Esto no ha terminado

A no ser que intervenga más adelante un cambio de actitud, el artefacto gubernamental de Pere Aragonés parece concebido para ir tirando hasta las elecciones municipales. Y, eventualmente, convocar después unos comicios autonómicos. Veremos lo que da de sí una maniobra que sólo cuenta con el respaldo de 33 diputados.