altLittle Victor ha recibido premios y galardones en Europa y Estados Unidos en el mundo del Blues. Formado por los mejores músicos negros en Beale Street, en la calle de Memphis por antonomasia, donde el Blues es ahora una atracción para los turistas europeos

 

 

Little Victor ha recibido premios y galardones en Europa y Estados Unidos en el mundo del Blues. Formado por los mejores músicos negros en Beale Street, en la calle de Memphis por antonomasia, donde el Blues es ahora una atracción para los turistas europeos

 

altLittle Victor está afincado ahora en Europa, aunque vuelve siempre que puede a beber de las fuentes de esa música que nació en el Delta del Missippi gracias a los esclavos africanos.

 

– ¿Estás establecido en Europa ahora?

 

– De hecho, en el pasado ya solía vivir entre Estados Unidos y Europa. Nací en una base militar de Italia. Mi padre era de Arkansas y mi madre es italiana. Crecí en varias bases militares americanas, aunque siempre volvía a Estados Unidos de vacaciones.

 

Siempre mencionas que tienes un problema…

 

– Mi problema es que soy del color equivocado. Para la música que toco, tienes que tener 80 años, no tener dientes, ser de Mississippi, y mejor si no sabes leer ni escribir. Mucha gente me dice: ¡Oh, pero si eres blanco! Si no, se piensan que tienes que tocar rock o hacer cosas como Gary Moore, que decía que tocaba Blues o Joe Bonamassa. A ellos ni les importa el Blues de los años 50. Incluso, en el mundo del Blues, lo que les gusta mayoritariamente son cosas tipo Eric Clapton y sus solos de guitarra. Si esto es el Blues, a mi no me gusta el Blues. ¿Entiendes lo que quiero decir?

 

.

 

– Mi problema es que crecí alrededor de grandes músicos y soy muy exigente después. Algunas veces llaman Blues a cosas que no tienen nada de Blues.

 

Aprendiste el Blues en Beale Street.

 

– Beale Street fue mi escuela. Fue una calle muy popular en los años 20 y 30 hasta los sesenta. Desgraciadamente, a final de los sesenta la echaron abajo, literalmente. La reconstruyeron otra vez en los ochenta y yo fui lo suficientemente joven como para estar allí y aprender del ambiente. Tenías que tener 21 años en el Estado de Tennessee para estar en un club y no podía entrar, pero podía escuchar la música desde la ventana o en la calle. Empecé a tocar en Beale Street con 13 años.

 

– ¿Tocando Blues?

 

, pero el Blues de verdad se tocaba en el parque Church. Allí es donde Robert Johnson tocaba en Memphis. Robert Johnson y otros como él de esa época solo podían tocar por propinas en el Church Park o en la calle. Nadie les contrataba en un club porque no tenían ni piano ni sección de viento.

 

Tenías que ser muy atrevido para ir por allí tan joven…

 

Bueno, tenía un primo viviendo en Memphis: Tav Falco, del grupo Tav Falco’s Panther Burns. Por cierto, ellos inspiraron a los Cramps. Alex Chilton era su guitarrista. Cada vez que le visitaba, podía ir a Beale Street. Podía ver a viejos cantantes de Blues tocar una música que estaba fuera de su tiempo, música de los 50’s o 60’s. Si hoy vas a ese parque, incluso los chicos jóvenes que empiezan quieren ser como Eric Clapton o Stevie Ray Vaughn.

 

Eso es lo que la gente quiere escuchar…

 

– … o eso creen. Cada vez que vuelvo a Memphis veo más claro que lo están convirtiendo en Disneylandia. Y resulta que el grupo toca todas las canciones de los Blues Brothers cuando podrían tocar el Blues a la manera auténtica de Memphis, ¿no?

 

Claro. ¿Y cuáles son, entonces, tus primeras influencias musicales?

 

Recuerdo cantar canciones de Johnny Cash durante encuentros familiares. Luego, fue Elvis y el rock and roll. Pero en lugar de tirar por el lado country de este tipo de música, siempre me sentí atraído por el lado negro. A toda mi familia les gusta el country, pero toda familia ha de tener una oveja negra… Poco a poco, compré todos sus discos y de otros artistas de rock and roll como Chuck Berry, Little Richard, Fats Domino, Lloyd Price, pero también de rockers blancos como Jerry Lee Lewis, Dale Hawkins, Sonny Burgess, Carl Perkins o Bill Haley. Mi interés por los rockers negros me llevó a Ray Charles, Jimmy Reed, Muddy Waters, John Lee Hooker o Junior Parker. Fue una transición natural.

