Sao Paulo, Río de Janeiro, Belo Horizonte, Fortaleza y Salvador, en continuo crecimiento por el progresivo abandono de los campesinos, concentran la mayor parte de la población de Brasil, hecho que fomenta una visión urbana de este gigantesco país con una población que se acerca a los 200 millones de personas y casi tan grande como Europa occidental (8,5 mill. Km2), prácticamente la mitad de América del Sur; visión que fomenta el olvido de lo que pueda suceder, y está sucediendo, en el Mato Grosso o la Amazonía, aunque el gran motor económico del país sea el campo, desde que las grandes transnacionales son ya propietarias de la mitad de las tierras para cultivos de exportación, habiendo pasado el número de explotaciones superiores a 100.000 ha de 22 en 2003 a 2008 en 2011, convirtiendo a Brasil en el tercer país exportador de alimentos del mundo tras los Estados Unidos y la UE. En el negocio han entrado Monsanto, Bunge, Bill Gates y George Soros, entre otros. Esta profunda transformación protagonizada por las grandes fuerzas económicas, se lleva a cabo en un país con unas poderosas organizaciones religiosas y una débil estructura política multipartidista que le convierte en el país con más ministerios del mundo: 27 en total, uno de los cuales, el de pesca, lo dirige Marcelo Crivela, un sobrino de Edir Macedo, fundador de la mayor multinacional religiosa brasileña, igualmente autonombrado obispo (el título de obispo cuesta 400 $), que nada tiene que ver con la pesca pero si con el apoyo prestado a Dilma Rousseff. En este artículo realizamos una visita a Brasil.

Desde esta perspectiva, dos semanas en las dos grandes capitales de Brasil, Río y Sao Paulo, pueden ser suficientes para impresionar, pero difícilmente para tener una opinión sobre un país que parece sentirse inmerso en un proceso de enriquecimiento, es el primero de los BRIC, frente a un mundo en progresivo empobrecimiento , lo que otorga prioridad al crecimiento económico frente al progreso social y, sobre todo, a la conservación y al respeto ambiental. A este respecto baste con señalar que Brasil se ha convertido en el mayor consumidor de agrotóxicos del mundo, con un consumo cercano a los 1.000 millones de kilos anuales , cinco kilos por habitante. fumigándose por avión, tanto los cultivos de maíz, soya, frijoles o eucalipto (para pasta papelera), como los pastos, lo que afecta gravemente a la salud de las personas y a la conservación del medio, en detrimento de los cultivos de mandioca, frijoles , mango o tomate, este últimpo ha aumentado su precio en un 150% y se aproxima ya al de la carne. Siendo los precios de los productos alimenticios los más caros de Latinoamérica.

No obstante, la complejidad de la actividad urbana que he podido percibir de forma activa en estas dos ciudades, con atascos diarios de tráfico rodado de entre 6 y 7 horas, si parece ser un buen indicador del efervescente momento que vive Brasil, al menos en sus aspectos sociales, económicos y ambientales en lo que afecta a sus ciudades y a sus pobladores. Por otra parte, ya no es posible acercarse a una realidad social, por reducida que pueda ser, sin tener en cuenta el contexto mundial, global, en el que está inserta. De todas formas ni por asomo pretendo en esta breve crónica, poner su tiempo en concepto utilizando la expresión que Hegel formuló con el propósito de definir el trabajo intelectual o la tambien acertada de periodismo metafísico, de Gianni Vattimo. Lo que sí pretendo dejar claro que todo lo relatado tiene relación entre sí aunque no pretendo determinar con exactitud, esa relación.

La potencia económica de Brasil no sólo se muestra en esa efervescencia que se aprecian las ciudades, La casi totalidad de las obras de infraestructura contempladas en el proyecto Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA), con un total de más de 500 obras por un valor de 100 mil millones de dólares, están siendo construidas por las transnacionales brasileñas. El motor económico y financiero brasileño se concreta en el BNDES, Banco Nacional do desenvolvimento que tiene más fondos para invertir en la región que la suma del FMI y el Banco Mundial.

