La Policía Nacional de las regiones de Granada y Cádiz ha desarticulado una red familiar de origen boliviano que presuntamente se dedicaba a reclutar mujeres extranjeras en situación migratoria irregular mediante falsos anuncios de empleo como cuidadoras de niños, para luego explotarlas en actividades sexuales no consentidas. Las víctimas eran coaccionadas a prostituirse en hoteles y en dos residencias específicas en Granada. El traslado de estas mujeres se realizaba en un vehículo que ha sido confiscado como parte de la operación.

Los supuestos miembros de esta agrupación, que incluyen cuatro mujeres y dos hombres, han sido detenidos y se encuentran bajo investigación. Entre ellos se encuentra la líder de la red, una mujer actualmente cumpliendo pena en prisión por delitos similares.

Esta investigación conjunta fue emprendida por agentes de la Policía Nacional de Granada y Cádiz, luego de recibir una denuncia de una mujer de origen iberoamericano en situación migratoria irregular en España. Según la denuncia, ella había sido atraída mediante un falso empleo como niñera y posteriormente forzada a la explotación sexual. La cabecilla del grupo la controlaba empleando tácticas de manipulación, inicialmente haciéndole creer en las ganancias que obtendría y conectándola con individuos que gestionaban lugares de prostitución en Granada. La líder le prometía ganancias y un trato especial con clientes de alto nivel en hoteles de lujo.

Después de que la víctima expresara su deseo de abandonar esta actividad en repetidas ocasiones, era persuadida nuevamente, argumentando su falta de recursos y opciones de vida.

Según indica el abogado penalista Granada Félix Fernández, este tipo de delitos puede llevar aparejadas grandes penas de prisión.

En una etapa posterior de la investigación, los agentes recibieron otra denuncia de explotación sexual por parte de otra víctima que también había sido captada mediante un engañoso anuncio de empleo. A esta víctima incluso le confiscaron su documentación, dejándola en una situación aún más vulnerable. La mantenían disponible para atender clientes las 24 horas, los 7 días de la semana, y la retenían en una de las propiedades utilizadas para encuentros sexuales en el centro de Granada. Posteriormente, la trasladaban a otra propiedad en el barrio de Zaidín. Eventualmente, ambas mujeres lograron escapar de la influencia de la organización.

Este abogado delitos sexuales indica que los acusados podrían enfrentarse a la imputación de delitos de trata de blancas o de prostitución coactiva.

Las mujeres eran atraídas mediante anuncios falsos de trabajos como cuidadoras de niños y luego eran forzadas a prostituirse en hoteles y propiedades específicas en Granada. El análisis de la información proporcionada por las víctimas indicó que estaban bajo el control de la líder y que existían conexiones entre las personas que dirigían los lugares de encuentro y la líder de la organización. Esta líder había sido previamente condenada por delitos similares y se encontraba en prisión desde la primavera pasada.

La red en cuestión era una familia de origen boliviano que operaba tanto en Granada como en otras áreas cercanas. Su actividad ilegal les habría proporcionado ganancias suficientes para invertir en propiedades, incluyendo locales de entretenimiento en Armilla y Granada, que presuntamente eran utilizados para lavar las ganancias de la explotación sexual. También se cree que estos lugares eran usados para atraer a clientes que creían estar estableciendo relaciones personales, cuando en realidad estaban siendo llevados a los lugares de encuentro en Granada.

Otros miembros de la red, con origen principalmente en Bolivia, pero también en Brasil, República Dominicana y Rumania, se encargaban de alquilar las propiedades para encuentros y de transportar a las mujeres explotadas a citas en hoteles o casas privadas. Estas actividades se combinaban con trabajos legales como cuidadores de personas mayores o técnicos de telecomunicaciones, lo que les permitía mantener su negocio oculto y evitar sospechas.

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