Se ha celebrado en Granada capital, entre el 18 de abril y el 2 de mayo de 2017, el festival de cine mudo y cine clásico “Granada Paradiso”, nacido con la voluntad de divulgar el primer tercio de la historia del cine de la manera más didáctica y lúdica posible.

El director del festival Juan de Dios Salas junto al cartel de la entrada al Centro Federico García Lorca. Foto: Josép M. Maya.

Con la organización del Ayuntamiento y la colaboración de la Universidad, el Centro de Cultura Contemporánea La Madraza y la escuela superior de diseño Estación Diseño, se ha realizado una programación extremadamente ambiciosa y exigente, con más de 60 actos entre proyecciones, acompañamientos musicales a determinados films, conferencias, mesas redondas, presentaciones de películas y una original exposición de carteles. Todas las actividades han sido de libre acceso para un público entregado y numeroso, que casi siempre ha llenado las salas.

La mayoría de las proyecciones, los acompañamientos musicales y la exposición, se han realizado en el emblemático Centro Federico García Lorca, otros se han llevado a cabo en el céntrico Teatro Isabel La Católica y la antigua Facultad de Medicina, quedando el palacio de La Madraza – histórico edificio donde se ubicó la primera Universidad de Granada en el siglo XIV– para el ámbito de las conferencias.

Este festival, que tiene una marcada voluntad de continuidad, sucede a otro denominado RetroBack que, después de ocho ediciones, decidió cambiar la denominación y el formato para definir mejor –en tiempos de YouTube y videojuegos– qué ha sido y cómo explicar a un público amplio el origen del cine: cómo se creó –a partir del talento de unos pocos pioneros– la gran máquina de los sueños, eso que se ha denominado Séptimo Arte y que ha constituido el hecho cultural más relevante del siglo XX.

Foto: Josép M. Maya

Para facilitar la comprensión del gran público, las 50 proyecciones se han dividido en pequeños ciclos interrelacionados, y todas han contado una hoja divulgativa (a modo de los antiguos programas de mano, aunque con menos imagen y más información técnica) y una presentación didáctica y amena de Juan de Dios Salas, director del festival.

Las referencias históricas también han estado presentes en la gráfica del festival –además del propio nombre del certamen– un sugestivo cartel mostrando una visión muy “metrópolis” de la Alhambra, una composición tipográfica claramente constructivista y una cámara de los tiempos heroicos del cine.

La exposición “La gráfica revolucionaria” que se ha podido ver todos estos días en el Centro Federico García Lorca ha consistido en la exhibición de los siete carteles de las películas del cine soviético que se han proyectado, junto a una amplia recopilación de la obra gráfica de los hermanos Stenberg. La segunda sala de la exposición acogía un ingenioso juego gráfico que han realizado los alumnos de Estación Diseño reinterpretando 16 carteles de películas contemporáneas siguiendo el estilo visual de los maestros del constructivismo soviético.

Mención especial exige la música que se ha interpretado a gran nivel en el festival. La Banda Municipal de Granada, dirigida por el maestro Ángel L. Carreño, acompañó El misterio de la Puerta del Sol, una de las primeras películas “parcialmente” sonora realizadas en España. Y la intervención de tres pianistas extraordinarios en diferentes sesiones: el granadino José Ignacio Hernández, uno de los grandes especialistas en acompañamientos cinematográficos del país. El malagueño Javier Mora, conocido como intérprete y compositor de jazz; y Pedro Silva, sevillano que dirige el único festival de claqué que se realiza en Andalucia.

La historiografía ha tenido una presencia fundamental con el documental The Spanish Dancer, una aportación a la recuperación del patrimonio cinematográfico de la mano de la directora y documentalista Mar Díaz, quien rescata con este solvente trabajo al pionero español en Hollywood Antonio “Tony” Moreno, una auténtica estrella del cine mudo que compartió cartel con actrices como Greta Garbo, Pola Negri o Gloria Swanson – al que se comparó con Rodolfo Valentino– y que hoy está totalmente olvidado. Moreno no sólo llegó a interpretar cine sonoro, si no que dirigió las primeras producciones sonoras que se realizaron en México, donde es quizás más recordado que en su país de origen.

Pero el alma mater del festival es su director Juan de Dios Salas, una persona muy conocida en la ciudad por dirigir desde 1995 el Cine Club Universitario / Aula de Cine, que ama profundamente el cine y que se ha preocupado en darle una dimensión didáctica al evento, preparando los programas de mano y realizando una presentación a cada una de las películas, convirtiendo las introducciones en pequeñas master class temáticas.

Pese al escaso interés comercial que despierta hoy en día este patrimonio universal que representa el origen del cine, me pareció que el éxito del festival estaba consolidado cuando escuché en un bar a un grupo de jóvenes comentar apasionadamente las dos partes de Iván el Terrible, visualizadas el día anterior en el Centro Federico García Lorca.

Foto: Josép M. Maya

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