Visita a Brasil: La extraordinaria complejidad de Río de Janeiro

Su sorprendente paisaje urbano viene determinado por su carácter tropical y marítimo, su quebrada e irregular orografía, su variada y extrovertida población que ha ido ocupando según sus posibilidades, la práctica totalidad de los espacios urbanos, desde los más a los menos adecuados. Debido a esta extraordinaria complejidad, no se aprecia Río de la misma forma si se vive o se observa desde arriba, desde la cumbre de una favela, que si se hace desde las playas de Copacabana o Ipanema.

La favela do Morro do Pracer, con sus 5000 habitantes y 280 m de altura sobre la playa, es una más de las existentes en Río. Gracias al trabajo que mi amigo y arquitecto Luis lleva desarrollando desde hace varios años para mejorar la habitabilidad de las viviendas autoconstruidas, me ha permitido observar desde arriba y conocer a algunas personas que también se preocupan por mejorar sus condiciones de vida.

Río de Janeiro va a ser capital mundial, de nuevo la referencia obligada a lo global, de acontecimientos deportivos en 2014 y 2016. Esto exige actuaciones de renovación urbana, o sea derribos y construcciones y, sobre todo, limpieza y adecentamiento de la fachada más visible de la ciudad. Todo ello afecta a los de arriba, a los del negocio inmobiliario, de la recogida de residuos y de las obras tan vistosas como inútiles. Y también a los que viven arriba, a los de las favelas y, por supuesto, a la favela do Morro do Pracer.

Con una orografía casi apta sólo para alpinistas, se suceden las viviendas autoconstruidas, sobre pendientes que superan el 30%, en las que se pueden observar una inaudita y atrevida mezcla de técnicas constructivas, materiales de construcción y adaptación al terreno. A esta irregularidad y arriesgada ocupación del terreno ha llegado a ésta y a otras favelas, elprogreso y la civilización moderna. El paisaje se ha enriquecido con una intrincada y enmarañada red de suministro eléctrico, conducciones de agua y alcantarillado que, con inusitada frecuencia, compiten por el escaso espacio libre existente entre las viviendas. En el caso del alcantarillado, ante la falta de espacio, llega a competir con las estrechas calles-escalinatas y reduce a éstas a límites de intransitabilidad. Los contadores individuales del consumo eléctrico han traído una auténtica maraña de cables que parecen flotar entre la escasa distancia que media entre las viviendas y que han sustituido, el progreso, al anterior y gratuito sistema, del enganche directo a la red, lo que está representando para algunos moradores, la pérdida del suministro eléctrico por no poder pagarlo. Pero a esta descripción, debe añadirse la elevada pluviometría que, en forma de tormentas tropicales, no sólo hace intransitables sus calles-escaleras, sino que llega a producir grandes derrumbamientos de viviendas, en el último de los cuales murieron 134 personas.

Con las basuras, el progreso y la civilización también se han empezado a notar. Dentro de un ambicioso programa de limpieza urbana para mejorar la imagen, siempre la imagen, de esta capital, de cara a los acontecimientos deportivos de 2014 y 2016, se ha procedido a lapacificación y limpieza de las favelas, consistente en un gran acuerdo para frenar las actividades delictivas a cambio de ciertas medidas para mejorar la estética urbana. Lo que pude percibir es la presencia policial permanente en la favela, con dos grandes contenedores con aire acondicionado a modo de oficinas de la policía y un primitivo sistema de recogida de basuras.

En el programa de pacificación se incluye una mejora de las relaciones de la policía con la población, una de cuyas muestras me pareció ver en un cartel que anunciaba el ofrecimiento de un café comunitario por parte de la policía del Estado, situado en la fachada de un extraordinario edificio recientemente restaurado que sirve para reuniones de actividades culturales, situado en el único espacio llano existente en la favela.

Las basuras han dejado de verterse en aquellos escasos espacios con vegetación y sin edificaciones, para depositarse en bolsas que se cuelgan en las fachadas de las viviendas o se depositan en dos grandes contenedores metálicos para su posterior traslado a un vertedero y que, según pude observar, rebosaban de residuos de todo tipo, sin ser retirados. La observación de los residuos de estos contenedores, me aportó una valiosa información de cómo la civilización y el progreso, también había llegado al consumo de las favelas a juzgar por la enorme cantidad de residuos de envases y embalajes. Brasil se encuentra en estos momentos con una gran actividad informal de recogida de residuos para su reciclaje por parte de los catadores que, con sus carretas manuales, me recordaron a los antiguos traperos españoles y que, como sucedió en España y aún sucede, son prácticamente ignorados por las autoridades, prefecturas, municipales. Las empresas del negocio de las basuras, generalmente las mismas que las del ladrillo, contemplan Brasil como uno de los países más propicios para realizar grandes inversiones en la recogida y tratamiento de los residuos.

