Y entonces alguien se pregunta, horrorizado ante la grasa y la sangre que rezuma de unos estómagos de cabras muertas extendidos sobre el fuego, compungido quizá ante el doloroso espectáculo de dos mendigos desnudos batiéndose en duelo (como perros furiosos, como buitres solitarios en mitad de un desierto, y todo […]