No hay dos cuerpos iguales, sin embargo, basándonos en una serie de medidas corporales, se pueden clasificar los tipos de estructuras corporales en función de su forma o volumen. Esta distinción se aplica de forma funcional a la vestimenta o la costura para calcular o adecuar las tallas de cada persona. Para calcular la forma de un cuerpo, principalmente, se tienen en cuenta las medidas de hombros, busto (pechos), cintura y cadera. A partir de ahí, y con la ayuda de una calculadora de cuerpo, es posible averiguar en unos segundos cuál es la tipología de un cuerpo determinado. En este artículo de Revista Rambla te enseñaremos cómo hacerlo.

Resolver el misterio sobre la forma de cuerpo ayuda a las personas o profesionales a elegir mejor el vestuario, seguir determinadas modas e incluso adaptar los entrenamientos físicos para corregir algunas zonas. Y es que en el mundo de la moda, no todas las tendencias son aptas para todos los cuerpos. Por eso, es recomendable aprender algo más sobre los tipos de cuerpos y porqué es importante saber como son.

Tipos de cuerpo

Como decimos, los cuerpos suelen clasificarse en función de la forma de su silueta. Los hay ovalados, rectilíneos, anchos o más estrechos, por esta razón, en base a la antropometría (la ciencia que evalúa indirectamente el tamaño, las proporciones y la composición corporal), costureros y diseñadores establecieron una clasificación universal. Lógicamente la forma de cada cuerpo vendrá determinada por la genética, la dieta alimenticia y el tipo y cantidad de deporte que practique cada individuo.

La clasificación corporal más aceptada en función de la morfología es la siguiente:

Cuerpo rectángulo

El cuerpo en forma de rectángulo se caracteriza por tener unas medidas bien proporcionadas, donde las caderas, cintura y busto miden prácticamente lo mismo.

Cuerpo reloj de arena

En el caso del cuerpo en forma de reloj de arena, la silueta de la persona tiene un cintura bien definida, pero el busto y las caderas con algo más anchos y tienen unas medidas similares.

Cuerpo triángulo

En las siluetas con forma de triángulo, las caderas son anchas, la cintura no está claramente definida y los hombros son mucho más estrechos que las caderas. De ahí que su forma recuerde a un triángulo.

Cuerpo triángulo invertido

Los cuerpos en forma de triángulo invertido son lo contrario al anterior. Así, en este caso, las caderas son más estrechas que los hombros, aunque la cintura mantiene una relación/aspecto a la del cuerpo triángulo.

Cuerpo cuchara

La tipología cuerpo cuchara se caracteriza también por unas caderas anchas, mucho más que la zona del busto, con una forma parecida a una repisa. En este caso la cintura está bien definida.

Cómo calcular forma cuerpo

Como decíamos al principio del artículo, para calcular la forma de cuerpo se deben tener en cuenta las medidas de hombro a hombro, el contorno del busto (incluidos los pechos en cuerpos femeninos), la circunferencia de la cintura y la de las caderas. La medición se realizará de la siguiente forma:

  • Hombros: con una cinta métrica flexible se mide el contorno del cuerpo justo por debajo de los hombros, en su parte más ancha. Esta operación es aconsejable hacerla con ayuda, puesto que si lo hace uno solo, la medida puede variar debido a la dificultad que presenta realizar la operación, puesto que es necesario el uso del brazo para sujetar la cinta.
  • Busto o pecho: de igual modo que con los hombros, se mide todo el contorno del pecho, pasando la cinta métrica por detrás de la espalda y por debajo de las axilas.
  • Cintura: con la cintura se repite la operación anterior, pero en este caso la medición se realiza por su parte más estrecha.
  • Cadera: en este caso, se procede a medir al revés que con la cintura. La cadera debe medirse en su parte más ancha, que suele variar en función de cada persona. Siempre se mide el contorno.

Así pues, con todas estas medidas apuntadas, se procede a insertarlas en una calculadora de cuerpo online y en unos milisegundos obtendremos el resultado. Sabiendo la tipología de un cuerpo se puede mejorar la calidad de vida, puesto que permite adaptar nuestro estilo de vida a unas necesidades concretas.

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