Brasil se encuentra en una etapa similar a la que tuvo España hace 30 años, en la que el negocio de la recogida superaba al del tratamiento que, por entonces, se centraba en los grandes vertederos supuestamente controlados. Posteriormente el negocio se fue mpliando con la construcción de las grandes plantas llamadas de reciclaje y acabando en el enorme negocio de las incineradoras, todo ello adornado de grandes despliegues publicitarios sobre la conveniencia de la recogida selectiva y el reciclaje, marginando hasta conseguir su casi desaparición, al numeroso colectivo de recuperadores y recicladores que, sin costo alguno para los ayuntamientos, alcanzaban extraordinarios rendimientos, no sólo en la recuperación y aprovechamiento de los residuos que generábamos, sino en la evitación de grandes y costosas importaciones de residuos para la industria recicladora. La diferencia del Brasil actual, es que aún en la incipiente fase de los vertederos, ya han llegado las multinacionales de los residuos con su vistosa propaganda de la recogida selectiva y el reciclaje mediante la implantación de numerosas y vistosas papeleras, contenedores de gran tamaño y cuidado diseño, para que los ciudadanos depositen en los mismos, los residuos de envases y embalajes, contribuyendo así, como sucedió en España, a la desaparición del sistema de envases rellenables por los de usar y tirar del progreso y la civilización.

Sólo me queda señalar que, gracias a mi amigo Luis, artista gráfico además de arquitecto, pude conocer y disfrutar el fascinante barrio de Santa Teresa, que reúne en un abigarrado paisaje, desde locales adaptados a la verticalidad de la orografía en la que abundan enormes árboles que dan sombra a los sucesivos niveles de sus terrazas, hasta un sinnúmero de actividades artísticas y de personas de insólita creatividad a pesar de la gran escasez de medios materiales, lo que está convirtiendo a este barrio en un destino turístico totalmente peculiar. Barrio en el que también pude presenciar una brutal actuación policial contra dos adolescentes e color que pudo acabar, a juicio de mi amigo, en un violento tiroteo y que fue percibido por los transeúntes con la mayor normalidad por su habitualidad.

Por último y, para no aburrir, con mis impresiones quizás excesivamente personales y subjetivas, describir la habitual despedida en la playa de Arpoador, del último rayo de sol sobre la favela Vidigal, con fervorosos aplausos por parte de los bañistas. No pude por menos que recordar lo que me contaban en Rovaniemi, la capital de la Laponia finlandesa, sobre cómo celebraban, justamente lo contrario, la llegada del primer rayo de sol el uno de marzo, desplazándose en esquís hasta un horizonte relativamente parecido al de la playa brasileña, pero con varios grados bajo cero frente a los cerca de 40 °C que había en la playa de Río.

Sao Paulo

Con una población estimada en torno a los 20 millones de habitantes que ocupan una indeterminada y extensísima superficie dotada de un clima tan suave como su orografía y no excesivamente alejada del mar, Sao Paulo es la capital económica y financiera del país a la vez que lo es también de un vasto Estado al que sirve y del que se sirve. Un ejemplo de esta industrialización del campo, representa una referencia mundial, lo constituye la utilización de la alta tecnología en el medio agrario con la finalidad de satisfacer necesidades urbanas de forma autóctona, me refiero a la apuesta que hizo Brasil para lograr un biocombustible, que le permitiera no depender de los combustibles fósiles y del imperialismo de las petroleras.Desde hace varias décadas, ha dedicado enormes extensiones de terrenos agrícolas o convertidos en agrícolas a costa de grandes agresiones ambientales, al cultivo de la caña de azúcar para la producción de etanol, a la vez que se investigaba y desarrollaba un modelo de automóvil para este combustible. Ante unos resultados poco satisfactorios, actualmente el etanol producido es apto para todos los vehículos y se ofrece en las estaciones de servicio a un precio ligeramente inferior al de los combustibles fósiles convencionales (gasolinas y gasóleos). Brasil sigue siendo dependiente de estos combustibles, aunque ahora formando parte del imperialismo energético, en este caso a través de PETROBRÁS, la segunda mayor transnacional brasileña, sólo superada por la Iglesia Universal del Reino de Dios, secta pentecostal dueña de la segunda mayor cadena de televisión y con más de 5.000 templos en Brasil, está presente en 16 países, incluidos Estados Unidos, Reino Unido y Japón. Recomiendo la lectura del artículo El precio de la fe deEric Nepomuceno

