el próximo 12 de mayo, Jéssica Albiach, cargó contra ERC en estos términos: “La sanidad pública se blinda y no se recorta, como ha estado haciendo ERC con la concentración pediátrica o recortando y despidiendo a doscientas profesionales de la plantilla de Vall d’Hebron”, mientras que la candidata de la CUP, Laia Estrada, denunció que “cuestiones que deberían ser derechos esenciales para la población se están convirtiendo en privilegios, y en el caso de la sanidad pública, esto cada vez es más evidente”.

El movimiento Marea Blanca resonó con fuerza también en otras capitales españolas como Madrid, donde una cadena humana de más de 300 personas rodeó la Puerta del Sol con la proclama “Recortar en sanidad es un acto criminal”, o en Sevilla, donde hubo una gran representación de zonas rurales –Estepa, Écija, Gilena, Lebrija o Aguadulce–, poblaciones donde la presión sanitaria y la carencia de personal sanitario es más que evidente, y se gritaron consignas como “La sanidad pública se muere, Los pueblos unidos nunca serán vencidos o La sanidad no se vende, se defiende”.


*Fuente: https://catalunyaplural.cat/es/en-defensa-de-la-sanidad-publica/

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