Un juzgado de Barcelona ha condenado a tres años y medio de prisión a cuatro simpatizantes de grupos neonazis acusados de apalear a un joven independentista durante las protestas en Barcelona contra la sentencia del procés, en octubre de 2019. La agresión, grabada en vídeo, fue en el centro de la ciudad.

El tribunal considera probado que los condenados asaltaron a la víctima por motivos ideológicos y que actuaron con abuso de superioridad y de forma colectiva.

Los agresores habían salido de la plaza Artós, en el barrio de Sarrià, donde habían participado en una manifestación ultraderechista que tuvo una contramanifestación de grupos independentistas y antifascistas.

Según la sentencia, en un momento determinado, «varios grupúsculos» de los manifestantes de Artós salieron de la concentración principal «con la intención clara de buscar personas independentistas y antifascistas para agredirlas», armados con objetos contundentes como palos y barras de hierro.

En uno de estos grupos, de unas 10 personas, iban los cuatro acusados y un menor de edad, que portaban palos, tubos metálicos, piedras, banderas con palos de madera y simbología franquista.

A las diez de la noche, en la confluencia entre las calles Balmes y Rosselló, encontraron a la víctima, un manifestante independentista de 23 años a quien golpearon brutalmente con objetos que llevaban y le dieron puntadas de pie y golpes de puño por todo el cuerpo, según ha considerado probado el juez.

Una vez en el suelo, y aprovechando que eran muchos más, le continuaron pegando «sin piedad» e incluso lo cogieron por el cuello, lo alzaron, lo volvieron a tirar al suelo y uno de los acusados le tiró una piedra a la boca.

Tras la agresión, ellos mismos colgaron mensajes en redes sociales donde presumían de los hechos.

El joven agredido registró policontusiones en varias partes del cuerpo, perforación del tímpano, hematomas y heridas diversas. Estuvo 30 días de baja y tardó 50 días en recuperarse del todo. También tuvo estrés postraumático, amnesia, hipervigilancia, conductas de evitación y pensamientos persistentes.

También les impone una orden de alejamiento

La sentencia condena a los agresores a tres años y medio de prisión por lesiones con las agravantes de abuso de superioridad y motivación ideológica, y la atenuante de reparación del daño.

También les prohíbe acercarse a menos de 500 metros de la víctima durante cinco años y les obliga a pagarle 10.800 euros de indemnización por las lesiones. En cambio, los absuelve del delito de desórdenes públicos.

El Ayuntamiento de Barcelona se ha personado como acusación popular en este caso.

Durante el juicio, todos los acusados negaron que formaran parte de grupos neonazis y sólo uno reconoció haber agredido a la víctima con puntadas de pie y le pidió perdón. El resto reconoció que estaban en la zona, pero aseguraron que se habían marchado por la tensión existente.

La investigación de los Mossos, sin embargo, situó a todos los acusados en la zona en el momento de los hechos, a partir de las señales de sus móviles, y encontró las conversaciones donde reconocían y comentaban los hechos. También los identificaron en imágenes de la manifestación.

 

Este artículo ha sido redactado y/o validado por el equipo de redacción de Revista Rambla.

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