¡Camaradas, desenfunden sus almohadas! Retumban bocinas y silbatos. Preparados, listos, ¡fuego! En una plaza con historia donde estratégicamente el almirante Nelson, el más valiente héroe de guerra, y sus leones aguardaron a la espera de la contienda más pacífica y divertida jamás vista. Trafalgar Square y la estatua de Aquiles fueron este sábado seis de abril los campos de batalla idóneos para grandes y pequeños, juguetones y estresados que quisieron pasar un buen rato atizándose con sus cojines o almohadones. Una tradición que se celebra en multitud de plazas de todo el mundo desde hace cinco años.

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En el Día Internacional de la Pelea de Almohadas, se calcula que unas 115 ciudades lidiaron en esta inerme batalla. Cabe destacar que, aunque es una actividad gratuita, Taiwán recaudó dinero a través de este entretenimiento para viandantes y lo ofreció a los damnificados del tsunami en Japón y el sismo que sacudió el sureste chino en 2010. Brasil este año reunió a sus aficionados en la Torre de TV mientras que Oslo lo hace en Vigelandsparken. Por otro lado, centenares de españoles se congregaron durante más de dos horas a almohadazo limpio en la plaça Catalunya, en la Plaça de la Mare de Déu de Valencia y en la plaza Isabel II de Madrid, entre otros sitios.

Los usuarios más creativos de internet inventaron este peculiar flash-mob a través de las redes sociales, como no podía ser de otra forma. La voz se corrió a través de Facebook, Myspace, blogs privados, foros públicos, sitios web personales, así como por el boca a boca, mensajes de texto y correo electrónico. Esta vez en Londres los organizadores fueron Urban Playground Movement, un grupo que improvisa peleas de tartas o marchas de zombis, en definitiva, actividades gratuitas y espontáneas para socializarse y divertirse en espacios públicos. Por otro lado, el director Nadaav Soudry con la intención de promocionar su última comedia cortometraje sobre el insomnio “Sound Asleep”, fue el coordinador principal ayudando en gran medida a la participación del ejército de almohadones que se congregaron en la plaza Tragalfar durante la tarde de ayer.

Los comunicados establecían varias normas: las “armas” debían ser mullidas, a ser posible con plumas, además, no se podía golpear a nadie con una cámara en la mano, ni atacar a cualquiera sin almohada. Asimismo, en algunos lugares como en Londres y Vancouver se denominó al evento “El club de la guerra de almohadas”, haciendo referencia a la novela “El club de la lucha” de Chuck Palahniuk, donde cualquiera podía participar en la pelea mientras se siguieran unas normas.

A las dos de la tarde y hasta las cuatro en la estatua de bronce victoriana Aquiles, conocida como el monumento al Duque Wellington en la esquina de Hyde Park, en la Ciudad de Westminster y a las tres en Trafalgar Square, en la que se situaban las caballerizas reales desde la época de Eduardo I y donde hoy se halla la National Gallery, mientras que al sur se encuentra la Charing Cross, hoy en día considerado el corazón de Londres y el kilómetro cero del mundo. En este caso, como cuenta la historia, sabíamos el final de la contienda: aun con ocho dotaciones menos, los ingleses ganan a la armada franco-española frente a las costas de Cádiz. ¡Liberador y desestresante! Un buen plan para conocer gente a la salida del trabajo, o para disfrutar en familia de las travesuras de los más peques.

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