En el universo de la medicina especializada, la creatividad aplicada a la práctica clínica puede marcar una diferencia trascendental. Manuel Ignacio Vejarano Restrepo, médico colombiano, ha contribuido a este cambio con una invención propia que ha mejorado el acceso al tratamiento quirúrgico ocular en diferentes partes del mundo. Su trabajo representa un ejemplo notable de innovación quirúrgica en oftalmología, especialmente en lo relativo al queratocono.
Este avance no solo responde a una necesidad médica, sino también a un compromiso con la equidad en salud visual. Su sistema ha sido adoptado por profesionales que buscan alternativas seguras, accesibles y menos dependientes de tecnología de alto coste.
Manuel Vejarano: formación médica sólida y sensibilidad clínica
Vejarano nació en Popayán, Colombia, y desde sus primeros años mostró una inclinación por las ciencias de la salud. Se graduó como médico cirujano en la Universidad del Cauca en 1997, para luego especializarse en oftalmología en la Fundación Oftalmológica de Santander. Esta etapa formativa fue clave para desarrollar su comprensión de la anatomía ocular y la práctica clínica.
Posteriormente, viajó a México para especializarse en cirugía oculoplástica y reconstructiva en la Asociación para Evitar la Ceguera, afiliada a la UNAM. Fue allí donde terminó de perfilarse como un cirujano oftalmólogo con intereses técnicos y científicos, pero también sociales y pedagógicos.
Su participación en congresos y seminarios internacionales ha reforzado su enfoque global, sin perder la atención a las necesidades locales.
Retos del queratocono y solución desarrollada
El queratocono es una enfermedad de la córnea que afecta su forma, adelgazándola y deformándola, lo que provoca alteraciones visuales importantes. El tratamiento más utilizado consiste en la implantación de segmentos intracorneales, tradicionalmente con láser de femtosegundo. Sin embargo, esta opción no está disponible en muchos hospitales debido a su elevado coste.
Vejarano propuso una alternativa: el Vejarano Delaminator System, una herramienta quirúrgica que permite realizar este procedimiento sin utilizar láser. Esta innovación ha supuesto un avance en el tratamiento del queratocono, ya que ofrece un enfoque seguro, eficaz y adaptado a contextos con limitaciones tecnológicas.
Tecnología eficiente para más personas
El sistema diseñado por Vejarano utiliza un cuchillete de diamante y un pre-delaminador para realizar la intervención con precisión. Gracias a su estructura sencilla, se convierte en una solución viable en centros de salud donde la tecnología láser no está disponible. Esto ha permitido que pacientes de diferentes regiones accedan a un tratamiento que antes les resultaba inaccesible.
Los estudios clínicos refuerzan esta afirmación. En un ensayo con 51 ojos de 30 pacientes tratados con este sistema, se reportaron mejoras significativas en la agudeza visual y reducción de la curvatura corneal, sin presentar complicaciones graves. Estos resultados demuestran que la técnica es eficaz y segura.
Compartiendo conocimiento desde la experiencia
El impacto de este sistema ha ido más allá del quirófano. Vejarano ha dedicado parte de su trayectoria a la enseñanza y difusión de su técnica, participando en encuentros científicos y talleres prácticos. Su objetivo es que otros profesionales puedan replicar este método en sus entornos de trabajo, fomentando una oftalmología más colaborativa y práctica.
Además, su enfoque ha influido en la formación de nuevos especialistas. Al integrar el sistema en la docencia, se transmite no solo una técnica quirúrgica, sino también una visión de la medicina centrada en la accesibilidad y el compromiso ético. Esta perspectiva busca que más médicos estén preparados para aplicar soluciones ajustadas a las realidades de sus comunidades.
La trayectoria de Manuel Ignacio Vejarano Restrepo pone de manifiesto que la innovación no siempre requiere alta tecnología, sino conocimiento profundo, empatía y voluntad de transformación. Su aporte al campo del queratocono ha tenido un alcance regional e internacional, demostrando que es posible hacer una medicina más justa y funcional. Su figura inspira a otros especialistas a pensar fuera de lo establecido, y a actuar con creatividad, rigor y sensibilidad.