No es extraño por tanto, que el desarrollismo y el crecimiento económico brasileño sin apenas control por parte de las diferentes administraciones, tenga su expresión urbana en Sao Paulo en forma de gigantesca burbuja inmobiliaria, a bolha imobiliaria. Susefectosson extraordinariamente visibles con sólo pasear por cualquier parte de la ciudad: espacios vacíos como resultado del derribo de cientos o miles de pequeñas viviendas, gigantescos edificios prácticamente adosados entre sí y salpicado sus alrededores de antiguos edificios de escasa altura todavía en pie, son los elementos más característicos de un paisaje urbano que se ajusta a lo que Augé define como aquellos espacios anónimos que no son de nadie y son de todos. Las favelas en este caso, se sitúan en la enorme, inacabable e indeterminada periferia. Este proceso, que aquí solemos llamar de urbanismo salvaje, triste expresión porque los salvajes son los únicos que no hacen esto, tiene, afortunadamente, su contestación social.

Al igual que en Río, tuve la suerte de participar con mis amigos del colectivo BASURAMA (con sede en Madrid pero con actuaciones en varias ciudades de diferentes países, incluida Boston y el MIT.brasil@basurama.org), en varias actividades de denuncia y lucha contra este modelo de destrucción masiva

Numerosos colectivos integrados por gente jóven, imaginativa y bien relacionada entre sí a través de las redes sociales, han establecido las bases de un movimiento que se caracteriza por la libre participación y expresión, la discusión y la coordinación en las acciones. Esto les permite ir conociendo las imaginativas propuestas y las posibilidades de llevarlas a cabo mediante la cooperación de todos. En la sede de algunos de estos colectivos tuve la oportunidad de ver su funcionamiento y preparación de una acción de ocupación de un gran espacio público, Largo da Batata, que se llevó a cabo el fin de semana.

EspacioPhosphorus. Es un local privado polivalente gestionado por dos colectivos y abierto en diciembre de 2011 en una histórica casa en el centro de Sao Paulo. Su objetivo es facilitar el encuentro, la convivencia y el desarrollo de proyectos colaborativos autónomos y libres de las amarras institucionales, para los que buscan maneras alternativas de independencia financiera . La casa, cuenta con un espacio de trabajo colectivo, estudios de artistas, espacio para residencia, salas expositivas, oficina, cocina, jardín, biblioteca y sala de estar Su idea central es crear un nuevo modo de vida, posibilitando un estado constante de experimentación.

La reunión fue convocada por aet, Ativador de espacialidades temporárias, creadores de la plataforma de intervención interactiva en espacios urbanos,que funciona como un lugar de colaboración y negociación entre personas que desean prestar o ceder temporalmente espacios de diferentes características (solares o terrenos vacíos, casas deshabitadas, construcciones abandonadas garajes aparcamientos espacios publicitarios,…), personas que desean desarrollar proyectos en esos espacios y personas dispuestas a colaborar para que esos proyectos se lleven a cabo.

Casa da cultura digital. Es un espacio contracultural en el que participan 30 organizaciones ligadas a la cultura digital que abarca desde los años 60 hasta la cibercultura del siglo XXI. La convocatoria de la reunión estuvo a cargo del colectivo Baixo centro, uno de los miembros más activos en Brasil en actividades contraculturales de marcado carácter social y, probablemente, el más importante de Sao Paulo. La reunión fue abierta, con participación activa de todos los reunidos y con el objetivo de participar en las actividades del fin de semana bajo el lema OCUPA SP y de organizar una semana del 13 al 14 de abril, de actividades artísticas y culturales en el barrio.

