Cerca de madio centenar de personas vinculadas a la Confederación General del Trabajo (CGT) han exigido esta mañana ante el Banco de Santander del Passeig de Gràcia la readmisión de Amaya Muñoz. Esta madrileña fue despedida a finales de octubre por la empresa de telemárketing Konecta (uno de los clientes más importantes de la entidad financiera) por ausentarse del trabajo el día en el que la desahuciaban.  

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El 11 de septiembre un centenar de antidisturbios echaron a Amaya de su vivienda del barrio madrileño del Pilar por impago del alquiler. Después de un año en el paro, encontró trabajo pero la inmobiliaria se negó a renegociar la deuda (7.800 euros) y tuvo que pedir a la empresa un cambio de turno para poder asistir a su propio desahucio. La tensión la hundió psicológicamente, por lo que el médico le dio la baja. Es decir, el pretexto ideal para que Konecta, amparada por la nueva reforma laboral, extinguiera su contrato por las sucesivas bajas, pese a admitir que los informes médicos justificaban las ausencias. Pero legalmente ya era posible porque, tal y como recuerda Carles Navarro (CGT), “parece que es culpa de la nueva reforma laboral por el porcentaje de bajas pero eso viene del Estatuto de los Trabajadores, el procedimiento ya existía, lo que pasa es que ahora se aplica más”.

A la demanda por despido improcedente o nulo se le suma ahora una campaña pública de CGT contra Konecta y sus clientes para denunciar “la precarización de las condiciones laborales que sitúan miles de trabajadores en la más absoluta indefensión”. En las dos últimas semanas los actos de protesta han tenido lugar en varias ciudades españolas como Madrid o Sevilla, pero en Barcelona se tuvo que posponer por la coincidencia con la manifestación contra las pelotas de goma.

Ante el Banco de Santander, los manifestantes han repetido insistentemente la consigna ‘Amaya readmisión’ y el erosionado cántico ‘no hay pan para tanto chorizo’. Los dos guardias de seguridad de la entidad se han agazapado detrás de la puerta cerrada y dos Mossos d’Esquadra han preguntado a los manifestantes su objetivo y previsión. No habían solicitado permiso porque no llegaban al mínimo de 20 personas. 

La CGT está dispuesta a agotar las vías jurídicas y a apurar la acción directa, antes que este viernes el Gobierno vuelva a abusar de su mayoría absoluta para imponer una nueva ley de Seguridad Ciudadana muy estricta y más propia de otros tiempos. 

La intención del sindicato es coordinar acciones conjuntas en toda la península contra otros clientes de Konecta, como por ejemplo Agbar. Mientras tanto, en Madrid han iniciado conversaciones con Banco Santander para que presione la empresa de telemárketing y readmita a Amaya Muñoz. Eso sí, de una manera digna y respetando sus anteriores condiciones. “Le han hecho una oferta a través de una ETT y nosotros queremos una oferta de verdad que proceda directamente de la empresa, que no la tire

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