 

– ¿Y cuándo empezaste a cantar?

 

– Con 13 años. Y empecé a actuar a los 14. Me gustaba el rock and roll (blanco y negro) y amaba el Blues y el Rhythm & Blues. Creo que un blanco no podrá producir nunca un disco decente de Blues y de Rhythm and Blues. Cuando un artista blanco grababa Blues o R & B se convierte, de repente, en otra cosa. Yo sabía que podía tocar blues, la armónica y la guitarra, pero tenía claro que nunca podría cantar “en mayúsculas”. Me costó un tiempo encontrar una manera aceptable de hacerlo.

 

“Boogie all night long”.

 

– ¿Cuál es tu último disco?

– Mi último album con “El Toro Records” se llama “Boogie all night long”. Lo grabé en Phoenix, Arizona. Es Blues del puro estilo Memphis. Pero no podía tocar con nadie de Memphis porque se ha ido todo el mundo de la escena del Blues. Por tanto, tuve que ir a Phoenix, que es una ciudad de mucha escena Blues.

 

James Hunter.

 

– ¿Te gusta James Hunter?

 

, claro. Le conocí cuando era Howling Wilf y me alegro por él. Después de muchos años, él estaba en el sitio adecuado en el momento adecuado, pero él ha estado haciendo lo mismo 20 años. Ha abierto las puertas para gente como Eli Paperboy. Me gusta lo que ha hecho Big Joe Louis con “Go, go train” y The Soul Investigators. Es un gran single. Pones a un músico de Blues como él con una banda de soul y el resultado es como si Johnny Shines hubiese grabado para Stax. Me gusta esta mezcla. Howling Wolf, en los cincuenta y en los sesenta, iba 20 años atrasado, porque tocaba al estilo de Charlie Patton pero, a la vez, muchos años adelantado, porque hacía cosas como “Killing floor”, que era como música soul. Es una mezcla entre anacronismo y futurismo al mismo tiempo.

 

Regreso a Black Bayou.

 

– ¿Cómo empezó tu colaboración con Louisiana Red, ese gran cantante de Blues que nos dejó recientemente?

 

Empecé a tocar con él regularmente en 2004 o 2005. Nuestros caminos se cruzaron y empezamos a mezclarnos. Recuerdo haberle visto en los años 80 en Alemania, cuando mi padre estaba en el Ejército del Aire. Sus temas eran tan gruesos y profundos que pensé: ¡Wow! ¿Sabes lo que quiero decir? En cada revista de Blues o en cada libro de Blues, o incluso en las contraportadas de muchos discos, te dicen: el Blues es un sentimiento: blah, blah, blah. Pero, ¿cuántas veces puedes experimentar eso? Yo lo he experimentado algunas veces. Mucha gente se atreve a llamarlo Blues pero no es Blues. Igual que con el Soul. Muchas veces le llaman soul pero no hay alma en ello. Hasta entonces, Louisiana Red solía tocar con algunas bandas que estaban bien pero a las que les faltaba algo.

 

– Y es lo que le aportaste.

 

Es lo que intento.

 

– ¿Cómo describirías el estilo de cantar de Louisiana Red?

– Louisiana Red tiene esta calidad de la canción de gospel que se encuentra en cantantes como Son House o Johnny Shines. Ellos gritan. Otros cantantes de Blues, como Muddy Waters por ejemplo, no gritan, te hablan. Muddy Waters baja cuando canta. Elmore James se viene arriba, como un predicador. Es como el estilo gospel. Red siempre se pone profundo cuando canta. Le he visto con lágrimas en los ojos. La primera vez que le vi me pensaba que era ciego porque canta como un ciego. Ponía tanto énfasis como un hombre ciego.

 

– La grabación del CD “Black Bayou” que grabastéis juntos tiene su propia historia…

 

– Lo grabamos en Noruega, pero era como grabar en el estudio de la Stax Records de Memphis. Hasta las sillas y las lámparas eran las originales que estaban en Memphis en los estudios de Stax. Era como estar en una máquina del tiempo, como grabar en los años sesenta con un equipo viejo. Es la mejor manera para capturar un sentimiento orgánico, no tan digital, como son la mayoría de estudios de grabación de ahora.

 

– No parece que te guste la manera moderna de grabar discos.

