Corrían los primeros años del siglo XX cuando el archiconocido pintor español Pablo Picasso sacó a la luz su obra Naturaleza muerta con silla de rejilla. Justo en el verano de ese mismo año, el pintor Georges Braque incorporaba a sus obras recortes de papeles comerciales confiriéndoles un aspecto desconocido hasta entonces. Tête de femme es quizá la más conocida de aquel 1912. Si fue uno o fue otro es una discusión que todavía hoy no termina de dirimirse, pero en cualquier caso lo que queda claro es que en aquel momento acababa de crearse el collage.

Desde sus primeras muestras la aplicación de esta técnica artística ha tenido una evolución extraordinaria. Los grandes autores posteriores a los pioneros rápidamente se percataron del potencial expresivo que tenía el collage, y máxime en una época de vanguardia y modernidad donde la transgresión de lo común y convencional era una búsqueda constante. La posibilidad de coger lo más interesante de cada imagen y aunarlo todo en una idea a la vez común y diferente a las originales fue toda una revolución, un descubrimiento en el que los artistas se fueron especializando hasta definir con propiedad esta nueva forma de hacer “pintura”.

El collage en la actualidad

Aunque el siglo pasado fue testigo del gran éxito del collage en el arte y la moda (que también se impregnó del espíritu de sus creadores), actualmente sigue habiendo corrientes que apuestan por este formato para expresar sus ideas más estrambóticas en sus creaciones. La gran novedad es que muchas de estas piezas ya no se exhiben únicamente en las galerías de arte y los museos. Las redes sociales se han convertido en un mecenas interesante de los artistas, que se producen y publicitan a sí mismos a través de sus perfiles. El collage, como era de esperar, no ha sido una excepción.

Instagram puede considerarse como la red social donde esta técnica artística goza de más prestigio. De hecho, en ella pueden admirarse los collages más virales de internet tanto en las cuentas de sus creadores como en las que se dedican a hablar de arte y difundirlo. Tanto es así que la propia aplicación da a los usuarios la oportunidad de crear un collage de fotos en el que se puedan incluir varias imágenes a la vez para crear una sola. Aunque, a decir verdad, este diseño no es precisamente lo que los verdaderos profesionales del sector llamarían un collage. No todo se reduce a la unión de varias fotografías.

El arte del collage

Para algunas personas crear un collage no tiene ningún tipo de complicación. Basta con coger unas cuantas revistas, recortar aquellas partes que más nos gusten y componer algún tipo de dibujo que sea capaz de reconocerse. Pero nada más lejos de la realidad. El collage se trata de una técnica que requiere estudio, conocimiento y criterio; no basta únicamente la inspiración o los arrebatos. Es necesario saber perfectamente qué queremos expresar con nuestra obra y cómo lo haremos. Aprender a hacer collage no es, por tanto, tarea de unos cuantos días. La experiencia y la formación son cruciales en esta disciplina.

En nuestros días ha quedado lejos aquel método del recorte físico de periódicos, revistas, dibujos, etc… Las tecnologías permiten hacer todo eso a través del ordenador y con las herramientas disponibles como los editores de fotografía. No por contar con la asistencia digital de estos programas realizar un collage es más sencillo. De hecho, en algunas ocasiones requiere incluso más tiempo. La profesionalidad exigida por este tipo de creaciones es palpable en la obra de algunas artistas contemporáneas y de las redes como Adriana Bermúdez, Teres Cucala o Cristina Herranz, entre otras.

Los impresionantes diseños de estas artistas han alcanzado tanta fama que incluso se venden en formato físico y se usan a modo de decoración para las viviendas. La tónica general de los collages más actuales es mezclar lo moderno con lo pasado, las imágenes de ahora con las del siglo pasado, lo natural con lo urbano. El tono vintage es una de las líneas estéticas más presentes en la obra de estas creadoras.

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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