Según un informe coordinado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), “el planeta está muy lejos de alcanzar sus objetivos climáticos y esta situación socava las iniciativas mundiales encaminadas a combatir el hambre, la pobreza y los problemas de salud, mejorar el acceso al agua limpia y la energía no contaminante, y abordar muchos otros aspectos del desarrollo sostenible”.

Efectos colaterales del calentamiento global

El llamado ” efecto mariposa” trasladado a sistemas complejos como la Predicción Metereológica,  tendría como efecto colateral la imposibilidad de detectar con antelación un futuro mediato. Así, los modelos cuánticos que se utilizan para realizar previsiones metereológicas para el mundo entero como el GFS estadounidense, el ECMWF High RES europeo o el HAFS para predecir huracanes, serían tan sólo simulaciones basadas en modelos precedentes, con lo que la inclusión de tan sólo una variable incorrecta o la repentina aparición de una variable imprevista provoca que el margen de error de dichos modelos se amplifique en cada unidad de tiempo simulada hasta exceder incluso el límite estratosférico del cien por cien.

Hasta la pasada década, la predicción meteorologica era diseñada por modelos finitos que podían intermodelar o simular varios futuros alternativos y que tenían como resultado predicciones con un alto grado de fiabilidad. Sin embargo, debido al cambio de circulación atmosférica, asistimos en el último trienio a la irrupción de  “autopistas o ríos de humedad” que enlazan el Caribe con el Sur de Europa, generando un clima húmedo y templado en el Sur mientras el Norte de Europa así como amplias zonas de Canadá y EEUU quedan presos de la corriente de chorro polar, un fuerte y estrecho flujo de aire concentrado que genera nevadas copiosas acompañadas de vientos gélidos que han desplomado los termómetros.

Al mismo tiempo, asistimos al incremento de la irrupción de DANAS ( Depresión aislada a niveles altos) que se desgajan de la circulación atmosférica general y que alimentadas por vientos húmedos  generan severas inundaciones en los países del Sur de Europa, Norte de África, noroeste de América del Norte y extremo meridional de Sudamérica.Dichas DANAS estarían regidas por las leyes del caos inconexo y se desplazarían con movimientos erráticos impulsados por fuerzas centrípetas y centrífugas, lo que incrementaría su volatilidad y la dificultad de los modelos cuánticos para dibujar con suficiente antelación su posible trayectoria y su impacto local, lo que deviene en un caos predictivo.

Por caos entendemos algo impredecible y que se escapa a la miope visión que únicamente pueden esbozar nuestros ojos ante hechos que se escapan de los parámetros conocidos, pues los modelos numéricos utilizados únicamente son capaz de radiografiar fragmentos de la secuencia total del inmenso genoma del cambio climático que se está gestando.

Así, la Organización Meteorológica Mundial (OMM,) avisa que el 2024 podría ser aún más caluroso que 2023, dado que el evento de El Niño suele tener el mayor impacto en las temperaturas globales tras alcanzar su cénit. En consecuencia, se podría alcanzar una  subida de la temperatura global de 1,5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales, considerada la barrera infranqueable en los objetivos del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático y dada la inacción del Norte Global para reducir la emisión de gases de efecto invernadero, el calentamiento global se irá incrementado hasta el paroxismo en la próxima década.

Articulista en Revista Rambla | Otros artículos del autor

Nacido en Navarra en 1957. Escribe análisis sobre temas económicos y geopolíticos. Es miembro de Attac-Navarra. Colabora habitualmente en varios medios digitales e impresos españoles y latinoamericanos.

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