Matilha cultural. En este centro de propiedad particular dedicado a actividades culturales tuvo lugar una reunión a la que asistieron 70 personas que representaban a colectivos de cultura alternativa de todo Brasil, en la que participaron además de los tres colectivos anteriormente citados ( Baixo centro, BASURAMA y aet), otros procedentes de todo Brasil con diferentes propuestas de actuación, algunos de los cuales están trabajando para conseguir una verdadera sociedad distinta, en este sentido destaca:

Fora do Eixo (Fuera del eje Río-Sao Paulo), es un movimiento que desarrolla una economía solidaria y colaborativa con moneda propia y simulacro de partido político y universidad que tiene presencia en 100 ciudades brasileñas. Otras organizaciones presentes fueron:

Universidad de Sao Paulo. Brasil pelas forestas. Colectivo Rosa Choque. Agencia Solano Trinidad (centro cultural de la periferia de SP). Circo Jobeco, actúa en espacios públicos. Estudio Lamina, artistas gráficos. Poetas de Santo André. Vocino de la plaza. Red la Oeste de Sao Paulo

Merece la pena destacar también, por su peculiaridad netamente brasileña, el Movimiento existe amor en Sao Paulo. Nacido en una protesta contra un candidato evangélico, periodista (J.P. Ramírez), en forma de manifestación en la Plaza Roosewelt, está. abierto a todos, cualquiera puede participar en las reuniones semanales para determinar su propuesta de actuación dentro de un objetivo común: ocupación del espacio público y colaboración con colectivos y grupos de trabajo que presentan alternativas a la Prefectura (Ayuntamiento).

OCUPA SP. Bajo este slogan se concentraron y ocuparon el fin de esa semana, el enorme espacio Largo da batata. En este espacio de varias hectáreas en el que parece caber todo y apenas hay nada público si se exceptúa una gran estación del metro y las paradas de varias líneas de autobuses privados, todos lo son, el resto está salpicado de elevadas construcciones, pequeños edificios que albergan comercios y alguna vivienda , garajes, grandes aparcamientos al aire libre y otros espacios privados de diferentes usos. Las grandes extensiones sin utilización alguna son, como el resto de espacios ocupados, el resultado de una brutal expulsión de miles de humildes y pequeñas viviendas y comercios, fenómeno para el que han creado el término CENTRIFICACIÓN.

La escenificación que los movimientos agrupados bajo el lema OCUPA SP, llevaron a cabo durante la ocupación del Largo da batata fue muy diversa en todos los sentidos posibles de la palabra. Una colección de carteles explicaba el proceso que, desde 1995 hasta 2013, con la provisional paralización en 2009 por el descubrimiento de una aldea indígena, había convertido, tras la aprobación de 120 proyectos entre 1996 y 2000 y la brutal expropiación y demolición en el 2007, el antiguo barrio popular y densamente poblado en un espacio anónimo que no es de nadie y es de todos. A continuación de estos carteles explicativos, antiguos vecinos del barrio expresaban, pintando sobre el nuevo pavimento, con vistosos colores y de forma ordenada, su indignación por la centrificación sufrida. Otros colectivos fueron ocupando el enorme espacio con sus diferentes propuestas, tanto de denuncia como reivindicativas.

La más llamativa de las cuales por su originalidad, sencillez y visibilidad, era la del colectivo BASURAMA: una burbuja de más de 80 m³, como símbolo de la burbuja inmobiliaria y de las posibilidades del reciclaje, construida con láminas de grandes envases de plásticos desechados unidos con cinta adhesiva e inflada mediante un sencillo ventilador casero alimentado por un grupo electrógeno que también suministraba corriente para otros usos, entre ellos, el del potente equipo musical alrededor del cual bailaban algunas gentes y que nos permitió oir canciones de raperos catalanes. A lo largo de la burbuja se leían con grandes letras: OCUPA SP, CENTRIFICACIÓN y A BOLHA