 

Es que soy de la vieja escuela. Podíamos haberlo hecho así y mandárselo a los músicos para que cada uno superpusiera su parte. Pero no me gusta que el bajista grabe su parte en Japón y el batería en Estados Unidos. Si lo puedes mantener orgánico, funcionaba mejor para Louisiana Red. Con Red, lo que tenías que hacer era como grabar una actuación. Es un concepto totalmente diferente. Red era como el León de la jungla. No era un León domesticado del circo o del zoo. Con Red, decías: “Vamos a hacer esta canción”. Él te contestaba: “sí, sí”. Y, de repente, cambiaba abiertamente durante la canción. ¿Qué ibas a hacer? Pues intentar hacer lo mejor que podías…

 

– … y seguirle.

 

Claro. Red estaba en su propio mundo. Por tanto, si él cambiaba, cambiabas. A veces cambiaba en el medio de una canción. Era como navegar con un barco. Tienes que seguirle. No se podían aplicar las leyes de la geometría con él.

 

Tu segundo disco con Louisiana Red estuvo inspirado en el Blues de Memphis.

– Se llamó “Memphis Mojo” y salió en Ruf Records. Lo grabamos en Memphis con otro sonido porque no queríamos que fuera una segunda parte de “Back to the Black Bayou”. Por eso escogimos una atmósfera y un estilo de Memphis, aunque seguía siendo un disco de Louisiana Red.

 

El estilo de vestir de Little Victor.

 

– ¿Qué nos puedes decir de tu estilo de vestir?

 

– Lo saqué de Beale Street. Soy una persona de Beale Street. Soy el último que viste así. Los Bluesmen tienen que vestir para impresionar. En la tienda de los Lansky Brothers, en Memphis, ellos vestían a chulos, predicadores o Bluesmen. Todo el mundo sacaba su ropa de los Lansky Brothers. Cosas como americanas rojas o ropa de lo más loca. Los Lansky eran unos judíos de Polonia. Yo conocía a un tipo llamado Pops que compraba toda su ropa allí y que me enseñó cosas prácticas como, por ejemplo, como sacar brillo con la cera a zapatos de dos colores, blancos y negros. O como sujetar una americana para que siempre parezca planchada. Pops fue uno de mis ídolos.

 

– ¿Y tu costumbre de llevar sombreros?

 

Bueno, estoy empezando a perder pelo. Hace años, llevaba mi tupé como Muddy Waters en el discos “Electric Mud”. Aún me puedo hacer un tupé, pero me lleva horas. Por tanto, me fui por el lado excéntrico de los sombreros….

 

– … el look es muy importante para tu música.

 

, ¿cómo puedes pretender tocar canciones de Muddy Waters llevando zapatillas deportivas y unos tejanos? ¿Sabes lo que quiero decir? Cuando llevas un traje y corbata, unos zapatos de verdad y un sombrero, tocas diferente. Es algo totalmente diferente…

 

Un tío coleccionista de Blues.

 

El tío de Little Victor es un famoso coleccionista y músico de Blues: David Evans. Además, es Profesor de Música en la Universidad de Memphis, donde dirige un programa en etnomusicología. Atesora una inmensa colección de Blues antiguo y música folk, repleta de discos de piedra, hasta de Robert Johnson.

 

Little Victor puede aprovecharse de tener un tío así. “Cuando me he olvidado la letra de alguna canción antigua, le llamo y él se acuerda o me va a buscar el disco original para escucharlo por teléfono. Es muy útil”.

 

Historia de dos guitarras.

 

Louisiana Red visitó Barcelona por última vez hace pocos años para celebrar el primer aniversario de la Sociedad Blues de Barcelona.

 

En esa última visita suya, tuvimos el honor de compartir unas horas con él, con uno de los últimos Bluesman americanos vivos de los años 50, de la época dorada del Blues.

 

En su hotel, Louisiana Red nos enseñó con orgullo sus dos guitarras y pudimos hacerles una foto histórica. Desgraciadamente, las dos guitarras quedaron destrozadas en un viaje en avión. La compañía de aviación le ofreció a Louisiana Red comprarle dos guitarras nuevas como compensación.

 

Little Victor se pregunta a mismo: “¿Cómo en el mundo puedes comprar nuevas dos guitarras como ésas? Una era una Fender Stratocaster de 1957 y la otra era una Kay Stratotone del 1951”.

 

“Louisiana Red lloró como un niño en el Aeropuerto de Chicago cuando vio las dos guitarras destrozadas. Tuvo que actuar en el Chicago Blues Festival con una guitarra prestada. Mi amigo Chris James le consiguió una buena reedición Mexicana de una Fender Telecaster del 59 y tuvo la suerte de encontrarle otra Kay Stratotone del 51 idéntica a la que le destrozaron. Para ser honestos, esa Kay Startotone estaba mejor conservada que la que tenía Red. ¡Red se puso tan contento! Las tuvo otra vez y a un buen precio”.

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