— Buenos días, querido continente… ¿Tus vacaciones van a acabar algún día?— gritó un vehemente coronel y piloto americano, con la música de Wagner de fondo, mientras se comunicaba con sus subordinados alemanes, al otro lado del canal radiofónico.

— Lamento comunicarle, señor, que suenan tambores de guerra, pero todavía no toca atacar al enemigo. Ahora estamos con el rollo del rearme. De todas formas, y aunque es de admirar su espíritu de lucha y su entusiasmo castrense, como comandante de la base de Rammstein, le sugiero que aterrice con cuidado en la última pista a la derecha, porque su helicóptero, tiene problemas en el rotor principal, pierde combustible y va cargado hasta los topes de bombas de napalm.

— Pues tienen que comprar todas las armas americanas que puedan los más rápidamente posible. Estos viejos aparatos están en las últimas.

Afortunadamente, no hubo que lamentar víctimas colaterales porque todo aquello no era sino una simple ficción cinematográfica, que estaba siendo proyectada en un cine al que asistía una pareja de enamorados de luna de miel en París.

— ¿Qué te pareció la película?— preguntó la hermosa jovencita.

— Es sólo Europa, pero me gusta— replicó el varón.

En efecto, la película mostraba los lugares más hermosos del viejo continente, aunque había empezado en el aula magna de una universidad, en un lugar indeterminado de Vietnam. Allí, el profesor, dirigiéndose a la silenciosa audiencia, preguntó:

— ¿Les preocupa el rearme en Europa?

— No— replicó toda la clase al unísono.

— ¿Por qué?

— Europa no tiene dinero ni soldados. La Teoría Monetaria Moderna no sirve para un continente sin materias primas y totalmente envejecido— replicó un alumno aventajado.

— ¿Tiene autoridad moral Europa para dirigir al resto del mundo?— insistió el profesor.

— No. Pero creo que tampoco lo pretende— replicó el alumno aventajado.

— ¿Quién entonces pretende dirigir el mundo?

— Estados Unidos y sus aliados angloparlantes— contestó el mismo alumno.

— ¿Alguien puede, establecer una posible relación lógica entre el destino manifiesto americano, el siglo de la humillación chino, y el problema, el derecho positivo y el derecho natural, en cuanto a la soberanía de un territorio, todo ello, en relación con una posible declaración de independencia de la isla de Taiwán?

— Los europeos no queremos guerra, pero tenemos que aceptar que la colonización económica occidental se ha acabalado. El futuro de Europa, en el mejor de los casos, es ser un parque de atracciones para ricos procedentes de los Bricks— replicó un alumno que tenía padres europeos.

En ese momento sonó la campana y todos los alumnos salieron corriendo y dejaron al profesor con la palabra en la boca. Mientras tanto, en la siguiente escena, aparecía un barco de carga con bandera de Latinoamérica, donde un comerciante árabe hacía sus cuentas en negro, sobre la venta del petróleo, en un viejo ábaco y se comunicaba con un cacique africano, a través de un extraño código de luces, para poder pasar por el Mar Rojo.  Por una extraña sucesión de interferencias en las frecuencias de radio, el comerciante escuchaba una conversación que tenía lugar en otro remoto lugar, pero que, en cierto modo, estaba relacionada con sus propios intereses actuales.

— ¿Qué opinas de lo que está haciendo Israel en Palestina?

— No es mi guerra— dijo nada más salir del agua, tomando una cerveza en el bar de la plataforma marítima, un buceador noruego contratado por Putin y que había sido enviado a investigar el sabotaje en el Nord Stream 1.

— Nadie dice que sea. Si caes en la trampa de no tener independencia política, solo debes de poner el campo de batalla— replicó el camarero de origen marroquí, que animaba al buceador a que se tomara una siguiente ronda de cerveza.

Articulista en Revista Rambla

Escritor sevillano finalista del premio Azorín 2014. Ha publicado en diferentes revistas como Culturamas, Eñe, Visor, etc. Sus libros son: 'La invención de los gigantes' (Bucéfalo 2016); 'Literatura tridimensional' (Adarve 2018); 'Sócrates no vino a España' (Samarcanda 2018); 'La república del fin del mundo' (Tandaia 2018) y 'La bodeguita de Hemingway'.

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