Considerado por muchos el primer personaje al que Walt Disney dio vida, Mickey Mouse está cada vez más cerca de cumplir 100 años. Lo hará el próximo 2028. Sin embargo, antes que Mickey, Walt ya había trabajado con Ub Iwerks en una serie de cortometrajes que tenían como protagonista a Oswald, el conejo afortunado. Pero éste no es el único detalle que la mayoría de los forofos de Disney desconocen sobre el ratón. Aunque Walt Disney le puso voz y definió el carácter de Mickey Mouse, quien lo dibujó fue el propio Ub Iwerks.

Indudablemente, el primer corto en el que aparecieron Mickey y Minnie Mouse (Steamboat Willie) le abrió camino a un buen número de películas posteriores que, como Blancanieves y los siete enanitos (1937) y Frozen (2013), nos han acompañado durante décadas y décadas, hasta llegar al 2025. En general, las propuestas cinematográficas de Disney evidencian los cambios que se han ido produciendo en la sociedad a lo largo del tiempo.

A continuación, reivindicamos su legado y comparamos los clásicos más antiguos con las nuevas versiones, una parte de ellas protagonizadas por personas reales.

Disney
La bella durmiente, 1959. Eyvind Earle.
(Fuente: CaixaForum Madrid, exposición El arte de contar historias, 2018)

El legado de una infancia memorable

Actualmente, The Walt Disney Company es la segunda empresa más importante en su sector y una de las cuarenta compañías con mejor reputación en todo el mundo. Al principio, la productora se centró sólo en las cintas de animación. Sin embargo, con el tiempo, su radio de acción ha ido más allá de la pantalla. Hoy día, el nombre de Disney se asocia a películas y cortos como los que todos conocemos, pero también, a parques temáticos (como el de Disneyland Paris) y al canal de televisión Disney Channel.Los cortos y las películas clásicas de Disney combinaban la imagen en movimiento con el sonido.  Las bandas sonoras incluían diálogos cantados que ayudaban a recordar más fácilmente la historia. Entre estas canciones icónicas, encontramos When you wish upon a star, que Pepito Grillo canta en Pinocho. Disney combinaba, además, géneros musicales muy variados en una misma película. Por ejemplo: en Blancanieves, se incluyó algo de vals, pero también se hizo un pequeño guiño a la ópera.Además, Disney ha utilizado voces muy conocidas para doblar a sus personajes. Por ejemplo: Cliff Edwards, que trabajó en películas como Lo que el viento se llevó, hizo el falsete de Pepito Grillo en la canción que hemos mencionado antes. Es posible que a buena parte del público actual no le suene el nombre de Cliff Edwards, pues estuvo de moda entre los años 20 y 30, sin embargo, caras más recientes (Ricky Martin y Robin Williams) también han prestado su voz para personajes como el genio de Aladdín (de quien se ocupó Robin).

Personajes y escenarios entrañables

Por otra parte, Disney ha sabido siempre aplicar la psicología del color a sus proyectos, de modo que los tonos que utiliza la productora refuerzan el mensaje que la película intenta transmitir en cada momento. Mientras que el morado se utiliza para vestir a villanos como Maléfica (se vincula a la magia y, en este caso, a los maleficios), el amarillo se reserva para personajes bondadosos como Blancanieves. Por otro lado, la compañía ha querido incluir la diversidad de etnias existentes, pretendiendo llegar así hasta el último rincón del planeta, y empatizar con cada niño y adulto. Algunos casos bastante evidentes son Tiana y el sapo, la joven Mérida (princesa escocesa en la película Brave), Pocahontas (una nativa indígena americana), Mulán (la guerrera china a la que acompaña Mushu, el dragón que protege a los espíritus de su familia) y Jasmín (la princesa asiática).

Aparte de utilizar colores vibrantes, que inevitablemente captan la atención de los espectadores, Disney ha abordado temas universales que están presentes en todas las culturas y con los que las personas —independientemente de su edad e idiosincrasia— conectan. El amor, la muerte, la esperanza, la superación personal, la solidaridad, el egoísmo… son algunos de los aspectos sobre los que sus cortos y películas reflexionan. No obstante, Disney también ha triunfado por ilustrar obras de la literatura que, después de haber sido llevadas a los hogares y al cine, forman parte de esa lista de los 50 clásicos de Disney que incluye títulos como el de Alicia en el País de las Maravillas (la historia clásica que escribió Lewis Carrol) y La bella durmiente, un cuento de tradición oral que recopilaron los hermanos Grimm y que cobró color en el corto de Disney de 1956.

Antes de seguir, conviene matizar que la lista de clásicos cambia de España a EE. UU. e Hispanoamérica. Por ejemplo: en México, han decidido incluir en el ranking de clásicos a Canción del sur, otro ejemplo de película de animación de Disney basada en un libro que, a pesar de ser un clásico en México, no es tan conocida en España.

Disney ha querido reinventarse

Anteriormente, apuntábamos que Disney es, en la actualidad, una compañía que va más allá de la pantalla. Un ejemplo muy evidente es El rey león, que también se ha estrenado bajo formato musical en el Teatro Lope de Vega de Madrid. Sobre este clásico, encontramos varias versiones. Por un lado, está la película original de 1994, en la que participaron actores como Rowan Atkinson (conocido por la saga Mr. Bean) y la inigualable Whoopi Goldberg. Por otra parte, encontramos El rey león de 2019, que dista bastante de la puesta en escena más convencional de Disney, que sí caracterizó a clásicos como La sirenita, Tarzán o Fantasía 2000, los cuales pertenecen a la época del renacimiento de Disney.En esta otra versión de El rey león (cuya versión original pertenece a la etapa del renacimiento), los realizadores utilizaron la realidad virtual. En la versión de 2019, Mufasa y el resto de personajes (Scar, Pumba, Simba…) fueron creados, igual que los paisajes naturales, con las últimas tecnologías: ordenadores y modelado en 3D.

Del dibujo a mano a las películas de acción real

El uso de las nuevas tecnologías para crear versiones de las películas clásicas de Disney que, hasta el momento, estaban disponibles sólo en forma de dibujos animados pretende dotar de más realismo a las historias más conocidas, que han impactado en todas las generaciones. Por esta razón, algunos clásicos animados se han transformado en películas de acción real como La cenicienta, de Kenneth Branagh (2015); Maléfica, de Robert Stromberg (2014), y Alicia en el País de las Maravillas, de Tim Burton (2010).Otras propuestas, sin embargo, conservan el aura tradicional de Disney, pero combinan el dibujo habitual con un modelado tridimensional de los personajes que, a diferencia de El rey león de 2019, no persigue el hiperrealismo. Este es el caso de Frozen, cuya gama de colores fríos hace honor a su nombre, y cuyo estilo figurativo no realista —a diferencia de El rey león de 2019 y de las películas de Disney de acción real— impide perder de vista que se trata de una película 100 % de animación.

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Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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