El Ayuntamiento de Valencia no se opondrá a las fiestas con toros en las pedanías de la ciudad. El Ayuntamiento ha revocado el acuerdo del 10 de junio de 2016 que prohibía autorizar el toro embolado y que se dictó cuando era alcalde Joan Ribó, de Compromís.

El gobierno municipal liderado por María José Catalá, del PP, ha tomado la decisión basándose en un informe de los servicios jurídicos y del secretario del consistorio. El texto subraya que hay un decreto de la Generalitat que autoriza los actos. Por todo ello, pues, se pueden autorizar los toros, y vuelven a ser legales en Valencia.

En paralelo, la Federación de Peñas de Toros en la Calle ha retirado esta semana el recurso que había interpuesto contra la orden dictada por el Ayuntamiento anterior.

Este paso era necesario también para poder revocar la orden, una decisión que han aplaudido en las redes porque pone fin al «agravio comparativo con los centenares de municipios valencianos donde se seguían autorizando y celebrando». También han calificado de «hecho trascendental» la llegada de María José Catalá a la alcaldía, ya que «en su programa electoral incluía su compromiso con la conservación y defensa de las tradiciones valencianas y, en concreto, con la tauromaquia y los toros en la calle».

La pedanía valenciana de Carpesa será la primera donde habrá toro embolado, el 16 de septiembre.

Críticas de la oposición

El exalcalde Joan Ribó también ha valorado, en sentido contrario, el cambio: «Vuelve la tortura animal a Valencia», ha dicho. También la portavoz del PSPV en el Ayuntamiento de València y exvicealcaldesa, Sandra Gómez, ha criticado que ahora se puedan autorizar los toros en la calle en las pedanías de la ciudad y ha dicho que esta medida «nos hace ser peores como sociedad, peores como ciudad y sobre todo a María José Catalá peor como alcaldesa».

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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