IMOBILIARIA. Un reparto de globos y préstamo de rotuladores , a todos los que se acercaban para qué, después de hinchados, anotáran sus reivindicaciones, comentarios y sugerencias para, tras devolver el rotulador, introducirlos en el interior de la burbuja. La fiesta a cabó siendo protagonizada por niños con los globos, a la vez que se desinflaba la burbuja y, reducida a menos de 1 m³, la retirábamos en plena oscuridad de la noche. Afortunadamente, en ningún momento se acercó policía alguna, ni de la Prefectura, ni del Estado, ni federal,

Conclusión de la visita a Brasil

Al seguir de cerca el movimiento 15 M que nació en Madrid en 2011 bajo tres grandes y claros objetivos: acabar con el dominio bancario, exigir a los medios de comunicación que dejen de comunicar sólo lo que al poder interesa y que la clase política asuma ¡que no nos representan que no!, me veo obligado a señalar algunas concomitancias que, a mi juicio existen, entre el 15 M en su sentido más amplio y los movimientos urbanos brasileños.

Quizá sea la expresión a través de las redes sociales primero y en la calle después, de un profundo descontento popular con la participación bastante igualitaria de hombres y mujeres de diferentes ámbitos de nuestras vidas, lo que aporta la mayor similitud. Las formas de organizarse, los protagonistas, las reivindicaciones concretas y la manera de luchar para llevarlas a cabo, constituyan los elementos más diferenciadores que, lógicamente, responden a los existentes entre los dos países. En todas las reuniones a las que acudí, incluidas las que tuvieron lugar en la Escuela superior de arquitectura de Río, prácticamente no había persona alguna de color y, cuando pude verlas, como en la citada escuela, realizaban labores subalternas. La única excepción se daba en la favela de Río, con población mayoritariamente de color y liderada por una mujer relativamente joven que reunía en su sola persona, el conocimiento a fondo de la favela, sus necesidades y la forma de organización para satisfacerlas. En estas ciudades existe una verdadera división social entre las personas con determinada formación, niveles medios y altos de renta que ocupan los mejores espacios urbanos y que son prácticamente en su totalidad descendientes de los colonizadores y emigrantes blancos, y el resto de la población mayoritariamente constituida por descendientes de esclavos negros y con escasos recursos económicos y de preparación profesional.

La pregunta que me hice varias veces durante mi estancia en estas dos ciudades, en las que sólo vi presencia de las diferentes administraciones en los edificios oficiales y en la vigilancia y agresiva actuación policial, se refiere a la labor que Lula y su sucesora que cuenta para gobernar con el mayor número de ministerios del mundo: 27, han hecho para cambiar este estado de cosas. Reconozco que iniciaron labores de apoyo que no se ven fácilmente en unos días y menos en las ciudades. El Movimiento de los sin tierra, MST, así como el apoyo y la ayuda recibida por una parte importante de la población marginal más desfavorecida, ahora denominada emergente , incluido el Movimiento de los catadores, han sido tenidos en cuenta por estos gobiernos brasileños en los últimos años, aunque, por lo poco que conozco al respecto, el esfuerzo ha sido y sigue siendo, muy reducido en comparación con el problema. Me refiero a que yo mismo he renunciado a trabajar para el gobierno brasileño actual, en un proyecto supuestamente de apoyo al Movimiento de catadores por falta de claridad en los verdaderos objetivos. Renuncié incluso a ser ponente en un Congreso presidido por Dilma Rousseff.

En otros ámbitos que afectan al que pronto se denominará imperialismo brasileño, sólo resta indicar que el ex presidente Lula, el que fué primer obrero que llegó a la presidencia de Brasil, también ha sido, con palabras de Gerardo Elorriaga el padre de los pobres y la madre de los ricos. Actualmente es el mejor embajador de ese fabuloso conjunto brasileño de empresas y bancos que, tras el objetivo de sustituir al imperialismo yanqui en Latinoamérica, parece pretender convertirse en el líder de los BRIC. La actuación de Lula no es ilegal. Por el contrario, su actitud está en sintonía con lo que suelen hacer los presidentes y expresidentes de todo el mundo: trabajar para favorecer a las grandes empresas de sus países. Por cierto, poco tiene que ver con una actitud de izquierda, solidaria con los trabajadores y los gobiernos progresistas, señala muy acertadamente Raúl Zibechi en Las multinacionales brasileñas y Lula.

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