altQuizás porque la única arma que yo misma tengo para defenderme es la palabra, quizás porque no soy un buen soldado, no llevar más pistolas que aquello que escribo. Quizás porque viví 18 de mis años en censura argentina, quizás porque creo firmemente que la trasparencia en las acciones sociales y políticas es una de las bases de la democracia participativa.

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Quizás porque la única arma que yo misma tengo para defenderme es la palabra, quizás porque no soy un buen soldado, no llevar más pistolas que aquello que escribo. Quizás porque viví 18 de mis años en censura argentina, quizás porque creo firmemente que la trasparencia en las acciones sociales y políticas es una de las bases de la democracia participativa. Quizás porque la información me permite la posibilidad de elegir y juzgar. O quizás porque me creí «All The President’s Men”, donde el cuarto poder no servía para crear opinión sino para destituir presidentes corruptos. No lo , no por qué, pero una de las profesiones que merecen mi más profundo respeto es la del periodista

En tiempos de bonanza veía  el telediario de la 2 de RTVE, aquel de Lorenzo Milá, el hermano sano de mente de la Mercedes, me gustaba ver con que seriedad esa cabeza parlante me explicaba las noticias menos llamativas de la jornada. Me gustaba oír como pretenciosamente las objetivaba dignamente en un intento de no deformarlas

En los buenos tiempos de la 1 de RTVE, antes de que se pusiera a escribir historias de espadas y capas y, presuntamente, a falsificar facturas, Pérez Reverte merecía mis respetos. Cuando mataron impunemente a Julio A. Parrado en Irak no pude contener la iraHoy me apeno por Marc Marginedas, enviado especial de El Periódico secuestrado en Siria. Me indigno por lo que le pasó a Rafa Estévez a quién le sacudieron y acusaron de delitos de desobediencia y atentado a agente de la autoridad. Y podría seguir.

Seymour Hersh en una de esas pijas y pretenciosas entrevistas de El País (23 Abril  2008) decía que temía por su familia pero lo que más le aterrorizaba era que el Gobierno USA le pasara una historia falsa y que ello lo desacreditase. Pero lo más interesante de la entrevista, a ver, es esta frase sobre los profesionales del periodismo

«No entienden nada: hace 50 años eran de clase trabajadora, no iban a la universidad, sabían lo que le pasaba a la gente; ahora están muy bien pagados, viven en otro mundo; ser periodista hoy es una profesión elitista«.

Esto fue dicho en el 2008 y por supuesto por un periodista Pulitzer y de los USA. Esto era antes que WikiLeaks se desparramara por el mudo sin miedo ni sombra de dudas sobre lo que debía publicar en la red o no. Y antes de que nuestros periodistas europeos y peninsulares nos debieran informar sobre  15 eMes, escraches, desahucios, mafias políticas, manifestaciones, suicidios, realidad económica, completamente en contra del mainstream o, simplemente antes de que padecieran  ERES como el de El País que dejo fuera entre otras 129 personas a Ramón Lobo. José Martí Gómez ayer noche lo dijo en el Intermedio, nuestros periodistas están acollonits, no se les paga como corresponde, la mayoría son free lance y no tienen ningún tipo de respaldo de sus empresas. Y los que están dentro del sistema viven presionados por los accionistas dueños de los medios y los políticos afines, apoyando supuestas corrientes principales, inventadas con la intención de manipular la opinión pública. Gabilondo lo explico muy bien en Salvados “…lo que ha sido una mierda, es el mecanismo que otorgaba apenas maniobrabilidad a las televisiones porque se suponía que estaban sometidas a los gobiernos respectivos”

La pretensión de objetividad se convierte en  una falacia en cuanto el periodista pone el ojo y la cámara en un hecho y no en otros, se convierte en parte del engranaje del poder y la autocensura es su manifestación más aberrante

Esta semana pasada han cerrado un medio de información (y entretenimiento, por qué no decirlo) la tele Valenciana. Los últimos vídeos que nos han dejado son demenciales y esperpénticos, las fuerzas de seguridad se aseguraron de que así sean. Los periodistas corriendo y gritando que les diesen conexión intentaron documentar los últimos momentos del cierre de su propia empresaEsta situación no sólo convierte a técnicos, presentadores, actores, periodistas, etc. en desempleados, además está acción es la enésima demostración de la barbarie y deshonestidad del PP. No puedo comparar una quema de libros con el cierre de una tele, por supuesto, y menos con una tele que no emitió el accidente del metro donde perdieron la vida 43 personas por no desvalorizar la visita del Papa. Pero cerrar una empresa por la ineptitud y la codicia de un ratero barato es una de las perversiones más tristes del sistema. Y por ahí, según parece anda Josep Pique y el sobrino de Cospedal como carroñeros que esperan deshuesar, desmembrar, vender y sacar dinero de lo que queda de la TV 9.  Estas teles autonómicas son el medio de comunicación entre pueblos, son los verdes platós donde la gente tiene la oportunidad de opinar y escuchar sus noticias locales en su lengua materna, y es el lugar donde los trabajadores/periodistas tienen la oportunidad de comenzar a desarrollarse como profesionales. Teles que con sus defectos y sus virtudes acercan a la gente en y a lo local, acercan a la gente a aquello que quizás es lo único que no es líquido en esta sociedad, las cosas de casa. 

A veces me gustaría que dejaran en la calle a toda la peña de Intereconomía, una es humana. Además dudo que lo que hacen en esos escenarios sea periodismo, quizás eso si sea terrorismo, pero de Estado. Lo que me sorprende, aunque no debiera, es descubrir como es de fácil la gente cuando se le pone dinero delante y en lugar de informar crean propaganda nefasta usando la herencia Joseph Goebbels.

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