¿Te imaginas acertar el número y quedarte sin un euro? Cada año, decenas de décimos premiados jamás llegan a cobrarse por descuidos que podrían evitarse con un mínimo de organización y algo de sentido común. Si sueñas con el “gordo” —o con cualquier otro premio de la Lotería Nacional— toma nota de los fallos que más se repiten y de los (sencillos) hábitos que pueden salvar tu bolsillo.

1. Confiar en la memoria y no revisar con calma

Hay quien comprueba el sorteo “a ojo” o se fía de un mensaje reenviado. Un cero donde había un ocho, una serie mal anotada… y adiós al premio. Verifica siempre en la web oficial de Loterías y Apuestas del Estado o en tu administración; escanea el código QR del reverso y guarda una captura de pantalla como prueba. Ese minuto puede valer millones.

2. Ignorar el reloj: solo 90 días para cobrar

El plazo empieza al día siguiente del sorteo. Transcurridos 90 días naturales, el derecho de cobro prescribe y el dinero vuelve a las arcas públicas. Márcalo en el calendario y, si la cifra es alta, haz la gestión cuanto antes en tu banco colaborador: evitarás colas y sobresaltos.

3. Perder o deteriorar el décimo físico

Un descuido doméstico —bolsillo de la lavadora, taza de café volcada— puede convertir tu décimo en papel mojado. Para blindarlo:

  • Guárdalo en una funda de plástico.
  • Haz una foto por ambas caras en cuanto lo compres.
  • Si lo compartes, deja constancia de participantes y porcentajes en un chat o documento firmado.

4. Comprar en puntos de venta sin licencia

Los vendedores improvisados pululan por ferias y zonas turísticas. Si el boletín es falso, no habrá reclamación posible. Evita riesgos adquiriendo en administraciones oficiales o, mejor aún, opta por comprar lotería online. Con esta opción recibirás un duplicado digital del resguardo y podrás rastrear tu operación en segundos.

5. No planificar la compra con tiempo

El último día todos corren detrás del “número bonito”, y en el caos se multiplican los errores. Anticípate —y huye de colas— al comprar loteria nacional con semanas de margen. Así eliges tu combinación con calma, aseguras disponibilidad y evitas intermediarios de dudosa fiabilidad.

6. Elegir cualquier despacho sin contrastar su reputación

Una administración consolidada ofrece garantías adicionales: custodia de décimos, sistema informático robusto y asistencia si surge un conflicto. Un buen ejemplo es Loterías El Dólar, con más de medio siglo de historia y envío inmediato de la confirmación oficial. La confianza en el vendedor es tu primera línea de defensa.

7. Olvidar las retenciones fiscales

Todo lo que supere 40 000 € tributa al 20 % y el banco descuenta la parte de Hacienda al instante. Si distribuyes premios entre amigos, calcula el importe neto antes de gastar: un alarde de generosidad mal afinado puede dejarte números rojos.

8. Tirar la toalla si el décimo se rompe

Un boleto desgastado o rasgado es cobrable siempre que se distingan número, serie, fracción y códigos de seguridad. Presenta el original (sin celo ni grapas) en tu administración para que lo sellen y envíen a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre; tardarás algo más, pero salvas el premio.

9. Delegar el cobro en terceros sin poder notarial

El premio se paga al portador. Si pides a alguien que lo cobre por ti sin un documento legal, te arriesgas a perder la totalidad. Otorga un poder notarial —rápido y barato— o acompaña a tu representante al banco; dormirás tranquilo.

10. Limitarse al Sorteo de Navidad y descuidar otros

Confiarlo todo al Sorteo Extraordinario es tradición, sí, pero el calendario está repleto de sorteos semanales y especiales. Si te organizas con antelación, puedes comprar décimo de lotería de navidad sin prisas y, de paso, diversificar fechas y números. Menos dependencia de un único día significa más oportunidades y menos presión.

11. No guardar los justificantes digitales

Borrar el correo de confirmación o la factura PDF es un error de manual. Ese archivo es tu salvavidas si el sistema sufre una caída o se cruzan datos. Guárdalo en la nube y, si eres despistado, imprime una copia física.

Prevenir es más fácil que lamentar

La suerte es caprichosa, pero la prevención depende solo de ti. Revisa, guarda, documenta y compra siempre a través de canales seguros —presenciales o digitales— para que, si la fortuna sonríe, no la dejes escapar por un descuido. Al final, todos soñamos con brindar por el premio… y nadie quiere despertar descubriendo que lo perdió por un error evitable.

Teniendo en cuenta estos errores y un poco de sentido común, tu único problema será decidir cómo invertir el premio. Porque, cuando se trata de la Lotería Nacional, la mayor mala suerte es no estar preparado para la buena.

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Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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