Un centenar de vecinos han recorrido esta tarde las calles de Turó de la Rovira para protestar contra los encuentros nocturnos masivos de turistas que visitan los búnkeres del Carmel de Barcelona. Los vecinos, que llevan años señalando los hechos, han denunciado que los dispositivos policiales «no funcionan» y han exigido nuevas medidas al Ayuntamiento para acabar con los botellones y garantizar el descanso vecinal. «No tenemos las infraestructuras suficientes, estamos hartos: queremos un turismo de calidad», aseguró Daniel Rosa, uno de los vecinos. Los portavoces aseguran que continuarán las movilizaciones.
Durante la protesta, los vecinos del Carmel han denunciado que con el modelo turístico actual el consistorio quiere «expulsarlos del barrio». «Queremos que el Ayuntamiento nos escuche», ha pedido Armand Navarro, uno de los portavoces de la asamblea de vecinos del Turó de la Rovira. Según explicó, los comportamientos incívicos de los turistas son constantes, así como los destrozos en vehículos y mobiliario urbano.
El portavoz ha instado al consistorio a sancionar a los turistas por beber alcohol en la vía pública, ya tomar medidas para desalojar «cada noche» a los búnkeres. Asimismo, Navarro ha exigido un cierre «eficiente» en la zona porque, según ha asegurado, lo que ha instalado el Ayuntamiento no resuelve el problema porque los turistas se quedan en torno a las vallas. «Se ha hecho sin el consenso de los vecinos», ha señalado.
«Cada día pueden subir 700, 800 o 900 personas a beber», ha explicado Navarro. Aunque es cierto que existe presencia policial, los vecinos han insistido en denunciar que actualmente los agentes no están multando. «No está funcionando», denunció.
Más allá de cargar contra la falta de acción en las multitudinarias fiestas, los vecinos reclaman un cambio de modelo turístico que pase del turismo de «fiesta» al turismo cultural y que de esta forma se respete el entorno como un «espacio museístico».
Asimismo, también lamentaron la masificación de las tres líneas de bus que llegan a la zona, que están «colapsadas» de turistas. «Las personas mayores no pueden subir», aseguró Navarro, quien al mismo tiempo reclamó que se reserven los autobuses de barrio para los vecinos.
A su vez, Manel Carmona, vecino del Carmel desde hace 48 años, lamentó que los búnkeres se hayan convertido en un punto de referencia para hacer botellones. «Si buscas en internet ‘búnkeres del Carmel’ sólo te aparecen, fiestas, fiestas y fiestas», aseveró. Con todo, los vecinos insistieron en la necesidad de que la policía aplique sanciones económicas «para que la noticia sea esta: ‘He ido a los búnkeres y me han multado'».
La @GUBBarcelona desaloja a más de 1.300 turistas de los búnkers del Carmel #Barcelona.
El boca a boca está causando estragos en la zona y algunos incluso ya rentabilizan en hype del enclave para montar #DJsession pic.twitter.com/HODOv5EC2Z— MARCO ANTONIO (@marcotgn) April 8, 2023
*Con información de ACN.
Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.